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MADRID. La expropiación de YPF por parte del gobierno argentino a Repsol está provocando un año después de este suceso que Antonio Brufau, se haya enfrentado no sólo con el ejecutivo de Cristina Fernández de Kirchner como parece lógico, sino también con su máximo accionista, Caixabank, en un frente de batalla que va desde la participada de ambas, Gas Natural Fenosa, hasta el consejo de la propia petrolera, aseguran las fuentes consultadas.

Pero además, Brufau también mantiene ahora un fuerte litigio con el Gobierno español por los altos precios de los carburantes. El titular de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria lleva meses de campaña denunciando un presunto cartel entre las grandes distribuidoras de gasolinas y gasóleos en España sobre precios, como ya estaba haciendo la Comisión Nacional de la Energía (CNE).

A la que ahora se ha sumado, de forma más ejecutiva, la Comisión Nacional de Competencia (CNC) abriendo una investigación que ya ha incluido hasta registros en las sedes de estas empresas y en su patronal.

GUINDOS Y EL SALARIO DE LOS EJECUTIVOS

El enfrentamiento gubernamental también se extiende al Ministerio de Economía, cuyo titular, Luis de Guindos, no ha perdonado todavía a Brufau unas declaraciones en las que justificó su sueldo de 7,8 millones en 2011 por la alta fiscalidad, un 56%, tras asegurar que "las arcas públicas tienen que estar más que contentas" con ello. Justo, cuando Guindos acababa de pedir moderación salarial a las grandes empresas cotizadas tras conocerse que ese año 2011 los directivos se habían subido sus retribuciones un 5% de media aunque los beneficios de sus compañías habían caído un 34%.

No obstante, Brufau parece que ha decidido este año atender a las sugerencias del ministro y en 2012 se rebajó su sueldo un 37%, hasta 4,88 millones, aunque la gran parte del descenso fue por no cobrar un bono como el de 2011 por la entrada de la china Sinopec en Brasil.

Es indudable que Brufau, que lleva 9 años en su actual cargo, tiene mucho carácter, y que quizás está empeñado en cumplir aquella máxima de que la propia relevancia viene dada por la importancia de tus enemigos, pero las fuentes consultadas añaden que ha acumulado tantos y tan peligrosos adversarios, que podría estar a punto de perder el precario equilibrio que mantiene en Repsol, basado sobre todo en un consejo con muchos independientes.

PEMEX Y TEMASEK

De hecho, en el consejo también hay sus más y sus menos, afirman las fuentes, sobre todo con el segundo accionista, la petrolera mexicana Pemex con casi un 10%, que sigue sin haber cicatrizado las heridas que le dejó su reciente enfrentamiento con el presidente.

Y respecto a Temasek, el nuevo fondo de Singapur, que ha entrado recientemente en su capital y su consejo, la petrolera y Caixabank se atribuyen la entrada del mismo, y algunas fuentes creen que antes de decidirse por Repsol desde la entidad financiera se intentó una aproximación inversora del grupo asiático para la antigua caja catalana.

EXPERTO EN SORTEAR TODOS LOS PELIGROS

Hasta la fecha el ejecutivo nacido en Mollerussa (Lérida) hace 64 años ha sabido sortear hasta ahora los mayores peligros que amenazaban su presidencia, como el relevo del Gobierno de Zapatero por el de Rajoy, la alianza entre Sacyr y la mexicana Pemex y hasta la expropiación de YPF, entre otros. Hay quienes dicen que tiene más vidas que un gato.

Los poderes que recientemente exhibió Brufau a sus accionistas en una tranquila junta fueron que pese a la traumática expropiación de YPF, desde entonces las acciones de Repsol han subido del entorno del 50% en un año.

También que vendió a Shell su negocio de Gas Natural Licuado (GNL) con unas plusvalías brutas de 2.650 millones de euros, lo que le permitió fortalecer su balance y su posición financiera, reduciendo en más de la mitad la deuda neta de la compañía, sin contar gas Natural Fenosa, hasta los 2.200 millones. Y finalmente, que la petrolera ha sido capaz de colocar una emisión de bonos a siete años por importe de 1.200 millones con un cupón asociado del 2,625%, en una operación muy valorada por todos los analistas.

Pero mantener mucho tiempo una situación de enfrentamiento con su principal accionista Caixabank, con las especiales relaciones que mantiene el presidente de la entidad Isidro Fainé con el Gobierno de Rajoy, puede pasarle factura, aseguran las fuentes. Aunque es público que las relaciones entre ambos desde que competían como directores generales a las órdenes de Vilarasau en La Caixa nunca han sido idílicas.

Pero con la que está cayendo ahora, el ‘problema Repsol' es el último de los que tiene encima de su mesa Fainé, cuyo principal objetivo es intentar cumplir todos los criterios de los sucesivos decretos financieros para asegurar el futuro de Caixabank y también su propio cargo. Las reformas gubernamentales no permitirán excepto bajo los criterios discrecionales del Banco de España que los presidentes de las fundaciones lo sean también de los bancos que controlan.

SLIM ¿INTERESADO POR EL GAS O POR EL PETRÓLEO?

En este sentido debe interpretarse la adquisición por parte del millonario mexicano Carlos Slim del 0,5% de Gas Natural Fenosa con el beneplácito de la entidad y la posibilidad de aumentar este porcentaje en la gasista. Slim, uno de los hombres más ricos del mundo que tiene hasta un 8% de YPF y es socio estratégico de Caixabank, además de amigo del ex presidente del Gobierno, Felipe González.

Isidro Fainé tiene en el punto de mira reducir su participación del 20% en la mexicana Imbursa, el brazo financiero del imperio de Slim, y quién sabe si el interés del mexicano pudiera ir por el gas o el petróleo, habida cuenta que Caixabank necesita con urgencia recursos para cumplir los decretos financieros.

Brufau seguro que ahora estaría encantado que la antigua caja saliese de su capital, pero lo cierto, es que una gran parte de los resultados de la entidad provienen de sus dos grandes participadas Repsol y Telefónica, lo que podría ser ‘pan para hoy y hambre para mañana'. Además, Caixabank tiene actualizado el precio de sus acciones en la petrolera, por lo que tampoco podría permitirse minusvalías en su balance.

Repsol con un 31% y la entidad catalana con un 37% se reparten el accionariado de Gas Natural Fenosa y que las relaciones entre el presidente de la gasista, Salvador Gabarró y su consejero delegado, Rafael Villaseca, con Brufau han atravesado también problemas en los últimos tiempos por un concurso con Argentina. Un contrato de servicio de gas al país austral, a cuya licitación acudió la gasista española provocó también la ira de Brufau en un tormentoso consejo, aunque su participada mantuvo el tipo apoyada por Caixabank y al final ganó el concurso.

FAINÉ TIENE SUS PROPIOS PROBLEMAS

La falta de asistencia de Fainé, que es vicepresidente de la petrolera, a la reciente junta de Repsol la pasada semana, justificada por la coincidencia con la de Telefónica y a la que sí acudió su segundo Juan María Nin, es una demostración de que las relaciones entre los presidentes de la petrolera y el grupo bancario no atraviesan un buen momento.

Y el último origen de esa situación han sido los recientes viajes de Fainé a Argentina y sus contactos con la presidenta del país austral que le hicieron volver a España con una propuesta de indemnización por YPF que indignó a Brufau.

Al parecer la proposición era el 19% del capital de una sociedad que aglutinaría un tercio de los activos de los yacimientos expropiados en Vaca Muerta.

 Las fuentes consultadas encuentran lógicos los diferentes criterios de ambos sobre YPF, ya que un acuerdo con Argentina, aunque no fuera el mejor, sería muy bueno para Caixabank si está en posición vendedora para disparar las acciones de la petrolera, además de lo que se obtuviera de compensación, mientras que para Brufau una buena parte de eso es accesorio ahora y además ha hecho de la expropiación una especie de cruzada personal.

LOS PLEITOS EN CURSO

Tras la expropiación de YPF, Repsol mantiene abiertos hasta nueve pleitos contra el gobierno peronista en Estados Unidos, Argentina y España, además de en el tribunal internacional Ciadi, aunque Brufau tampoco descartaría un acuerdo fuera de este frente legal si fuera aceptable para sus intereses y los de sus accionistas, han asegurado siempre fuentes de la petrolera.

Recientemente ha surgido otro conflicto, ya que la última junta de accionistas de YPF ha aprobado "promover acciones" contra Brufau que podrían terminar en una demanda civil por autorizar presuntos sobresueldos, aunque la petrolera española y el propio Brufau han minimizado este asunto. Dicen que se trata de una campaña de difamación y que se reservan el derecho de emprender acciones legales contra los gestores de YPF.