VALENCIA. Zinkia, la productora del popular dibujo infantil Pocoyó, recibió otro serio revés este pasado viernes, cuando solo acudieron el 48,5% de los tenedores de la primera emisión de obligaciones lanzados en noviembre de 2010. Un porcentaje insuficiente para alcanzar el quórum requerido de dos terceras partes de las obligaciones en circulación, de conformidad con lo establecido en la Ley de Sociedades de Capital en su artículo 425.
Habrá que esperar al nueve de diciembre, que es cuando se ha fijado la nueva Asamblea General de Obligacionistas, que deberán dar el visto bueno a la propuesta del presidente y fundador de la compañía, José María Castillejo. Una propuesta que pasa por ampliar el vencimiento de dicha emisión hasta 2015 y elevar el cupón anual del 9,75% hasta el 11%.
Castillejo confía en llegar a buen puerto y de hecho, tal y como se recoge en el hecho relevante que Zinkia remitió a la CNMV, puesto que durante la asamblea del pasado viernes la mayoría de los obligacionistas allí presentes -"y mediante votación a mano alzada"- se pronunciaron a favor de la propuesta "sin perjuicio de que la misma, y hasta la celebración de la asamblea en segunda convocatoria, no sea todavía vinculante".
La también cotizada del Mercado Alternativo Bursátil (MAB) tiene fijado mañana martes el vencimiento de su emisión, por lo que habrá que esperar a ver que dice la CNMV -si es que se pronuncia-, que por otro lado hasta ayer domingo no recogía manifestación alguna en la ficha de Zinkia.
Lo que es un hecho es que la empresa no tiene precisamente un buen feeling con el organismo supervisor presidido por Elvira Rodríguez después de que ésta obligara a que el tríptico con la segunda emisión que quería lanzar Zinkia advirtiera no tener a corto plazo con liquidez suficiente para pagar sus deudas. Un hecho que tuvo mucho que ver con el fracaso de la segunda remesa de los conocidos ya como 'Bonos Pocoyó'.
EN PLENO PROCESO PRECONCURSAL
De ahí que Castillejo no tuviera otra solución que acogerse al preconcurso de acreedores, lo que le permite contar con un plazo de tres meses -ampliable a cuatro- para renegociar su deuda antes de declararse insolvente. Sin embargo, la compañía advirtió que su intención es "continuar sus negociaciones con los acreedores para procurar la refinanciación de la deuda" de la compañía, que rondaría los 10 millones de euros.
Todo ello después de que el presidente reconociera en estas últimas semanas "tensiones" y "problemas" de tesorería en la compañía, pero recalcando por activa y por pasiva que "no eran ni Nueva Rumasa ni Pescanova", pero había subrayado que la productora tiene un alto potencial de crecimiento de su negocio y de la marca, con una previsión de ventas de 21,45 millones de euros para este año y de 45,05 millones de euros para 2015.
PIERDE UN 75% EN EL MAB
Mientras tanto el valor de Zinkia en el MAB ya se sitúa por debajo del medio euros, es decir en mínimos históricos, muy lejos de los 1,92 euros a los que partió allá por julio de 2009 convirtiéndose en la primera empresa en cotizar en dicho mercado para pymes en expansión. Desde entonces y hasta ahora se ha dejado en el parqué tres cuartas partes de su capitalización.
Asimismo conviene recordar también que la productora de Pocoyó fue la primera firma del MAB en debutar en Wall Street justo hoy hace dos años. Una operación que el propio Castillejo apuntó que le iba a permitir diversificar su base de inversores, así como mejorar su posicionamiento en el mercado estadounidense, clave para el desarrollo de la compañía.
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