VALENCIA. La línea 2 de Metrovalencia languidece bajo el asfalto del barrio de Russafa. Con el túnel acabado, al menos en parte del recorrido oficial, la falta de presupuesto ha paralizado sin fecha las obras de la que iba a ser la ruta más ambiciosa del suburbano valenciano después de la llegada al aeropuerto de Manises. No se sabe cuándo se podrán retomar las obras que deben excavar por debajo del barrio de El Carme para completar un recorrido que, hoy por hoy, solo existe en los mapas en forma de línea discontinua, es decir, en construcción.
Pero el problema de Metrovalencia es que no es que tenga una línea por acabar. Es que ninguno de los proyectos que se presentaron en la segunda parte de la década pasada se ha hecho realidad. La crisis ha acabado por borrar del mapa las ambiciosas líneas de colores que se dibujaron como si no hubiera mañana en la Consellería de Infraestructuras. En septiembre de 2006, el entonces director general de Transportes (ahora de Obras Públicas, Proyectos Urbanos y Vivienda), Vicente Dómine, anunciaba el proyecto de una línea de metro que daría servicio, en superficie, a L'Horta Sud. Más de 30 paradas en 16 poblaciones de la comarca con 450.000 habitantes. Era la nueva línea 8.
Ese plan, que iba a ser una realidad en 2010 según las crónicas periodísticas, suponía además una remodelación de varias de las líneas del metro y, ya puestos, se pintaron algunas ampliaciones y nuevos trayectos. En resumen, el nuevo plano de Metrovalencia a corto plazo sería este:
Hasta diez líneas tendría el metro valenciano. Ya no valían solo los colores primarios. Hubo que echar mano de medio pantone para poder dibujar las líneas nuevas. Todo formaba parte de un ambicioso Plan de Infraestructuras que quedó en papel mojado. O mejor, en papel del catálogo que se editó para su presentación.
La dura realidad económica ha dejado ese plano como un recuerdo arqueológico. En el plano actual de Metrovalencia, operado por la empresa públlica Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana, se limita a dibujar lo que hay. Ni siquiera aparece la línea fantasma 2, esa que está a mitad de construir.
Las actuaciones en Metrovalencia se han reducido al mínimo. Incluso la prometida prolongación de la línea 3 desde Aeroport hasta Riba-roja de Túria, sigue esperando su licitación, algo que ha prometido la consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, que se producirá a finales de este año. Por lo que respecta al resto, ni se sabe. Tal y como publicó este periódico hace unos tres meses, la línea 2 de Metrovalencia seguirá siendo fantasmas hasta más allá de 2015. El cuánto más allá, no se sabe.
Lástima. Parece que les gusta más un Palau de les Arts cerca de otro de la música, circuitos de F1, Copa del América, etc. Todos ellos minimalistas vs a una red de transporte que sirviría para la mayoría de ciudadan@s.
La Generalidad Valenciana reconsideró sus prioridades, había "cosas" mucho más "rentables".
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.