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VALENCIA. La última reunión de la comisión gestora de la nueva Fundación Bancaja no solo aprobó el nombramiento del nuevo patronato. También aprobó los nuevos estatutos que tenían un elemento clave: el acuerdo con la Fundación Caja Castellón, que quería escindirse, y las delegaciones de Sagunto y Segorbe, que también habían solicitado cierta independencia de gestión.

En concreto el acuerdo que se ha alcanzado para desbloquear la redacción de los estatutos y el nuevo marco de relaciones entre las cuatro partes incluye el traspaso de nueve millones de euros a la Fundación Caja Castellón como capital inicial por parte de la Fundación Bancaja. La delegación castellonense había reclamado en los últimos meses y tras la desaparición de la caja de ahorros, separarse en la nueva fundación y reclamaba una cantidad económica que entendía le pertenecía.

Pese a que hubo reticencias por parte de la propia Fundación Bancaja y del Consell para evitar la atomización de la entidad, finalmente se ha acordado este pago único y extraordinario pero, a cambio, se mantendrá una colaboración anual que implica que cada año la Fundación Caja Castellón recibirá el 11% del presupuesto que la Fundación Bancaja destine a la obra social, es decir, sin incluir la totalidad del presupuesto.

Por su parte, las territoriales de Sagunto y Segorbe -herederas de la acción social de las antiguas cajas de ahorros de estas dos ciudades que se fusionaron con Caja Valencia- también tendrán una asignación anual para que puedan desarrollar una actividad diferenciada pero sin escindirse de la Fundación Bancaja ni crear una entidad propia. En concreto percibirán el 5% cada una de lo que se destine a la obra social y cultural.