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VALENCIA. "Voy a seguir yendo a los actos y haciendo la misma agenda que he hecho hasta ahora. Si alguien quiere acompañarme, que lo haga". Esta fue una de las frases del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, para referirse este martes a las protestas de los trabajadores de Radiotelevisión Valenciana que están marcando la agenda del jefe del Consell en los últimos días.

"La decisión ha sido muy difícil", subrayó sobre el cierre de RTVV, aunque, recalcó, "alguno" tendrá "que sacar conclusiones de por qué no quiso hacerse una reducción de trabajadores como se ha hecho en todos los medios de comunicación de este país".

El presidente está mostrando su perfil más duro en esta crisis. La delgada línea entre ser firme y retar a los afectados se mezcla en las palabras del jefe del Consell, quien ha tomado la decisión posiblemente más relevante y polémica desde que inició su mandato.

La tensión crece. Este martes, la crispación se elevó hasta un punto crítico en el segundo acto del día al que acudía Fabra. La entrada relámpago del jefe del Consell en el Centre de Turisme chocó con la intención de los medios que esperaban su llegada en la puerta para recoger sus declaraciones.

Miembros de la policía autonómica se lanzaron a contener a la prensa: uno de los agentes agarró a una periodista, obligándola a retroceder varios metros hasta hacerla caer al suelo, lo que conllevó momentos de máxima tensión entre los redactores, cámaras y fotógrafos presentes y el policía.

A la salida del acto, las fuerzas de seguridad ya habían establecido, además de las vallas situadas previamente para mantener a distancia a los trabajadores que protestaban, un cordón humano de unos cinco metros para que los periodistas no se acercaran al presidente, quien eludió hacer declaraciones en el recinto.

La salida del vehículo fue acompañada por gritos de "Vergonya!", "¡Lladres!" y "¡Moniatos!" de los trabajadores de RTVV, que bordearon las vallas y fueron contenidos por las fuerzas de seguridad, en un intercambio de empujones y agarrones que terminaron con la identificación de uno de los periodistas.

También fue increpado el portavoz del grupo parlamentario popular, Jorge Bellver, que salió minutos después en solitario, y recibió la escolta policial cuando fue rodeado por varios trabajadores del ente público.

Pese a que en el PPCV y en el Consell están convencidos de que esta crisis pasará pronto, situaciones como la ocurrida este martes, con repercusión en medios nacionales, socavan la imagen del presidente, que deberá decidir la estrategia a seguir para enfrentarse, no solo a las protestas de los trabajadores de RTVV que amenazan con seguir produciéndose, sino también a la relación con los medios que acuden a cubrir sus actos.

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