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VALENCIA. Las universidades públicas valencianas empiezan nuevo curso y, a pesar de que parecía que las aguas estaban más calmadas gracias a los acuerdos con la Generalitat para el pago de las deudas y al consenso sobre el mapa de titulaciones, los rectores se encuentran en pie de guerra por todos los frentes que dejó abiertos el 2012/2013. 

El rector de la Universitat de València, Esteban Morcillo, daba paso este jueves a un inicio de curso inaugurado, por primera vez, por un estudiante en defensa de la universidad pública que expresó su oposición a las reformas "autoritarias y tecnócratas". La Universitat de València (UV) fue la encargada de acoger la apertura oficial en el paraninfo del edificio histórico. 

El estudiante Jordi Caparrós leyó un comunicado en el que se recordaba que "el pasado curso estuvo lleno de agresiones a las universidades, como recortes presupuestarios, subida de tasas, aumento de la dedicación docente, rescisión de contratos y reducciones salariales, y finalizó con la amenaza de aplicar una reforma regresiva, mercantilista, privatizadora, precarizadora y antidemocrática".

Mientras, el rector de la UV también pidió a la Generalitat el máximo esfuerzo en la dotación de becas, además de solucionar con urgencia la deuda con las universidades públicas valencianas y alertó de que el posible "mecenazgo" de estudiantes no puede implicar una reducción de la financiación pública para las universidades. "No se pueden disociar las tasas de las becas si queremos mantener la equidad del sistema en el escenario actual, y reiteramos que no existen calidad y excelencia educativas sin equidad". 

Anunció que la acumulación de recortes traerá nuevas consecuencias negativas a corto plazo, motivo por el cual reclamó el pago de la deuda que la administración mantiene con la universidad, que "ha demostrado responsabilidad social, sentido institucional y ha asumido costes financieros y tensiones de tesorería". 

Además, Morcillo criticó los recursos del Gobierno central a la convocatoria de nuevas plazas de profesorado, algo que la UV ha sufrido de forma directa. El rector recalcó que estas decisiones impiden el cumplimiento de la tasa de reposición de personal e impide el ejercicio de la autonomía universitaria. 

Para el rector, "si se reflexiona sobre una visión de conjunto de estas medidas, parece que apuntan hacia un verdadero cambio conceptual que no ha sido objeto de debate y consenso con las universidades públicas".

También defendió la labor investigadora de las universidades públicas que, según aseguró, se encuentra "por encima de lo que correspondería en función de la financiación recibida", e insistió en que los recursos destinados a la universidad son una inversión "bien rentable".

LA GENERALITAT PONE PARCHES A LA FALTA DE BECAS

La clausura corrió a cargo del president de la Generalitat, Alberto Fabra, quien anunció que en el presente curso universitario se pondrá en marcha un sistema de préstamos universitarios para que las familias que cumplan unos determinados requisitos puedan aplazar el pago de los estudios cinco años.

Las estimaciones del Ejecutivo autonómico son que esta línea denominada 'Préstamos Matrícula' tendrá 15.000 beneficiarios potenciales, en torno a 10.000 estudiantes de grado y 5.000 de postgrado, que corresponde a la cifra de alumnos que no reciben beca universitaria por no cumplir los requisitos académicos o económicos.

No se ha establecido un límite, dado que los alumnos de rentas por debajo de los 43.846 euros una familia de cuatro miembros están cubiertos por la política de becas ordinarias de la Generalitat y el Ministerio. En caso de que se recibiera un aluvión de solicitudes y no se pudieran atender todas, el criterio de renta será el que primará.