MADRID (EFE). El Gobierno ha achacado hoy la actividad sísmica en los alrededores del almacenamiento de gas Castor a pequeños movimientos en "fallas normales" y ha asegurado que "irá decayendo" tras interrumpirse la inyección de gas.
Fuentes gubernamentales han explicado hoy que las fallas que se sitúan alrededor de Castor "se han movido ligeramente y han dado lugar a estos seísmos de pequeña magnitud".
Los expertos están estudiando qué tipo de fallas son las causantes de los movimientos sísmicos y, sobre todo, averiguando cuál es el epicentro de los terremotos, un dato fundamental porque "ayudará a conocer el foco o la causa que podría haber generado estos procesos".
"Lo que sabemos es que son fallas pequeñas", han subrayado, como demuestra el hecho de que los seísmos han sido de pequeña magnitud.
Como parte de los estudios que se están llevando a cabo, el Instituto Geológico Minero va a instalar un sismógrafo -a pesar de que el ministro de Industria, José Manuel Soria, dijo esta mañana que serían dos- en las islas Columbretes, ya que los dos que funcionan actualmente están demasiado lejos para ubicar con exactitud el epicentro de los seísmos.
Estas mismas fuentes han reconocido que existe una relación espacial y temporal entre las inyecciones de gas y los terremotos y han calificado de normal que la actividad sísmica continúe semanas después de interrumpirse la entrada de combustible porque "cuando se produce una deformación en el terreno tarda un tiempo en acomodarse".
"En general, cuando se produce un almacenamiento de esas características hay algún grado de sismicidad inducida", han apuntado.
En cualquier caso, han reiterado que "la seguridad de las personas tiene que se absoluta" antes de retomar la actividad.
Por ello, han descartado extraer el gas colchón inyectado hasta ahora, alrededor de un 70 % del total, porque consideran que esa posibilidad podría "desequilibrar más" la geología de la zona.
También han descartado que existiera un peligro asociado a la ubicación de la instalación, en las inmediaciones de la falla de Amposta, ya que "hay muchas fallas en la corteza terrestre" y eso no implica que tengan actividad.
Las fuentes han indicado que la auditoría externa que está analizando el proyecto Castor, tanto en términos económicos como técnicos, se encargó a mediados de julio y que sus resultados esperan conocerse a finales de octubre.
De las conclusiones de la auditoría dependerá la retribución que reciba la instalación en caso de que consiga la autorización administrativa.
El proyecto Castor, con una inversión de 1.200 millones de euros, trata de aprovechar un antiguo pozo petrolífero a 1.750 metros de profundidad bajo el nivel del mar, ubicado frente a las costas de Vinaròs (Castellón), para almacenar hasta un tercio de la demanda de gas del sistema durante 50 días.
El Ministerio de Industria cesó la actividad de inyección de gas del proyecto el pasado 26 de septiembre para estudiar su posible relación con los seísmos que se están produciendo en la zona.
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