VALENCIA. "Los tempos de la política y la empresa van descompasados". Así de rotunda se mostraba Amparo Moraleda, presidenta del consejo directivo de Madrid de la Asociación Española de Directivos (AED), en el almuerzo-coloquio celebrado este jueves en el Hotel Westin de Valencia. Moraleda, con una gran trayectoria directiva, destacó la importancia de que Gobierno y compañías vayan de la mano en cuanto a reformas y actuaciones.
"La Administración debe trabajar con una mayor eficacia y más cuando las empresas están tomando esa medicina" apuntó. Moraleda se mostró crítica con los políticos e hizo hincapié en la necesidad de que el Gobierno alcance el ritmo de la empresa privada ya que aplazar la toma de decisiones nunca es bueno y puso como ejemplo las malas actuaciones en la crisis del euro.
Respecto a los casos de corrupción empresarial, Moraleda destacó que hace falta directivos que no sólo aporten valor, sino que también cuenten con valores. "Entristecen las acciones de fraude humano, debemos ser conscientes de todo lo que hacemos y lo que decimos". Además, recordó que detrás de cada político que recibe una comisión hay un empresario que está pagando.
La directivoa también se lamentó de la falta de liquidez existentes en el sistema bancario. "Uno de los problemas que tenemos es que no hay crédito y es muy difícil encontrar capital semilla para iniciar un proyecto" explica. "Ahora mismo sólo se financian los proyectos que se encuentran en desarrollo". Moraleda expuso su propio caso, ya que se encuetra buscando financiación para una startup.
"SI LOS POLÍTICOS VIAJARAN DONDE TOCA, OTRO GALLO CANTARÍA"
La presidenta del consejo directivo de Madrid de AED también reflexionó sobre "Liderar en tiempos de crisis" y destacó que, pese a la coyuntura, hay muchos equipos que están sabiendo capear y mirar con confianza al futuro. "Se puede invertir de forma sensata y se puede gestionar con integridad e inteligencia" afirmó.
Para Moraleda, el liderazgo es realizar un análisis ajustado de la realidad, y tener una visión clara de cuáles son los problemas que se tiene. "En el caso de no ser así tendremos una alucinación y la auténtica inteligencia del gestor es la que permite ver las cosas tal y como son" recalcó.
Moraleda reprochó que liderar en "vacas gordas" es encantador y fácil, pero ahora hay que pensar en un liderazgo que permita el aprendizaje para desarrollar nuevas capacidades. "Hay que buscar modelos que arrastren a la organización y que animen al personal a participar en la búsqueda de soluciones" explicó.
"Liderazgo es hablar de personas, proyectos, excelencia y superación" apuntaba. "El líder juega un papel fundamental pero sobre todo debe transmitir confianza, expectativa y convicción de que se puede trasformar el futuro". "Si nos conformamos con lo que nos toca, no nos va a ir muy bien" lamentaba. Moraleda recordó el caso de Meliá Hotels, empresa de la que es consejera, y explicó como la compañía consiguió transformar la zona de Calviá para reavivar sus hoteles.
También criticó el apego de los españoles a España. "Nos gusta nuestra tierra y no somos capaces de trasladarnos a donde están los clientes" reprochaba. "Hay que sacar de la cabeza el efecto sede" apuntó. "Si los ejecutivos y los políticos viajaran donde toca, otro gallo cantaría".
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