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VALENCIA. En la agenda de la semana venía marcado en rojo el Debate de Política General que se celebró los días martes 24 y miércoles 25. Sin embargo, en torno a la una del mediodía de la primera jornada saltaba la noticia: el TSJCV rechazaba imputar en el caso Nóos a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y al expresidente de la Generalitat Francisco Camps.

La propia responsable municipal señalaba, pocos minutos después de conocerse la noticia, que había detectado "quien estaba deseando ya" que la condenaran y recalcó que el proceso y la conclusión del mismo le hacían "mucho más fuerte".

La alcaldesa, un referente político nacional del PP, posee reflejos y sobrada experiencia para medir sus palabras. Tras esa comparecencia inicial, y liberada ya de las constantes preguntas acerca del caso Nóos y su posible imputación, Barberá ha vuelto en los días siguientes a marcar el camino en sus respuestas a los periodistas: duros ataques a la oposición y distancias marcadas con el líder del PPCV y presidente de la Generalitat, Alberto Fabra.

El propio jefe del Consell anunciaba en su discurso en el Debate de Política General, que ampliaría la liberalización de horarios comerciales a toda la Comunitat Valenciana. Una decisión que corresponde a los ayuntamientos y en la que la alcaldesa, no parece dispuesta a profundizar de momento. De hecho, preguntada por los medios por el anuncio de liberalización y las posibilidades de ampliarlo en Valencia señaló: "No lo he pensado, no me he manifestado para nada en la ciudad, ni sé qué se va a hacer, ni lo hemos hablado con nadie, si alguien ha dicho algo lo ha dicho voluntariamente pero sin más".

En cuanto a la oposición, Barberá ha retomado estos días con vigor su discurso agresivo e incluso dramático. "Algunas formaciones se pueden combinar y aliar solo por el interés del poder por el poder, sin ningún tipo de proyecto y con ideologías diversas. Me aterra que el futuro de Valencia pueda verse en esas manos", subrayó, para destacar después que el PP es "la única opción para que Valencia siga adelante en su proyecto de progreso".

Este tipo de manifestaciones, antaño muy habituales en Barberá, son un indicio de que la alcaldesa ya no se siente tan acorralada y tiene intención de recuperar la iniciativa. Aunque en medios nacionales se ha apuntado incluso a que Mariano Rajoy no descarta la opción de que fuera candidata a la Generalitat si las encuestas o las elecciones europeas fueran desastrosas, Barberá insiste en su "ambición por Valencia". Aunque, eso sí, no son pocos los que en el partido piensan que podría no autodescartarse solo para generar nervios en Presidencia.

En el PP creen que existen sensaciones contrapuestas en Alberto Fabra por la decisión del TSJCV de no imputar a Barberá. Aunque posiblemente la alcaldesa produzca más votos que cualquier candidato, el jefe del Consell sabe que con la exculpación de la primera edil se ha devuelto al tablero a una 'reina' difícil de controlar: una líder revitalizada con la que el presidente no tiene sintonía y que posee más tirón y contactos en Madrid que él mismo.