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Discrepancias, rencores y obediencia debida en Canal 9 ante el juez

A. MOHORTE. 23/10/2013

Los responsables de la empresa se defienden alegando al cumplimiento de las indicaciones recibidas de sus superiores, incluidos los sucesivos directores generales, que no evitan cruzarse reproches

VALENCIA. El juicio que estudia la legalidad del expediente de regulación de empleo (ERE) de Ràdio Televisió Valenciana (RTVV) ha permitido a los responsables de la cadena en los últimos años dar su versión de los hechos ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).

Aunque la mayoría ha reconocido la necesidad de la reestructuración, lejos de defender la idoneidad del procedimiento ejecutado, en la mayoría de los casos los testigos han orientado la culpa a sus superiores, ya fueran encargados del proceso de la selección, secretario general de la empresa o directores generales.

"Mi interés en el caso, como el de la Generalitat, era salvar la empresa", ha sentenciado el penúltimo director general, Alejandro Reig, en la segunda jornada del juicio, celebrada este martes. En su paso por la empresa, limitado a algo más de tres meses, ha asegurado no recordar prácticamente ningún aspecto concreto y haber seguido las indicaciones del equipo directivo de la empresa, heredado de su antecesor, José López Jaraba.

SEÑALANDO HACIA ARRIBA

José López JarabaA su vez, Jaraba, director general cuando se inició el ERE, ha reconocido ante el tribunal que era testigo de la grave situación económica de la empresa y de los mínimos niveles de audiencia e ingresos, pero ha defendido que fue la Generalitat quien decidió hacer un plan de reestructuración "muy agresivo".

"Fue una decisión política", ha asegurado Jaraba, antes de advertir que fue el Consell, acompañada de la dirección quien organizó el desarrollo de la reestructuración de la empresa. Por su parte, su mano derecha, el exsecretario general de la empresa Juan Prefaci, ha señalado que recibía las órdenes del entonces director general y él se limitaba a llevarlas a la práctica.

Siguiendo esta escala de mando, Javier Martínez Salcedo, uno de los tres responsables de la comisión de valoración de trabajadores en Televisió Valenciana (TVV) para su despido o permanencia, asegura que ellos lo único que hicieron fue aplicar los criterios establecidos en el ERE (del que se responsabiliza a Garrigues, en cuyo despacho realizaron la selección).

Para ello, contaban con las bases de datos con la información disponible de los empleados, que elaboró Recursos Humanos, y el informe de reestructuración realizado por PWC para saber qué número de empleados debían quedar por departamento.

Y ENTONCES LLEGÓ VIDAL

Rosa VidalCaso distinto ha sido el de Rosa Vidal, actual directora general. Cuando ella se incorpora a la empresa en abril de 2013, el ERE está a mitad de su aplicación, pero, al analizar lo realizado hasta entonces, aprecia distintos errores y discrepancias de los que exige explicaciones a Garrigues.

Abogado del Estado y proveniente del área de Derecho Público del despacho Broseta Abogados, elaboró al menos dos informes jurídicos en los que propuso reevaluar la situación de los trabajadores que quedaban por ser afectados, contemplando medidas que evitaran empeorarla situación.

Entre otros, propuso librar del ERE a los titulares de familias monoparentales, a quienes tuviera a personas discapacitadas a su cargo o a uno de los miembros de las parejas en las que dos dos mimebros fueran a ser afectados por el ERE.

LOS REPROCHES DEL ANTECESOR

Alejandro ReigIgualmente, paralizó el despido de trabajadores de los servicios técnicos, ante el riesgo de que fuera imposible seguir emitiendo por la imposibilidad de externalizar este departamento en el plazo disponible antes del fin del periodo de aplicación del despido colectivo, que era de tres meses.

Esta actitud de Vidal ha generado reproches por parte de su antecesor inmediato, Alejandro Reig, que advirtió en su declaración de este martes que él había desafectado a un 0,05% de los incluidos en el ERE, "justificados cada uno de ellos por motivos operativos" que le expuso el equipo directivo (del que después prescindiría Vidal), "no como los 186 de la 'repesca' que se hizo después".

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