VALENCIA. "No se puede abrir las puertas y que mañana haya un casino en cada esquina". Así de claro ha sido el presidente de Acrismatic, la empresa que engloba la marca de apuestas Juegging y Casino Mediterráneo de Alicante y de Orihuela, Jesús Álamo, ante la intención de los hoteles de Benidorm de abrir minicasinos en sus establecimientos.
La patronal hotelera de la Costa Blanca, Hosbec, había conseguido que la Generalitat incluyera en el Programa de Medidas de Impulso para el Crecimiento Económico la liberalización del juego de casinos en la Comunitat Valenciana, permitiendo abrir este tipo de establecimientos y versiones reducidas de estos al margen de los actuales operadores.
De este modo, incrementarían el atractivo de su oferta, ya frecuentada por turistas extranjeros acostumbrados a las casas de juego en sus países, y podrían captar ingresos por esa vía. Sin embargo, las grandes empresas de este negocio en la Comunitat han logrado en las últimas semanas parar el desarrollo del proyecto desde la Conselleria de Hacienda.
CONSERVAR EL 'STATU QUO'
Según ha explicado Álamo en la presentación del primer ExpoCongreso de Juegos de la Comunitat Valenciana, Expojoc; los hoteleros buscaban poner salas con máquinas de juego en sus resorts, sin ningún otro elemento. Al haberse paralizado la modificación de la actual Ley 4/1988, de 3 de junio, del Juego de la Comunitat, los hoteles tendrán que negociar con las empresas de casinos y verse obligadas a incluir al menos dos mesas de juego físicas, con sus correspondientes crupieres.
A día de hoy, el negocio de los casinos está regulado en la Comunitat con limitaciones muy concretas sobre el número y la distancia permitida entre casinos. Además, para la apertura de uno de estos establecimientos se exije una serie de autorizaciones, pendientes de progresivas prórrogas para continuar con la actividad.
Estas restricciones no han logrado blindar a los casinos, bingos y salas de juego de los efectos de la crisis, lo que se ha traducido en más de 2.000 despidos y en la mudanza de algunos establecimientos, como el traslado del casino de Torrevieja a Orihuela, con la esperanza de que sea una ubicación más productivas.
TRES JUGADORES SE REPARTEN EL TABLERO
Desde mediados de los años 90, tres grandes compañías dominan el mercado de los casinos en la Comunitat, según provincias. Así, en Alicante ejerce su dominio el Grupo Acrismatic, que cuenta desde 1999 con el Casino Mediterráneo de Alicante y el de Orihuela - Costa, apéndice del anterior; en Valencia, la compañía Cirsa, que asumió el antiguo Casino Monte Picayo, actualmente situado en la Avenida Cortes Valencianas con la denominación de Casino Cirsa Valencia; y en Castellón, el Grupo Orenes, que en 2008 abrió el Gran Casino Castellón - Puerto Azahar.
Tanto Cirsa, a través de la mercantil Sportium Apuestas Deportivas, como Acrismatic, por medio de Juegging, ya se beneficiaron hace un año del reparto de licencias fruto de la regulación autonómica del negocio de las casas de juego, mientras que Orenes ofrece este modo de juego en más de una veintena de sus salas.
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