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VALENCIA. Hablar del Fondo de Pensiones del Gobierno noruego (Government Pension Fund of Norway o GPF por sus siglas) es hacerlo del mayor de todos los que circulan en el planeta, cuyos activos están valorados en unos 737.000 millones de dólares. O lo que es lo mismo: la mitad del PIB español.

Este gigante soberano, cuya riqueza le viene del petróleo bajo los aguas noruegas, acaba de incrementar su participación en Indra hasta el 3,039%, que a precio de mercado supone un valor de unos 57 millones de euros.

OBLIGACIÓN DE DECLARAR

Tal y como exige la Ley del Mercado de Valores en España, cualquier accionista que supere el 3% debe declararlo públicamente ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), dado que el GPF controlaba el 2,92% al cierre del pasado año.

El aumento accionarial de este 'megafondo' llega unos días después de que Indra registrase movimientos en su accionariado.

BRUSELAS MANDA

Lo hizo con las operaciones de desinversión de los que eran dos de sus accionistas de referencia, Bankia y Liberbank. Ambos condicionados por Bruselas aunque tenían tiempo para deshacer su posición en la tecnológica presidida por Javier Monzón.

Así, el viernes pasado, Banco Financiero y de Ahorros (BFA), matriz de Bankia, cerró la venta de la totalidad de su participación en la compañía, que ascendía al 20,14%, a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) por un importe de 337 millones de euros, con unas plusvalías netas de unos 43 millones de euros con la operación.

PLUSVALÍAS AL CANTO

Posteriormente, Liberbank se desprendió de su participación del 5% en el capital social de Indra por un importe de 89,5 millones de euros, una operación que le ha generado unas plusvalías estimadas superiores a 8,5 millones de euros.

La apuesta del fondo soberano noruego sobre la renta variable ha tenido en cuenta a la cotizada española.

MENOS BONOS, MÁS ACCIONES

A lo largo del segundo trimestre del año invirtió hasta el 63,4% de sus fondos en renta variable frente al 62,4% del trimestre anterior. Por su parte, redujo la exposición hacia la renta fija desde el 36,7% hasta el 35,7%.

"El retorno de las acciones vino impulsado por la fortaleza de los mercados en EEUU y Japón, mientras que los mercados emergentes se movieron en la dirección contraria", destacó Yngve Slyngstad, consejero delegado de NBIM. Por contra, "la rentabilidad de la renta fija se vio perjudicada por el incremento global de los rendimientos", añadió.

'PILLADOS' EN LAS CUOTAS PARTICIPATIVAS

Al cierre del pasado ejercicio, según se recoge en su informe anual, contaba con participaciones en 69 cotizadas españolas, seis menos que un año antes, entre las que destacaban los paquetes en Banco Santander, BBVA y Telefónica, con el 2,22%, 2,21% y 2,15% respectivamente. Además de tener un 0,05% en las extintas cuotas participativas de la desaparecida CAM.

Conviene recordar que las participaciones se refieren a las que contaba el último día del año, por lo que éstas han podido diferir -bien al alza o a la baja- durante el ejercicio.

RECONOCIMIENTO

El vehículo de inversión del Gobierno noruego, reconocido como el mejor fondo soberano de inversión entre una veintena de fondos por su transparencia, responsabilidad, administración y resultados, está gestionado por los gestores del Norges Bank Investment Management (NBIM), una división independiente del Banco Central de Noruega.

Tras el GPF se situaba el árabe SAMA (675.900 millones de dólares), ADIA de los Emiratos Árabes Unidos (627.000), China Investment Corporation (575.200), SAFE chino (567.900), KIA kuwaití (386.000), Exchange Fund de Hong Kong (326.700), el del Gobierno de Singapur (247.500), el ruso National Welfare Fund (175.500) y el Temasek Holding de Singapur (173.300), entre los diez mayores fondos soberanos del planeta.