VALENCIA. La redefinición de la oferta comercial en la zona centro de Valencia da un paso adelante. El fortalecimiento de la calle Jorge Juan, por la concentración de las cadenas de moda de gama media alta, está convirtiendo esta vía en la 'milla de plata' valenciana, en contraposición a la 'milla de oro' de las calles Poeta Querol y Marqués de Dos Aguas, donde se encuentran las grandes firmas de lujo.
Esta situación ha sido el resultado de la transformación del perfil de la demanda, según fuentes de negocio, que ha reducido su capacidad adquisitiva incluso en las zonas tradicionalmente más rentables. Así, igual que se ha reforzado Jorge Juan, se ha ido reorientando el negocio de la calle Colón para captar a un cliente de tipo medio.
El ejemplo más claro ha sido el cierre del establecimiento de Purificación García y su mudanza de Colón a Jorge Juan, expulsada por la imposición en la zona del modelo Zara, basado en precio, con la apertura de otras enseñas similares como H&M, Bershka (reforzada próximamente con la apertura para diciembre en Colón, 32) o Sfera, en los bajos de El Corte Ingles.
CAFETERÍAS DE PUNTA A PUNTA
En este cambio de papeles, Don Juan de Austria está también buscando su sitio. Así se evidencia con el cierre de Bershka y la progresiva imposición de la oferta hostelera, sólo disputada por el de los complementos, la lencería y firmas asentadas como Mássimo Dutti, Mango o Springfield, que aprovechan el efecto foco que ejerce El Corte Inglés de la calle Pintor Sorolla.
El precio del alquiler y la necesaria rentabilización de los negocios explica también esta situación. Mientras que en Don Juan de Austria se trabaja con precios que rondan los 50 euros al mes el metro cuadrado (llegando a los 63 euros en el caso del antiguo Bershka), en la calle Jorge Juan se pide entre los 30 euros el metro cuadrado hasta los 15 a 20 euros en los locales más próximos a la calle Cirilo Amorós.
Mientras que en en el entorno del Mercado de Colón los locales cerrados se ven pronto ocupados por nuevas propuestas, en Don Juan de Austria, actualmente, la actividad comercial se ha contraído, quedando vacíos los locales más próximos al Banco de Valencia. La esquina del número dos, del que salió hace un año Seguros Santa Lucía, ya está alquilada para oficinas y servicios, aunque su nuevo ocupante no ha iniciado la adaptación de local.
TERRAZAS DE PUNTA A PUNTA
Enfrente, los bajos de la Cadena SER buscan un nuevo inquilino tras la salida de Bershka, pero sus 473 metros cuadrados no se quieren limitar al textil, sino que sus propietarios plantean la adaptación del bajo a la hostelería. De hecho, la oferta que se está haciendo actualmente destaca la posibilidad para hacerle al bajo una salida de humos, necesaria para instalar una cocina.
De cuajar una operación en este sentido, las terrazas cubrirían de forma ininterrumpida esta peatonal casi de punta a punta, imponiendo este tipo de negocio, que sólo contaría con un rival de similares características con la zona: el paseo de Ruzafa y la calle Ribera.
Distintos comerciantes de la zona apuntan además que el crecimiento de las terrazas, que resulta rentable al Ayuntamiento por el pago de la ocupación de la vía pública, hace que los peatones no tengan suficiente espacio para detenerse en los escaparates, perjudicando el negocio y acelerando la transformación de la zona.
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