VALENCIA. El complejo de salas de cine del que es propietario la Generalitat Valenciana junto a Bankia y Caixabank en Logroño lleva cerrado desde el pasado mes de marzo sin que ningún operador se haya interesado en él. Esta situación ha provocado que el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), propietario del 13,33% del multicine, haya tenido que apuntarse pérdidas por esta participación frente al beneficio que obtenía el año anterior.
Según consta en la memoria anual del IVF, en 2012 ingresó por el alquiler del edificio casi 52.000 euros. Sin embargo, los gastos en el inmueble ascendieron a 113.793 euros, con lo que el balance final sale negativo para Multiocio de La Rioja Comunidad de Bienes, sociedad en la que el organismo público tiene su participación junto a las dos entidades financieras. El año anterior el IVF tuvo unos ingresos de 66.625 euros por unos gastos de 22.879 euros, correspondientes a la parte del 13% del capital que controla, arrojando un saldo positivo en la operativa ordinaria.
Pero además de estas pérdidas, el IVF ha tenido que provisionar 83.752 euros por los arrendamientos que no cobró el año 2012 después de que la operadora Abacocine dejara de pagar las mensualidades. Esa falta de pago es la que provocó que el 18 de septiembre del año pasado Multiocio de La Rioja decidiera presentar una demanda de desahucio por falta de pago y reclamación de rentas.
Seis meses más tarde, Abacó proyectó la última película en las salas del complejo. Desde entonces está cerrado, según confirmaron a este periódico responsables del recinto comercial en el que está incluído, regentado por Inmochan.
PROPIETARIOS DE UN CINE POR LA CRISIS DE ÁBACO
El IVF se convirtió en propietario de un cine tras la crisis de la exhibidora valenciana Ábaco-Cinebox. La empresa, participada por un grupo de fondos de inversión gestionados por Mercapital, suspendió pagos en 2007, atrapando al IVF, entre otros acreedores.
Según fuentes oficiales del organismo público, que aporta avales y créditos a empresas privadas, en 2004 el IVF, junto a Banco de Valencia y Bancaja, prestaron a la sociedad Ábaco XXI (hoy Abacocine) 15 millones de euros para equipar dos salas de cine en los complejos de Alfafar (Valencia) y Sant Vicent del Raspeig (Alicante).
Dado que la financiación estaba destinada a la compra de equipamiento y no para la construcción de las salas, las tres entidades de crédito tomaron como garantía un centro multiocio ya en funcionamiento que la empresa tenía en Logroño.
En el año 2007, el grupo de empresas que formaban el grupo Ábaco-Cinebox suspendió pagos. En el convenio de acreedores, aprobado finalmente el año pasado, se aprobó una quita del 70% sobre la deuda global que ascendía a 65,23 millones de euros, una rebaja que tuvo que ser autorizada por el juez y a la que los acreedores dieron el visto bueno en una segunda vuelta.
Paralelamente, los bancos, entre ellos el IVF, ejecutaron garantías, entre ellas las del préstamos de 15 millones de euros en el que había pariticipado el organismo público, con lo que pasaron a ser propietarios del complejo riojano.
A finales del ejercicio de 2010, el IVF junto con Banco de Valencia y Bancaja (hoy Bankia) crearon una comunidad de bienes, Multiocio La Rioja, para explotar por arrendamiento los locales del centro de ocio y los multicines.
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