Lo hace junto a 30 rurales -pero con mayoría accionarial- para competir con el Banco Cooperativo Español del que se salió en 2000 tras participar en su nacimiento
VALENCIA. El 16 de agosto de 1989, 24 cajas rurales junto con el banco cooperativo aleman Deutsche Genossenschaftsbank (DG Bank) -hoy en día el DZ Bank- promovieron la creación del Banco Cooperativo Español (BCE) donde Cajamar fue una de las rurales que llevó la voz cantante. Hubo que esperar al 31 de julio de 1990 para que se constituyera tras recibir la pertinente autorización del Banco de España.
A menos de un año vista para que el BCE celebre sus bodas de plata, el sector cooperativista español se ha convulsionado tras el anuncio de Cajamar y otras 30 rurales de crear el Banco de Crédito Social Cooperativo (BCSC), cuya petición de ficha bancaria ya está en la mesa del gobernador del Banco de España y donde la entidad presidida por Juan de la Cruz Cárdenas controlará la mayoría del capital, según fuentes conocedoras de la operación consultadas por Valencia Plaza.
NUEVAS INCORPORACIONES
Además de las entidades que forman parte del Grupo Cooperativo Cajamar -con la almeriense a la cabeza-, figuran las seis del Grupo Solventia -las rurales de Almendralejo, Adamuz, Baena, Cañete de las Torres, Nueva Carteya y Utrera-, la rural de Castilla La Mancha y cinco 'solteras' de Castellón: La Vall de San Isidro, San José de Almassora, Benicarló, Vinaròs y Les Coves de Vinromá.
"Estamos abiertos a nuevas incorporaciones, pero lo primero es esperar a que las asambleas de todas ellas de noviembre den el visto bueno a este proyecto", apuntan las mismas fuentes conocedoras de la operación.
BANCO DE REFERENCIA
Un proyecto que contará con un capital social inicial de 800 millones de euros y donde todas las entidades fundadoras están en línea y sintonía para crear un banco cooperativo de referencia.
"Nuestros modelos son el holandés Rabobank y el francés Crèdit Agricole, bancos cooperativistas con una cuota de mercado de entre el 20 y 30%, cuando aquí en España sumando las cerca de ochenta existentes apenas alcanzamos el 6%".
Las intenciones van más allá de lograr nuevas adhesiones de rurales españolas, dado que el proyecto busca que entren instituciones extranjeras "especialmente de países tan cooperativistas como Alemania y Holanda", añaden.
BAJO LA SUPERVISIÓN DEL BCE
Precisamente la decisión de la primera rural española llega en un momento de clara mejora de las perspectivas económicas españolas y con ellas el retorno de la confianza hacia los activos nacionales donde las cajas rurales ofrecen un modelo diferente de banca. Además, reforzado por la ausencia de los escándalos que hicieron saltar por los aires a más de una caja de ahorros.
Un golpe de mano en toda regla de Cajamar, que a partir del próximo año será supervisado por el Banco Central Europeo en lugar del Banco de España.
ADQUISICIONES
Así será al superar la barrera de los 30.000 millones de euros de activos tras su activa política de fusiones-absorciones en la última década, que a la vista de este último movimiento parece que no ha terminado.
A diferencia del Banco Cooperativo Español (BCE), precisamente del que se salió Cajamar en el año 2000 por discrepancias después de proponer consolidar los balances de todas las cajas rurales españolas, el BCSC no tendrá red de oficinas propias.
SERVICIOS MAYORISTAS
Utilizará la red comercial de las cajas rurales, mientras el banco se limitará a dar servicios mayoristas a las cajas que lo conformen.
"Las 31 entidades seguirán centradas en el día a día con sus clientes minoristas, mientras que el BCSC llevará la tesorería, la captación de financiación en los mercados y las grandes empresas", apuntan.
También frente al proceso seguido en el sector de las cajas de ahorros, en este caso las 31 cajas rurales no se transforman o reconvierten en un banco sino que lo crean para que les preste servicios, refuerce su solvencia y mejore su eficiencia y competitividad.
PRIMAVERA DE 2014
La próxima primavera es la fecha en la que trabajan para comenzar a operar con esta nueva entidad, competencia directa del Banco Cooperativo Español donde varias de las entidades de la Comunitat Valenciana allí presentes reconocieron ayer a este diario "seguir como estamos, bajo el paraguas del BCE y de la Asociación Española de Cajas Rurales porque hasta ahora nos ha ido bien".
Algunos directivos de estas rurales, que se mantienen al margen de cualquier movimiento de concentración, recordaron tener todo cubierto dentro del Banco Cooperativo con Rural Servicios Informáticos (RSI) y Rural Grupo Asegurador (Seguros RGA), proveedores de la informática y los seguros.
POLÍTICAS INTERNAS
Por su parte, desde la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (Unaac), la patronal del sector, no se pronunciaron más allá de que "se trata de políticas internas de cada cooperativa, que deben concretarse ahora".
Sin embargo, el que más y el que menos de los miles de cooperativistas tiene claro que este golpe de mano de Cajamar podría intensificar los movimientos en un sector muy atomizado para recelo del Banco de España.
Aunque como bien apunta el director general de una rural consultado por este diario "si cumplimos con todos los requisitos -incluidos los últimos sobre refinanciaciones de las nuevas recomendaciones del Banco de España-, no hemos hecho locuras y seguimos una senda correcta, ¿por qué tenemos que unirnos si el tamaño no garantiza nada como ha sucedido en algunas cajas?".
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