VALENCIA. La Generalitat introducirá en la ley de acompañamiento a los Presupuestos para 2014 un nuevo impuesto que gravará los depósitos bancarios. Según la estimación del Consell, de este modo podrá recaudar 230 millones de euros.
Como ya adelantó Valenciaplaza.com, la norma sigue el modelo de la que se aprobó a principios de año en Cataluña y que comenzará a aplicarse en cuando el Ministerio de Hacienda levante su suspensión.
Tras la sentencia del Tribunal Constitucional favorable a la aplicación de este impuesto por las comunidades autónomas, Cristóbal Montoro ha anunciado que, en breve, dará el visto bueno para que vuelva a entrar en vigor. Además de la valenciana y la catalana, los gobiernos de Extremadura, Andalucía, Asturias y Canarias también cuentan su propia norma en este sentido, que grava a las entidades, pero no a los depositarios, según sus autores.
Según el conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, el ingreso previsto a través de este impuesto se ha contabilizado para 2014, pese a no poder recaudarse. Como justificación, el conseller ha denunciado la "infrafinanciación" que sufre la Comunitat Valenciana, cifrada en 305 millones en 2014 frente a 2013.
En todo caso, el conseller ha reconocido que está pendiente de dilucidar qué va a pasar con la regulación a tipo cero impuesta por el Estado, que ha significado compensar con 250 millones a las autonomías que ya lo estaban aplicando cuando salieron adelante las leyes de Cataluña y Austurias y se suspensió cautelarmente hasta una sentencia del Constitucional.
CATÁLOGO DE EXENCIONES
En el caso valenciano, se fijan diferentes exenciones en función del domicilio social de la entidad, su obra social o el número y ubicación de sus oficinas y sucursales, especialmente con las que se encuentran en municipios de menos de 2.000 habitantes.
Ante la peculiaridad del mercado valenciano, con una presencia de cooperativas de crédito muy superior al resto de comunidades, Moragues ha anunciado que se tendrá en cuenta sus peculiaridades.
Con el actual sistema, Bankia y SabadellCAM serán las que tengan que pagar más por el volumen de sus depósitos. Sin embargo, con el modelo general, el efecto que tendría este impuesto sobre las cooperativas podría condenar a su desaparición a un buen número de ellas, al superar en muchos casos el coste del impuesto a los propios beneficios.
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