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VALENCIA. El negocio inmobiliario en la Comunitat Valenciana lleva varios años reprimido dejando como únicos actores en el mercado local a un reducido número de inversores encabezado por Pablo Serratosa, a través de Grupo Inmobiliario Zriser; la familia Beltrán o parte de la familia Lladró.

Sin embargo, las fortunas valencianas siguen teniendo dinero e intenciones de comprar, aunque Madrid y Barcelona siguen siendo interesantes, haciendo que distintos analistas advierta del "inicio de la recuperación". De hecho, este pasado tercer trimestre ha sido el segundo consecutivo que en el que las compras han superado al incremento de la oferta en estos mercados.

Los profesionales advierten que la ciudad de Valencia ha quedado fuera del circuito internacional de oficinas por la negativa valoración que se hace de la situación general del mercado español y la condición de territorio "ilíquido". Aunque todo el país está aquejado de los efectos de la crisis, la posibilidad de una futura venta de esos inmuebles se considera más probable en Madrid que en capital valenciana.

En el caso madrileño, las zonas donde los inversores valencianos están buscando buenas oportunidades son la Gran Vía o el barrio de Fuencarral, con fines tanto comerciales como para al gestión de edificios de oficinas. En el caso de Barcelona, las ofertas que se estudian con mayor detenimiento son las que surgen en las Ramblas y el paseo de Gràcia.

LAS JOYAS DEL MADRID EN VENTA

Según el balance de CB Richard Ellis (CBRE), si se suman las operaciones cerradas en las dos grandes capitales españolas en lo que va de año, se han alcanzado los 636 millones de euros de inversión, volviendo a los niveles de 2005. A esto se suma que los meses de verano han sido especialmente activos en el mercado de inversión de la capital, con grandes operaciones.

Así han sido calificadas las ventas en Madrid del número 85 de la calle Serrano, junto a la embajada de Estados Unidos; el edificio Crisalis situado en el 17 de la calle Juan Ignacio Luca de Tena (junto a la sede de ABC y el grupo Anaya en el distrito de Ciudad Lineal), y otros dos inmuebles más en las calles Capitán Haya y la Gran Vía, en el centro.

Con estos mimbres, las previsiones para el último trimestre, animado por ser siempre el más activo por motivos fiscales, son especialmente optimistas por sumarse a la buena actitud general a negociaciones en marcha para la compra de uno de los lotes de edificios de oficinas de la Sareb llamado Proyecto Corona, que podría alcanzar los 450 millones, entre los que se encuentran seis inmuebles en la capital.

Los inversores valencianos que quieren entrar en la operación han de tener en cuenta que no sólo competirán con los de otras partes de España, ya que este está siendo el país que más inversión extranjera atrae de los países del sur de Europa.

LAS GRANDES OPERACIONES DEL PRIMESTRE MADRILEÑO

Esta condición se explica en gran medida por las mejoras desde un punto de vista macroecómico y por la descomposición social de Grecia, la profunda crisis política de Italia o la reciente derrota en las elecciones municipales del partido del primer ministro portugués.

Sin embargo, es temprano para esperar una rentabilidad de las operaciones a corto plazo. Según CBRE, entre julio y septiembre el mercado a absorbido una oferta de 40.000 metros cuadrados en Madrid, un 21% menos respecto al trimestre anterior: la más baja desde el inicio de la crisis.

Esta disminución de la demanda, históricamente solo ha tenido lugar en un par de trimestres del año 1992, aunque entonces el tamaño del mercado era muy inferior al actual, advierten desde CBRE. Desde el comienzo de la crisis, solo en el primer trimestre de 2009 se registró una absorción tan baja, con operaciones que contabilizaron un total de 44.700 metros cuadrados.

Como casos concretos, mientras que a principios de año se cerraron tres importantes operaciones de arrendamiento en Madrid por encima de los 15.000 metros cuadrados (Vodafone, Iberia y la Agencia EFE), en el tercer trimestre la mayor operación en tamaño han sido los 7.000 metros cuadrados tomados por Ferroser en un edificio propiedad de Metrovacesa en el Parque Empresarial Vía Norte.