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VALENCIA (VP). El Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) perdió el pasado año 48,98 millones de euros, lo que representa un récord histórico y multiplicar por seis los números rojos de 8,10 millones que cosechó en 2011, según las cuentas del pasado ejercicio a las que ha tenido acceso este diario.

Fuentes próximas al organismo del principal instumento de política financiera y de crédito público de la Generalitat Valenciana achacan tamañas pérdidas "principalmente al saneamiento de la cartera de créditos, avales y participaciones" tras llevar a cabo dotaciones como la banca, además de "la ejecución de avales" provocando pérdidas por deterioro.

Ambos factores también coinciden en la opinión de los expertos consultados por Valencia Plaza a la hora de valorar las cuentas del IVF de 2012.

CAJÓN DE SASTRE

Sin embargo, también añaden dos aspectos más: por un lado, el encarecimiento de la deuda y, por otro, una partida disparada de otros gastos de gestión corriente, una especie de cajón de sastre a decir de los mismos expertos.

Un instituto que a lo largo del pasado año pasó de estar tutelado por la Consellería de Economía a depender de la de Hacienda; mientras la dirección recayó en Enrique Montes. Este hombre de confianza de Máximo Buch, que ocupaba la dirección de inversiones en el IVF donde entró en 1998, sustituyó a Jorge Vela tras dimitir éste al ser imputado en el 'caso Nóos' por su paso por Cacsa.

Un crecimiento en facturación, un aumento de las subvenciones percibidas muy superiores a otros años y un recorte de salarios fueron insuficientes para evitar los abultados números rojos de una institución que redujo su plantilla durante 2012 en dos personas -un director de área y un jefe de departamento- hasta totalizar 55 empleados.

PROFESIONALIZACIÓN Y FIDELIZACIÓN

Una cifra relativamente estable desde 1999 y, por otro lado, con un elevado grado de cualificación, dado que el 73% de la plantilla a 31 de diciembre pasado poseía un nivel profesional de técnico. Asimismo, la plantilla del IVF -donde el 64% son mujeres- se caracteriza por un ato grado de fidelización a la institución y una notable estabilidad del empleo.

De hecho, la antigüedad media de los trabajadores alcanza los 16 años y el 87% de la plantilla (48 empleados) llevan prestando sus servicios más de una década en el brazo ejecutor de la política financiera de la Generalitat Valenciana.

EL LASTRE DE LA SGR

Pese a la profesionalización y fidelización de los empleados, el IVF despidió un nefasto ejercicio condicionado también por la peor evolución de la partida de instrumentos financieros provocado por el deterioro de su cartera industrial.

Muy probablemente por su participación en la concursada Sociedad de Garantía Recíproca de la Comunitat Valenciana, a decir de los mismos expertos consultados, mientras fuentes próximas al IVF lo achacan al "saneamiento de la cartera del sector privado y la aminoración de valor de las entidades participadas por el instituto".

CONDICIONANTES

Lo cierto es que la partida arrojó una cifra negativa a la cuenta de resultados de 52,03 millones de euros, cerca de 32 millones más respecto a 2011, lo que a la postre provocó en su gran medida las abultadas pérdidas de 48,98 millones en comparación a los 8,10 millones -también negativos- del ejercicio precedente.

La cuenta de resultados presenta también fuertes números rojos en otros epígrafes. Ahí esta el caso de pérdidas, deterioros y variación de provisiones por operaciones comerciales de 16,92 millones de euros en comparación con los números verdes por valor de 4.924 euros de 2011.

SUBVENCIONES

Como también la partida de otros gastos de gestión corriente, que se dispararon hasta los 14,06 millones de euros respecto a los 115.178 euros de un año antes.

Sin embargo, las mismas fuentes próximas al organismo ubicado en la plaza Napoles y Sicilia consultadas por este diario advierten que "tales pérdidas se cubrieron con los 14,48 millones de euros que llegaron vía subvenciones de explotación", muy por encima de los 855.082 euros de 2011.

En el lado positivo de la cuenta de pérdidas y ganancias destacan el aumento del 26% en la cifra de negocios hasta totalizar los 55,18 millones de euros. Además de un repunte del 33% en lo que al margen ordinario se refiere hasta los 22,71 millones.

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