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VALENCIA. Verde, blanca y roja. En tres colores se diversifica la actividad empresarial de la biotecnología, uno de los sectores con mayor crecimiento y potencial económico. Desde fármacos, biofertilizantes hasta alimentación, todos los productos tienen sus riesgos a la hora de invertir pero, según los informes, las expectativas mundiales de evolución de este mercado son elevadas.

La Comunitat Valenciana no se queda atrás en las estadísticas. De 2003 a 2009, el número de empresas ha pasado de 24 a 58 y su facturación equivale al 20% del total de España. Para unos puede convertirse en un pilar de la economía valenciana. Otros, aunque lo consideran fundamental, creen que no puede ser un motor, pero hay que apoyar su desarrollo.

Es un sector interesante y peligroso. Lento en sus resultados, pero con grandes beneficios una vez comercializado el producto. La biotecnología sigue creando empresas a pesar de la crisis, y las perspectivas interanuales de crecimiento son del 18,9% y del 4,3% respecto a su facturación, según el Informe de la Relevancia de la Biotecnología 2009 elaborado por la Fundación Genoma España. A simple vista parece un sector seguro, pero tiene sus inconvenientes.

La evolución que han tenido las bioempresas en la Comunitat es, según María Eugenia Hernández, gerente de la Asociación de Empresas Biotecnológicas de la Comunidad Valenciana (Bioval), "destacable". Según los últimos datos a los que a tenido acceso VP, de 2007 a 2008 se crearon siete empresas y no desapareció ninguna. Además, a finales de julio la organización firmó un protocolo con la Administración autonómica para crear líneas de acción y apoyar a este sector incipiente.

La estrategia regional de Bioval para fomentar el crecimiento de las empresas biotecnológicas consiste en buscar sinergias y fomentar la cooperación entre ellas para evitar la atomización, asesorar en aspectos de mercado y en la búsqueda de herramientas de financiación pública, y procurar la internacionalización de las empresas a través de una plataforma digital a modo de escaparate.

LOS 'PEROS' DE LAS BIOEMRPESAS

Los resultados fruto del trabajo de Bioval y de las empresas están siendo positivos. Como adelantó Hernández, desde la asociación están trabajando en este momento para cerrar acuerdos en India, pero queda mucho por hacer. Las bioempresas necesitan financiación para aguantar los primeros años y las operaciones de capital riesgo en España siguen muy por debajo de EEUU. "Está en proceso de crecimiento, pero el capital riesgo tiene que estar formado, y es lo que falla. En España se invierte una media de un millón de euros por operación, en EE UU 15", declara la gerente.

Asimismo, según el Informe Anual de la Asociación Española de Bioempresas 2009 (Asebio), las principales barreras para el desarrollo del sector fueron los factores tiempo y coste, señalado por un 42% de los encuestados, y un 41% afirmó que su handicap era el acceso al capital. Para el 19% el problema fue la falta de acceso a los mercados internacionales.

Tomás Guillén, presidente de la Asociación Valenciana de Business Angels (CvBAN), ve el sector como una atracción para los inversores. Por la velocidad que está tomando en la Comunitat y por su tasa de crecimiento anual. Además, añade el ingrediente de la innovación. Aunque siempre hay algún 'pero'.

"A simple vista todas las características son perfectas para un business angel, pero es un sector muy complejo, muy grande y muy diverso. Hay que saber y conocer para invertir y es complicado", explica Guillén. Por esta razón, el pasado miércoles, CvBAN y la Fundación de la Ciudad Politécnica de la Innovación (CPI) organizaron un Foro de Inversión en Biotecnología para 'educar' a los interesados. "Al inversor le cuesta apostar en este sector porque lo desconocen y es más difícil de amortizar que un solar", afirma Noelia Romero, program manager de la Fundación Genoma España (entidad pública que impulsa el desarrollo tecnológico, la transferencia de conocimiento y la innovación, principalmente en el sector biotecnológico).

¿Dónde está el principal problema? Para Guillén reside en la lentitud. A su parecer, si un particular decide apostar e invertir entre 100.000 y 300.000 euros en una empresa, pero ésta no tiene ingresos durante años, el riesgo es muy elevado. Por ello, su recomendación es involucrarse en la tecnología blanca (bioenergía) porque es mucho rápida en convertir una idea en un producto de mercado. En la Comunitat, esta variante representa al 27% de las empresas del sector. Por su parte, el 32% de las empresas pertenecen a la biotecnología verde, con aplicaciones en la industria alimentaria o en el desarrollo de biofertilizantes; y el 33% forma parte del área roja, empresas que trabajan en el desarrollo de medicamentos y dermoestética entre otras actividades.

5º PUESTO EN EUROPA

Los datos del Informe de la Relevancia de la Biotecnología 2009 de Genoma España, revelan unos datos esperanzadores para el sector. La facturación de las empresas se estima que alcanzó los 706 millones de euros en el año 2008, lo que en términos de riqueza nacional significa el 0,06% del Producto Interior Bruto (PIB), duplicando la cifra de contribución al PIB del año 2000. En el periodo de estudio 2000-2008 la facturación de las empresas biotecnológicas se incrementó en un 260%. 290 empresas nacionales se dedicaban a la biotecnología en 2009.

Según Romero, la relevancia científica del sector español es muy elevada, ya que la producción nacional ocupa el quinto lugar en el ranking de la Unión Europea, y el undécimo en cuanto a patentes registradas. "Valencia, en muy poco tiempo, ha potenciado su biotecnología, es un sector potente para invertir", añade.

Sobre si se puede convertir en el motor de la economía de la Comunitat hay discrepancias. Mientras que Hernández asegura que sí porque la apuesta por la biotecnología es cada vez más importante, Guillén opina lo contrario sin desmerecer su trascendencia.

"Estructuralmente es un sector intensivo en conocimiento, pero no en mano de obra. Aunque su aportación es muy alta, no tiene capacidad para convertirse en uno de los pilares económicos, lo que no quiere decir que no haya que apostar por él", declara el business angel. Hernández, por su parte, confía en los acuerdos que están llevando a cabo desde la asociación con los sectores tradicionales de la Comunitat para investigar y desarrollar nuevos productos con base tecnológica