VALENCIA. La rueda de prensa de este jueves del vicepresidente del Consell, José Císcar, fue un síntoma de la extraña situación que atraviesa tanto la Comunitat Valenciana como la propia Generalitat. Con el pleno adelantado por la festividad del día de la Constitución, el Ejecutivo de Alberto Fabra se reunió de forma ordinaria con varios asuntos sobre la mesa.
Oficialmente, la reseña del pleno solo apuntaba ocho temas, la mayoría sin especial trascendencia. El vicepresidente, en su comparecencia ante los medios, dio cuenta de ellos. Y la muestra de que esos asuntos no despiertan ningún interés entre los informadores es que nadie formuló ninguna pregunta sobre ellos.
La atención mediática se concentró en otros asuntos que han marcado la agenda y la atención del Gobierno autonómico. A saber, el cierre de Ràdio Televisió Valenciana (RTVV), el futuro del Valencia CF y del aval prestado por el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) a la Fundación VCF, y, finalmente, las claves del contrato de la Fórmula 1 desvelado por Esquerra Unida.
A responder a preguntas vinculadas con esos temas dedicó Císcar las casi dos horas de la rueda de prensa. De pasada dejó caer, sin embargo, otro de los asuntos que había abordado el pleno pero que no constaba en la relación de acuerdos adoptados: la no disponibilidad de crédito de aquí a final de año.
Este asunto no es menor, pese a que el equipo del vicepresidente optó por no incluirlo en la relación de asuntos tratados y aprobados. De hecho, fue el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, quien tuvo que recordar hace ahora 10 días que la Generalitat tenía que adoptar este acuerdo de no disponibilidad ya mismo ante el peligro de incumplir con el objetivo de déficit.
NO HAY MÁS DINERO ESTE AÑO
Preguntado por esa advertencia, a Císcar anunció que había sido en la reunión de este jueves cuando se había adoptado este acuerdo. La no disponibilidad de crédito es un cierre presupuestario anticipado. Significa que, aunque en el presupuesto haya líneas de gasto aprobadas en su día, si no se han gastado ya no se van a poder utilizar.
Esta medida, que se adopta en realidad todos los años, tiene una especial trascendencia este ejercicio. Por un lado por la exigencia formulada por Beteta en público y por otro por el rigor en el cumplimiento del objetivo de déficit que ha aplicado el Ministerio de Hacienda que dirige Cristobal Montoro.
La Generalitat tiene el objetivo de déficit más alto de todas las autonomías españolas. Sin embargo, ese 1,6% de límite de desviación sigue siendo un reto demasiado alto para la maltrecha economía valenciana y de sus arcas públicas. En la Conselleria de Hacienda que dirige Juan Carlos Moragues se conformarían con no superar el 2%.
Pero lo que está por ver es cuál será la reacción de Montoro en el caso de que la Comunitat Valenciana siga incumpliendo de forma notable sus obligaciones de equilibrio presupuestario. Pese a las reiteradas llamadas a negociar un nuevo sistema de financiación autonómico realizadas por Alberto Fabra, al Gobierno no parecen conmoverle la infrafinanciación que padece la Generalitat.
LO IMPORTANTE Y LO URGENTE
La cuestión es que ese trabajo de recorte de gasto y de inversión que ha intentado aplicar el conseller Moragues en la elaboración de los presupuestos para 2014 está a expensas ya no solo de lo que se consiga en el ejercicio en vigor sino también de las cargas que arrastra el Consell de las etapas de despilfarro.
Así resulta imposible desligar los hechos que centraron la rueda de prensa de Císcar -RTVV, con una deuda descomunal de 1.200 millones, un aval que puede obligar a la Generalitat a pagar 80 millones para salvar al Valencia CF o el dinero gastado en la Fórmula 1- de la crisis económica del gobierno valenciano. Incluso más, cualquier gasto de más procedente de esa era, como hubiera podido ser la propia F1 de no haberse librado de la celebración del Gran Premio de Europa los dos últimos años, podría generar malestar en el Ministerio.
Pagar las obras del Aeropuerto de Castellón, aún sin actividad, o los préstamos que vencen de la arruinada RTVV, no parecen las razones por las que el Gobierno puso en marcha el Fondo de Liquidez Autonómica. Y las consecuencias pueden estar por llegar.
En Consell no está "atrapado" por Montoro sino que está "autoasfixiado" y no consigue dar la imagen de que es capaz de afrontar dos circunstancias simultáneamente: una el pasado y los marrones heredados, y otra el futuro con proyectos alternativos a los que ha eliminado y que no ha eliminado por ejemplo Cataluña a pesar de tener unas cuentas públicas más desastrosas que las Valencianas. Desmontar todo lo que se había hecho en los diez últimos años, sin ofrecer alternativas que ilusionen a la gente es como decía Groucho March, "Salir de la pobreza,.... para alcanzar la miseria mas absoluta", y claro esto no gusta a la gente. Faltan ideas y proyectos que ilusionen, ,...y sobra hablar tanto de crisis, el pesimismo generalizado que se mastica en el aire y tanto complejo de inferioridad con respecto a Madrid y Barcelona. Animo Valencia.
Parece que se tengan que justificar por hacer negocios con los catalanes.
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