VALENCIA. La renovación en serie de Feria Valencia comienza su segunda temporada. El acceso a la presidencia de la institución del también presidente de la patronal autonómica Cierval, José Vicente González, avanza en el proceso de calafateo de la estructura de la organización que se inició hace casi dos años con la entrada de un hombre de la patronal como Enrique Soto en la director general.
Con este cambio no sólo se consuma la revolución patronal que ha ido apartando a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, del control de la entidad con el que contaba desde hace más de 20 años, sino que condiciona la elección del nuevo responsable hasta pasadas las elecciones autonómicas y locales.
Distintas fuentes confirman que en la reunión en la que hoy presentará su dimisión Catalá, González asumirá en su condición de vicepresidente la máxima responsabilidad en el comité ejecutivo de forma interina, hasta que expire el mandato en diciembre de 2015.
De este modo, los representantes de la Administración que elijan al próximo presidente dentro de más de dos años serán quienes ganen las próximas elecciones, más disputadas que en ediciones anteriores, según las encuestas.
EL EFECTO GONZÁLEZ
Los motivos personales, vinculados a la situación de su empresa, que han hecho que Alberto Catalá, hombre de la absoluta confianza de Barberá, deje el puesto se unen al desgaste generado por el ejercicio del poder durante los últimos 14 años y su vinculación al caso Gürtel, como apuntan fuentes empresariales.
Cuando hace dos años se planteó la salida de Catalá, distintos conocedores del proceso señalan que la defensa realizada por Barberá de la continuidad del empresario fue fundamental para que se mantuviera en el cargo. Ella cedía con el director general, pero no en desalojar de la presidencia a alguien tan vinculado a ella.
Sin embargo, el efecto de puertas para dentro que esta decisión puede ser relativo, ya que la incidencia del presidente en la gestión se ha ido reduciendo hasta dejar manos libres al director general, que ahora espera a su antiguo jefe.
VUELVE EL TANDEM
Aunque Soto accedió a la dirección general de CEV con Rafael Ferrando, fue con González con quien desarrolló el saneamiento de la organización, antes de que los impagos de la Generalitat la hayan vuelto a meter en aprietos económicos. "Vuelve el tandem", apuntan fuentes patronales.
Aunque diversos empresarios aseguran que la entrada de González va a significar un revulsivo para la feria, otros simplemente consideran que Soto trabajará aún con más libertad, ya que el respeto y la confianza mutua es absoluta. Sí conseguirá González que la entidad recupere presencia pública.
Mientras que Catalá ha ido perdiendo relevancia institucional, González ha reforzado su papel en la estructura de poder valenciano y, siendo crítico con los impagos y algunas decisiones de la Generalitat, siempre han mantenido una relación correcta con Barberá.
CONTINUIDAD EN LA REFORMA
Con fama de hombre eficiente y discreto, Soto está cambiando las formas de hacer en la institución y, también, el modelo de negocio. Pese ha haber tenido que negociar un nuevo expediente de regulación de empleo (ERE) nada más llegar al cargo, la transparencia practicada con la plantilla y sus dotes de negociación con los sindicatos le permitieron superar el trago sin hacer de la empresa un campo de batalla.
Este un punto de vista mercantil, la idea que plantea es dividir la institución en dos empresas. Por un lado, quedaría el propio recinto, el segundo mayor de Europa, con sus 572 millones de euros de deuda, y que condiciona la gestión de la institución; y por otro, el negocio de la organización de certámenes, tanto en Valencia como en cualquier sitio donde los expositores quieran estar presentes.
En este sentido, ferias como la de la moda infantil FIMI se han pasado a celebrar en otras ciudades con buenos resultados para acercar el productos a los potenciales compradores, que no siempre están dispuestos a desplazarse a Valencia, pero sí puede acudir si se celebra en Madrid o Barcelona.
LA GENERALITAT ACEPTA EL ACUERDO
En todo este proceso, la Generalitat valenciana ha cedido sus poderes de forma tácita a Barberá, ante la extremadamente delicada situación de la entidad y el riesgo de tener que asumir los 572 millones de euros. La confianza que despierta la gestión que está realizando Soto les ha hecho seguir la misma línea, según fuentes vinculadas al proceso.
No es la primera vez que un presidente patronal asume la dirección de un recinto ferial en la Comunitat Valenciana. En el caso de la Institución Ferial Alicantina (IFA) es habitual que el presidente de la patronal provincial Coepa ocupe ambos cargos, como ha ocurrido en los casos de Modesto Crespo y de Moisés Jiménez, aunque este último haya pasado el mando en la feria a Manuel Román en septiembre de este año.
La posibilidad de que el presidente provincial valenciano, Salvador Navarro, hiciera la propio en este caso no se ha planteado. La razón es que Navarro en secretario del comité ejecutivo y no vicepresidente, además de haber tenido distintos enfrentamientos con Barberá.
El pasado año, el presidente de CEV se opuso decididamente a la ampliación del Palacio de Congresos de Valencia, como pretendía la alcaldesa de Valencia. El pulso obligó a que el presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, José Vicente Morata, tuviera que tomar partido, y su inclinación hacia Barberá enfrió las relaciones entre ambos empresarios.
El recinto ferial de Valencia es el segundo de España por tamaño, tras Gran Vía de la Feria de Barcelona. Hay algunos recintos en Europa mayores de que el de Valencia. Hannover, Milán, Frankfurt, Colonia, Duseldorf, París,.. Si nos referimos a la facturación, mejor no medir a la feria de Valencia con otras, pues hay decenas de organizaciones por delante
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