VALENCIA. "No hay nada que hacer". Esta frase, de cinco palabras, fue la que oyeron los miembros del comité de empresa cuando se sentaron a preparar los distintos documentos que han elevado al Consell, toda una retahíla de argumentarios, datos y posibilidades de salvar RTVV que han sido papel mojado. "No hay nada que hacer, es una decisión política", se lamentaban miembros del PP y del propio Consell en privado. Aunque Alberto Fabra haya tocado a rebato, sabe que su hasta ahora mano derecha, José Císcar, no le secunda, aunque fue el primero que amenazó con el cierre. Y aunque ordenase desde el primer día a Serafín Castellano decir que era la única solución, sabe también que el de Benisanó dice en privado a sus allegados que cerrar RTVV es un error político. Nadie quería cerrar RTVV. Nadie excepto el presidente.
"¿Hay alguna posibilidad de salvar esto?", se preguntaban la semana pasada dos periodistas en los pasillos del edificio de Burjassot, mientras preparaban el documento económico. Negación, ira, negociación, depresión y aceptación. "No hay nada que hacer". Fabra, dicen muchos, está bajo el síndrome Macbeth. Sólo escucha a su Lady Macbeth particular, Esther Pastor. La secretaria autonómica ejerce de jefa de gabinete en la sombra y fue ella la encargada de llamar a los nuevos consejeros de administración. "El partido te necesita". También fue ella la que dictó la estrategia de hacer público el fin de la cadena primero a los medios de comunicación afines o que se quería ganar.
FABRA HA HUMILLADO A CÍSCAR
No ha existido ninguna estrategia clara en todo el affaire RTVV. "La humillación mayor que ha tenido que soportar el vicepresidente ha sido la negociación con el comité de empresa", dice un representante popular. Desde el primer día, desde la primera toma de contacto, se le había informado de que la respuesta final iba a ser el cierre. De que éste debía tener lugar este mes, a más tardar los primeros días de diciembre, y que tras él nada; como si fuera tan fácil eso de fundir a negro. Así pues, ya podían Císcar y su equipo darle la razón al comité, estudiar y remirar por arriba y por abajo los números, que las horas de Canal 9 estaban contadas. Para Fabra todo el mundo llega tarde, todo el mundo menos él. Como el joven Indiana Jones, que decía en una película de la saga: "Se ha perdido todo el mundo menos yo".
Con todo, el personaje shakesperiano que más se ajusta a Fabra en estos momentos es el de Bruto, el estoico, en Julio César, obra que si a Fabra le gustara el teatro podría contemplar en Valencia, se representa en el teatro Principal de Valencia hasta el 1 de diciembre, con Mario Gas como Julio César. Como bien explica Harold Bloom, Bruto mata a César porque piensa, quiere pensar, que es malo que tenga poder absoluto. A Fabra le ha sucedido lo mismo con RTVV, en términos económicos. Ha decidido que es mala, que es perniciosa para la sociedad por su alto coste hasta el punto de llegar a comparar su existencia con la puesta en marcha de hospitales o colegios. Ha dado igual que Císcar le haya presentado documentos, que los trabajadores le hayan mostrado documentos, que las cifras estén sobre la mesa. Cerrar Canal 9 era necesario, perentorio, al margen de cuál fuera la realidad de la cadena. Le dieron una oferta que no podía rechazar y la rechazó.
En el Consell son conscientes de que el cierre de RTVV puede ser tumbado en los tribunales, más tarde o más temprano, como lo fue el ERE. Saben, porque se lo han dicho abogados y personas de su confianza. "El ERE de extinción se tiene que pactar; si no puede acabar en los tribunales", explican. Será la Audiencia la que decida. Puede que dentro de un año tengan que volver los trabajadores. Puede que dentro de un año se tenga que volver a encender la tele. Pactar el cierre es la prioridad. Hasta el pacto seguirá encendida. Y si no hay pacto, a las bravas.
Y MORENO LLAMA A CRISTINA MACÍAS
Desde el consejo de administración, desde el nuevo consejo de administración se ha intentado bloquear el cierre de manera sutil. También desde la nueva dirección general. Son leales, pero no ciegos. Ernesto Moreno y su equipo no querían fundir a negro. Se han buscado todas las alternativas posibles pero la decisión de apagar ha sido innegociable, por expreso deseo de Fabra, quien como Bruto no ha querido escuchar alternativas. 'Fashion it thus', figuremosnos que es así, dice Bruto. Y eso le pasa a Fabra, quien sostiene que RTVV es cara, y hay que figurárselo así. Moreno, este martes, al salir del consejo de administración llamó a Cristina Macías para informarle. Su primera llamada. Julio César va camino del foro. "Era hilo directo", relatan.
Los trabajadores de RTVV esperaban a que los idus de marzo no llegasen el 27 de noviembre, pero la profecía se ha cumplido y Bruto, Casio (quizá Pastor), Casca (quizá Cristina Macías) y el resto de conspiradores, llevarán a efecto el asesinato del César. ¿Puede haber deserciones? No. La sentencia está echada.
A Fabra le queda un consuelo, ha acabado con su tótem, con su enemigo. Pero se equivoca. Ha abierto la caja de Pandora y tras ellos viene el caos. Jurídicamente se han metido en un embrollo, pero económicamente en un laberinto dentro de un enigma, con préstamos subrogados, contratos vigentes... A RTVV le deben 20 millones de euros. Y después quedan los trabajadores. ¿Qué sucederá con los empleados tras la supresión de servicio? ¿Cuándo será esta? ¿Cuándo en continuidad apretarán el botón de fundido a negro y se irá todo a silencio?
Eso no importa. Fabra sólo piensa en cumplir su palabra, en cumplir su decisión, la que Lady Macbeth le susurró a su oído. Con las manos manchadas de sangre, Bruto-Fabra podrá decir, "César ha muerto", y dirá a la plebe aquello de "¿preferirías que César viviese y vivir todos como esclavos, o que haya muerto y vivir todos libres?", o lo que es lo mismo, "¿preferirías la televisión y no tener hospitales?". Se justificará y dirá que lo ha hecho, no porque no amaba Canal 9, claro que él amaba la televisión de todos los valencianos, sino porque amaba más la Comunidad Valenciana, porque amaba a Roma.
Y entonces, alguien, cualquiera, aparecerá como Marco Antonio, con el cadáver de César entre sus brazos y podría decir su parlamento. "Los que han consumado esta acción son hombres dignos. ¿Qué secretos agravios tenían para hacerlo? ¡Ay, lo ignoro! Ellos son sensatos y honorables, y no dudo que os darán razones. ¡Yo no vengo, amigos, a concitar vuestras pasiones! (...) Os muestro las heridas del bondadoso César, pobres, pobres bocas mudas, y les pido que ellas hablen por mí". 1.600 despedidos; una comunidad, la valencianoparlante, huérfana de medios de comunicación audiovisuales hasta que se pongan en marcha las famosas posibilidades fabrianas, un sector, el audiovisual, herido de muerte y obligado a mendigar por miseria... Las heridas hablarán. La economía hablará. Y Marco Antonio podría concluir: "¡Ah, qué caída fue aquélla, conciudadanos! Entonces yo, y vosotros, y nosotros todos caímos".
Volviendo a Macbeth, tras el ruido y la furia llegará el silencio. Después, Fabra hablará a la nada. Y eso será el president en la historia de la Comunidad Valenciana: nada.
Buenísimo. Me quedo con este fragmento: " Eso no importa. Fabra sólo piensa en cumplir su palabra, en cumplir su decisión, la que Lady Macbeth le susurró a su oído. Con las manos manchadas de sangre, Bruto-Fabra podrá decir, "César ha muerto", y dirá a la plebe aquello de "¿preferirías que César viviese y vivir todos como esclavos, o que haya muerto y vivir todos libres?", o lo que es lo mismo, "¿preferías la televisión y no tener hospitales?". Se justificará y dirá que lo ha hecho, no porque no amaba Canal 9, claro que él amaba la televisión de todos los valencianos, sino porque amaba más la Comunidad Valenciana...". Impecable artículo. «Ave, Caesar, morituri te salutant» (trad. lit. «Salve, César, los que van a morir te saludan») a lo que dicen que Claudio contestó: «Aut non» («O no»). Esto no se acabado, los tribunales volveran a tumbar la decisión de Bruto-Fabra y la tele volverá a funcionar otra vez.
Hay una duda que no me deja dormir por las noches, lo intento, pero no puedo. En el minuto 3:30 del video, ¿el que aparece es Marco Antonio representando a Císcar?....
Muy bueno. Grande Aimeur. A partir de ahora, en mi cabeza, Fabra siempre llevará túnica, como Bruto.
Enhorabuena por el artículo, no entiendo mucho de política, estoy en contra del cierre de RTVV por mi hermana es una de las afectadas y no es justo para alguien y otros muchos como ella que están trabajando desde 1990 que no es poco!!! Por otra parte no puede entender que no haya aceptado la propuesta de los sindicatos cuando supone un coste mucho menor del que va a costar el cierre de RTVV y como ciudadana de pie y en mi ignorancia solo hago que preguntarme ¿que es lo que hay detrás? porque a mi se escapa. Pero desde luego me resulta difícil creer que todo se deba a un "encoñamiento" con perdón de la palabra. Saludos
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.