VALENCIA. Los impagos del Plan Confianza siguen causando estragos. Esta vez son las empresas adjudicatarias de las obras de reurbanización de Ruzafa las que están teniendo problemas con los cobros. A pesar de que fueron adjudicadas por el Ayuntamiento de Valencia, los pagos corresponden al gobierno autonómico.
Las obras de esta zona están repartidas entre tres compañías. Por un lado la reurbanización de la calle Literato Azorín, con un presupuesto de licitación de cuatro millones corresponden a la compañía Corsán-Corviam. La segunda de las obras corresponde a la urbanización de Denia y adyacentes, adjudicadas a FCC por 2,15 millones. Y la tercera parte es la urbanización del eje Pedro III, adjudicada a la constructora Ehisa.
Estos problemas están provocando que algunos de los trabajadores de una de las empresas adjudicatarias no cobren. Sin embargo, las obras continúan adelante, ya que éstos no tienen porque implicar la paralización. Según explican fuentes municipales, hay empresas que continúan a pesar de los retrasos en los pagos porque también son adjudicatarias de otros proyectos del Ayuntamiento, y van compensando. Aunque también depende de lo que el tamaño de las empresas les permita soportar.
Aunque sea el Ayuntamiento de Valencia el que adjudica las obras, en los contratos existe una claúsula que en el caso de impagos el consistorio se desentiende de forma total de éstos. Por lo que, según afirman desde el grupo socialista municipal, en la mayoría de casos no se preocupan de reclamar a la Generalitat este dinero para no perjudicar a las empresas, sino que se exime de la responsabilidad.
Uno de los proyectos paralizados recientemente por el impago de la Generalitat ha sido el Centro de Mayores de Monteolivete. Esta paralización se dio por la falta de pago de varias certificaciones por parte de la Conselleria de Bienestar Social. La Generalitat adeudaba a la mercantil encargada de la obra 273. 797, 88 euros. Algunos de los pagos excedían más de cuatro meses de demora. Otra de las obras que han sido paralizadas es la del Polideportivo de Nou Moles para el que ya se encontraba hecho hasta el socavón para levantarlo.
AÚN QUEDAN MÁS DE 27,4 MILLONES POR AUTORIZAR
El Plan Confianza, impulsado por el expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, nació como una medida similar al Plan E, encabezado por el Gobierno socialista de José Luis Rodriguez Zapatero. Hace más de dos años que todas las obras deberían estar concluídas. Sin embargo, la falta de liquidez de la Generalitat para hacer frente al pago a las empresas que los ejecutan, ha hecho que el plazo de ejecución se haya prorrogado ya tres veces.
Pedro Sánchez, concejal socialista del Ayuntamiento de Valencia, ha reiterado en numerosas ocasiones que debería llamarse 'plan desconfianza'. El plan se puso en marcha el 29 de febrero de 2009, cuando se publicó el decreto por el que se creaba. No obstante, en su artículo 9 se apuntaba a que las obras debían estar concluidas antes del 31 de enero de 2011.
De los 163,69 millones que corresponden a Valencia, la Generalitat ha autorizado la financiación de obras por 136,2 millones y por tanto aún quedan por autorizar 27,4 millones más. Según explica Sánchez, la lista de proyectos aprobados no se ha actualizado en la página web de la Generalitat desde abril de 2012. Por otro lado, las obras se han prolongado a 2014.
El retraso de las obras, también propició que el Consell tomara la decisión, el 26 de julio de 2013, de dar la opción de sustituir unos proyectos por otros más actualizados, siempre que los últimos no superaran el importe de los ya actualizados. Eso sí, no debían estar empezados a 31 de julio de 2013.
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