VALENCIA. "En la Comunitat había un tumor cuya metástasis ha impregnado el tejido social y ahora toca cortar y tomar medidas drásticas para que el mal no provoque la muerte del cuerpo". Esta es la opinión del exconseller de Justicia en el Gobierno de Francisco Camps y vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Fernando de Rosa, sobre su visión de lo que está pasando con algunos de sus excompañeros de Gobierno en la Comunitat.
"Tengo aprecio por muchas personas que están encausadas y, vitalmente, siento mucho lo que está ocurriendo" explica en una entrevista realizada por el periódico El Mundo en su edición en papel de este domingo. Según el vicepresidente del CGPJ, los casos de corrupción han pasado factura a la imagen de la Comunitat. "Yo soy valenciano ejerciente y ha habido un antes y un después" explica.
Sobre la visión que se tiene en Madrid de a Valencia hace mención a un cambio de opinión y explica que a Valencia se le ve con mucho recelo por sus problemas judiciales y económicos. No obstante, cree que Valencia debe rescatarse como sociedad porque lo que ocurre aquí también pasa en otros lugares. "La corrupción no es algo propio de Valencia, Debemos ser reivindicativos porque somos honrados y trabajadores" sentencia.
Respecto a que se le reconozca como conseller de Camps apunta a que no le puede molestar una realidad. "He sido conseller propuesto por Camps y en su momento le agradecí la confianza para poder trabajar en el ámbito de la Justicia. Otra cosa distinta es que yo esté de acuerdo con otras circunstancias que han venido con posterioridad" explica. "Cuando formé parte del Gobierno del PP dejé de ser juez, colgué la toga y trabajé en un proyecto político".
Al ser preguntado sobre las quejas que el expresidente del Gobierno tuvo sobre los jueces cree que el expresidente actuó como muchas personas que están encausadas en este tipo de procedimientos. "Las críticas son lo cotidiano en aquellas personas que ven que los jueces están actuando. La instrucción de Flors en el caso de los trajes fue impecable. El juicio fue con todas las garantías y se dictó sentencia" apunta. Actualmente afirma no tener ninguna relación con el expresidente.
En cuanto a si hay indicios para reabrir el caso del Metro apunta a su desconocimiento sobre la instrucción concreta del tema, aunque destaca que lo que se dictó era un archivo provisional ratificado por la Audiencia. "Si se dan datos nuevos, como lo relativo a que todas las ruedas eran de segunda mano, es bueno reabrirlo y que se investigue. Otra cosa es el debate político, que tiene que ir por su acauce. Las reaperturas ocurren todos los días en un juzgado y no hay que dramatizar".
Parece ser que los exmiembros del Gobierno Valenciano sufren amnesia de los acuerdos que se supone adoptaron, tanto de la forma como del fondo.
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