Lo de Deloitte clama al cielo. Que daño nos está haciendo esta empresa a los valencianos. Pero aun siguen adjudicandoles contratos despues de lo que hicieron con el Plan de Reestructuración del Sector Público? Por Diossssss

La Ciudad de las Artes y las Ciencias fue en su concepción inicial un proyecto socialista de ámbito local/ regional, basado en la creación de un Museo de Ciencias experimental, similar al Exploratorium de San Francisco para dotar a Valencia de este tipo de centro didáctico similar los que ya tenía otras grandes ciudades como Madrid y Barcelona. La Llegada del PPCV, modifica el proyecto que se apunta a la tendencia de moda en esos momentos de utilizar la arquitectura espectacular para fomentar el turismo, dando más importancia al Continente que a los Contenidos. Se le añaden, con bastante improvisación, todo hay que decirlo, otras instalaciones cuyas ofertas de ocio reúnan los requisitos de ESPECTACULARIDAD, ORIGINALIDAD y EXCLUSIVIDAD necesarios para atraer turismo de masas y se diseña para tal fin, el mayor Oceanográfico de Europa. En definitiva y por no alargarme con detalles….se comete el primer despropósito con el diseño anárquico de los contenidos del complejo, porque si se modificaba el objetivo de las instalaciones que eran de ámbito local, para pasarlo a ser un centro de atracción turística de masas, lo normal hubiera sido replantear la oferta de ocio en su conjunto, y en ese caso el Museo de Ciencias experimental y el Hemisferico NO aportaban los requisitos señalados, ya que en Madrid y Barcelona ya existían instalaciones de este tipo similares o mejores que la de Valencia. Con todo y como la idea de la Arquitectura espectacular para atraer turismo funciona, el complejo y sus profesionales consiguen durante todos estos años un éxito incuestionable de visitantes, si bien lo “único” que operativamente es rentable es la instalación que reunía los requisitos señalados de “Espectacularidad, Originalidad y Exclusividad”…….el Oceanográfico”. No se puede entender el sector de grandes centros temáticos ni de los grandes eventos, atendiendo a sus datos de explotación directa (venta entradas), sino que sus mayores ventajas radican en lo que se ha venido llamando “beneficios indirectos”. Incluso muchos de los parques Disney son deficitarios en su explotación directa, pero rentables en sus beneficios indirectos, los otros negocios que se generan a su alrededor. Es imprescindible entender esto, ya que las mayores ventajas de La Ciudad de las Artes y las Ciencias están en sus múltiples “beneficios Indirectos”, siendo el aumento del turismo uno de ellos. Por tanto si se establece para el complejo valenciano una privatización de la gestión basada en un operador que saque rendimientos “únicamente” a la explotación directa, (venta de entradas) en el mejor de los casos le generará beneficios, …pero no tantos como para afrontar las necesarias y continuas reinversiones que este tipo de instalaciones necesita, que hay que recordar deben tener los tres requisitos básicos y carísimos por los que se mueve el turismo de masas: --Espectacularidad, --Originalidad y --Exclusividad, porque si no se estaría condicionado el futuro de las instalaciones a tener una oferta de ocio de interés “solo local”, provocando con el tiempo que no tendrá mayor interés turístico que el de ver las instalaciones por fuera, como ha pasado con el Museo de Ciencias. Museo de Ciencias, por otra parte, que necesita remodelación urgente y buscarle otra oferta de ocio complementaria que atraiga turismo, principal objetivo del complejo. El dilema de si el complejo debe seguir estando gestionado por el sector público o privado, para mí es una cuestión secundaria. El autentico problema a resolver es volver a rediseñar unos contenidos que reúnan los requisitos señalados que el complejo necesita para “atraer turismo”, y una vez que se encuentren las soluciones, estás probablemente vayan de la mano de las empresas y gestores que deben gestionarlas provengan estos del sector público o privado. En mi opinión puede haber otras formas, de externalizar la gestión del complejo, incorporando empresas cuyo interés único y prioritario no radique en la explotación directa sino en la proyección externa que las instalaciones pueden darles y los negocios paralelos que estas mismas empresas pueden generar y es desde esta hipótesis desde donde se tenía que haber iniciado el proceso de reformas. Vengo sugiriendo desde hace unos años por diversas vías la posibilidad de ampliar la oferta de ocio del Museo de Ciencias, procurando la incorporación de alguna empresa del sector de los videos juegos, mercado en plena expansión que abarca múltiples aplicaciones didácticas compatibles con la actividad del museo actual. Y así ponía el ejemplo de Sony, multinacional líder en ese sector, muy partidaria de ubicarse en edificios emblemáticos espectaculares, (Sony Tower/N.York, y el Sony Center Berlin) y que ya dispone en sus oficinas americanas de un museo didáctico de gran aceptación, el Sony Wonder Technology Lab. Naturalmente esto no surge ni se desarrolla por generación espontanea, sino que es necesario la realización de un proyecto temático previo que aclare las ideas y fije claramente las opciones de ocio. La ventaja de La Ciudad de las Artes y las Ciencias, de la que carecen otros centros, parques temáticos y museos es que el complejo valenciano admite otras formulas de ocio y de negocio, pero para ello hay quizás que elevar las miras y creer en el potencial de las instalaciones con el fin de buscar más alternativas a la mera Externalizacion de la gestión. En definitiva quien se haga cargo del complejo pretendiendo rentabilizarlo con la mera venta de entradas, es posible que obtenga beneficios al flexibilizar y minimizar al máximo las plantillas y los gastos y adaptarlos a la inercia actual de visitantes, pero “esta forma de explotación” de las instalaciones, puede ser interesante para algunos operadores, pero no para la Comunidad Valenciana, que seguirá teniendo que pagar los mismos créditos por la inversión e irá viendo como el número de visitantes y los “beneficios indirectos” van disminuyendo con el paso de los años, toda vez que el aumento de la venta de entradas, en este tipo de macro-instalaciones, se genera con la permanente inversión en nuevos y caros contenidos y esto solo es posible si el gestor dispone de otros intereses y negocios paralelos, que favorezcan el cambio continuo de la oferta de ocio……….como es el caso Disney. Fdo. Izaskun García Azcarraga