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VALENCIA. Pedir fuera de carta. La oferta de inmuebles a la venta o en alquiler que ha puesto en el mercado la Conselleria de Hacienda, tras la instalación en la Ciutat Administrativa 9 d'Octubre de las dependencias de seis consellerias, ha despertado un interés dispar.

Mientras que la sede de la Conselleria de Economia en la calle Colón, 32, de Valencia ha tenido distintos novios, hasta que la cadena Bershka, del grupo Inditex, se ha terminado por llevar el gato al agua, otros activos no terminan de recibir ofertas adecuadas a las expectativas del Consell. Su idea es vender o alquilar, pero no a cualquier precio.

Sin embargo, una destacada empresa internacional ha dado una nueva vuelta de tuerca a la situación al plantear una alternativa imprevista. En su caso, no le interesan los edificios vacíos, sino el que ha quedado lleno: comprar la Ciutat Administrativa 9 d'Octubre.

OPERACIÓN 'SALE & LEASEBACK'

La propuesta, denominada técnicamente sale & leaseback, no es nueva y permite a los propietarios deshacerse de un activo a un precio mejor que el del mercado y hacer caja. Como contraprestación, los antiguos inquilinos se comprometen a una arrendamiento de larga de duración que permitan al nuevo propietario compensar el sobrecoste asumido.

En este caso, y en contra de lo que es habitual en este tipo de operaciones, la empresa pretendía hacerse con la Ciutat Administrativa 9 d'Octubre por un precio que rondaba el 50% del coste de construcción, situado en 108 millones de euros, algo que no estaba dispuesto a aceptar el Consell. 

Además, la Generalitat no se plantea este tipo de acciones en la gestión de los activos de los que dispone y duda sobre la legalidad de esta venta en concreto, por afectar a un inmueble del patrimonio histórico. De todos modos, no se trata de un caso aislado o una procedimiento extraño. 

De hecho, este mecanismo fue muy habitual hace unos cinco o diez años en España. El caso más significativo fue el del Banco Santander, que vendió por más de 1.500 millones de euros de 2007 la denominada ciudad financiera donde se encuentra su sede central en el municipio madrileño de Boadilla del Monte.

EL CASO DE LA CIUTAT ADMINISTRATIVA 9 D'OCTUBRE

Igualmente, se deshizo de su red de oficinas en propiedad, vendiéndolas por 2.000 millones de euros al gestor de fondos británico Pearl ese mismo año para pasar a ser arrendatario. Aunque en su momento la operación no fue interpretada adecuadamente por otros competidores, lo cierto es que la entidad realizó la operación en el mejor momento para sus intereses, justo antes del inicio de la crisis inmobiliaria y la consiguiente caída de precios.

En el caso de la Ciutat Administrativa 9 d'Octubre, el coste de la infraestructura ha sido de 108 millones de euros, que el Consell prevé amortizar en menos de ocho años gracias al ahorro de más de 10 millones de euros en alquileres que deja de pagar.

Por otra parte, los costes corrientes del complejo, cifrados en unos 700.000 euros anuales, se esperan cubrir en un 70% con el canon por la gestión privada del parking, las cafetería y la guardería que acogerá el complejo.