VALENCIA. La Justicia funciona de una manera peculiar. Aunque algunos pueden estar acostumbrados a la manera americana de entregar una notificiación, en la que un funcionario busca en cualquier sitio a un posible testigo, acusado o denunciado para entregarle un papel, en España las cosas no funcionan así. Aquí, cuando alguien tiene una causa con la Justicia, da una dirección para las notificaciones y un teléfono de contacto. Y allí le busca el funcionario si le necesita. Y si no está allí... Pues no se entrega la notificación. Si pasa el tiempo se acaba publicando en algún diario oficial para que queda constancia.
Así, cuando este fin de semana el juez Castro, el instructor del caso Nóos, quiso comunicarle a Francisco Camps, expresidente de la Generalitat, que tenía que fijar un sitio para contestar este mismo domingo a las preguntas que, por escrito, le formulaban las partes, le buscó en la sede del Consell Jurídic Consultiu, organismo del que Camps es miembro y cuya sede fue la que dio para que le enviasen allí cualquier requierimiento. Y le llamó por teléfono.
Pero Camps, ni nadie, estaba en la sede del CJC el sábado. Al margen de que ha cambiado de dirección, la sede de este órgano dependiente de la Generalitat no está abierta los sábados. Y al teléfono no contestó nadie, al menos al que tenía el juzgado. El sábado por la tarde empezó a correr como la pólvora la noticia de que el juzgado no encontraba a Camps y ocupó páginas de periódicos y rebotó en las redes sociales.
¿Dónde estaba Camps? Según el propio expresidente declaró la tarde del domingo y una vez el juez ya había decidido retrasar la comparecencia por no poder encontrarle, había hecho vida normal. Había estado en casa y había hecho lo mismo que hace un fin de semana normal, según declaraciones recogidas por el diario ABC. Y nadie le había dicho nada. El expresidente había dado por hecho que, al no tener que prestar declaración de forma presencial, como sí hizo Rita Barberá, la declaración por escrito no sería el fin de semana.
Según ha podido saber ValenciaPlaza.com, incluso acudió, como es su costumbre, al Club de Tenis de Valencia, donde disputó un partido con el presidente, precisamente, del Consell Jurídic Consultiu. Pese a que todo el mundo sabía desde el martes por la tarde que la Justicia le estaba buscando, ni él ni su abogado se dieron por aludidos y no se presentaron ante el juez de forma voluntaria.
La Justicia, con su rigidez habitual, tampoco hizo ningún esfuerzo añadido más por encontrar a Camps. Un hecho que recuerda a otro episodio absurdo, cuando el juzgado de Valencia buscaba a Julio Iglesias para interrogarle por el caso Ivex y no había conseguido localizarlo. Un día, incluso, llegó a actuar el popular cantante en la Ciudad de las Ciencias, a unos 100 metros de la Ciudad de la Justicia. Pero ni así le entregó la citación.
UNA DECLARACIÓN DECISIVA
La declaración de Camps por el caso Nóos se espera con interés después de que el Tribunal Superior de Justicia considerara que no había motivos suficientes para imputarle, tal y como había solicitado el juez de Palma por ser aforado en su condición de diputado autonómico. Es lo mismo que pasó con Rita Barberá. Ella sí acudió a declarar el sábado. De hecho, su versión de los hechos, explicada como testigo, dista notablemente de lo que el juzgado y la fiscalía considera hechos probados. Como testigo, Barberá (ni Camps) pueden mentir.
En medios jurídicos no se descarta que esta declaración y la que pueda prestar finalemente Camps, puedan volver a provocar que el juez Castro pida de nuevo la imputación de ambos.
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