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MADRID (EFECOM).- El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu retomará a partir de mañana el "caso Bankia" interrogando a cuatro directivos y exdirectivos de la entidad a los que la Fiscalía considera "responsables de la elaboración de las cuentas anuales".

Se trata del secretario del consejo de administración de Bankia y su matriz BFA, Miguel Crespo, y el director general de BFA, Manuel Lagares, que comparecerán como testigos, y del ex director general adjunto de Auditoría Interna de Bankia, Miguel Ángel Soria, y el ex director general financiero y de riesgos de la entidad Ildefonso Sánchez Barcoj, que lo harán como imputados.

El primero comparecerá mañana lunes, mientras que los otros tres lo harán en días sucesivos hasta el jueves.

Inicialmente, la Fiscalía solicitó que todos ellos acudieran como imputados para declarar sobre la salida a bolsa del grupo y la reformulación de sus cuentas, alegando que si se había interrogado a los miembros del Consejo de Administración, que las aprobaron, debía hacerse lo mismo con "quienes eran responsables de la elaboración de las cuentas anuales y las certificaron".

"Parece necesario a fin de no dejar completa la investigación iniciada, pues resultaría incongruente dirigir el reproche penal a quienes formulan o aprueban las cuentas pero no a quienes dirigen y coordinan su elaboración", señalaba el Ministerio Público, cuya solicitud fue aceptada por el juez.

Bankia, sin embargo, recurrió la imputación de Crespo y de Lagares diciendo que ninguno de ellos tenía funciones ejecutivas en la gestión del banco o de su matriz y que, por tanto, carecían de capacidad de decisión.

La Fiscalía respondió que en su opinión la condición de imputado se ajustaba mejor que la de testigo a un interrogatorio, "en el que alguna pregunta podría contener cierta carga inculpatoria", pero no se opuso a cambiar la condición de ambos al admitir que ir como imputados podría conllevar "cierto estigma" con "consecuencias" profesionales "desproporcionadamente negativas" para ellos.

Finalmente, Andreu acordó el pasado mes de julio levantar su imputación y mantener la de Soria y Sánchez Barcoj.

En sus escritos, el fiscal afirma que son "abundantes" las referencias de distintos consejeros a la intervención de Crespo en la presentación de las cuentas en marzo de 2012, a su asistencia a los comités de auditoría previos y a la remisión de algunos e-mails a los consejeros de Bankia.

También desconvocó una reunión de dicho comité con el auditor externo, cuyo objeto era conocer por qué aún no se había presentado el informe de auditoría a las cuentas de marzo de 2011, que daban unos beneficios de 309 millones de euros y que, una vez reformuladas, dieron unas pérdidas de 2.979 millones.

Asimismo, formó parte de la comisión creada para la salida a bolsa de Bankia junto al entonces presidente, y el consejero delegado, Francisco Verdú, entre otros.

Sobre Lagares, el fiscal dice que certificó las cuentas individuales y consolidadas de BFA y presentó el documento de registro de esta entidad, en el que informaba de previsiones o estimaciones de beneficio y de cambios importantes en sus perspectivas o posición financiera, entre otros datos.

Además, asesoró junto a Crespo al consejo de administración de BFA y, en algunas ocasiones, al de Bankia, "en asuntos de importancia" relacionados con información financiera o canje de preferentes.

Sánchez Barcoj dirigía el área responsable de la información y elaboración de los datos financieros de BFA y de Bankia y Soria llevaba la auditoría interna durante la presidencia de Rodrigo Rato, y ambos abandonaron la entidad en mayo de 2012, tras la llegada de José Ignacio Goirigolzarri.