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VALENCIA. Hace poco más de un año, Aitziber Irisarri y Raquel Bernal, salieron de los locales de la aceleradora de empresas Business Booster con una empresa dispuesta para pelear un hueco en el mercado, 400 obras de arte en cartera y el respaldo de cuatro inversores, captados en las rondas de financiación de Business Booster.

Hoy, Arttroop ofrece 3.200 pinturas, esculturas e instalaciones de más de 20 países a un precio medio de 700 euros (aunque hay piezas desde 20 euros) y han generado cinco empleos. "Todavía no hemos llegado a la punta de desarrollo de la empresa, pero está funcionando dentro de lo previsto", señala satisfecha Bernal.

El camino no ha sido fácil, aunque reconocen que ha merecido la pena. "La clave es la confianza mutua y saber de la responsabilidad con la que la otra persona se va a tomar el trabajo", señala Irisarri. Aunque uno tenga una preocupación personal, se ha de dar el 100%, aseguran. Del mismo modo, que se impone el 'hoy por ti, mañana por mi'.

UN AÑO DE RODAJE

"Cuando Raquel (Bernal) tuvo a uno de sus dos hijos ingresado, consiguió hacerse con una wifi para poder seguir trabajado desde La Fe", recuerda Irisarri, en una fase muy embarazada de su segundo embarazo y dispuesta a estar al pie del cañón hasta el último momento. Además, en casa la pareja personal tiene que apostar también por el proyecto, algo que ambas reconocen como fundamental para salir adelante.

Respecto al negocio, este año de rodaje les ha permitido cubrir determinadas carencias que han encontrado con la práctica y adaptarse a las realidades del mercado. "Los problemas arancelarios nos han obligado a centrarnos en la venta para el mercado español", reconoce Irisarri , aunque ya están pensando en cómo dar respuesta a este tema para lanzarse de lleno al mercado comprador internacional, del que ya les han llegado demandas.

Ese es su próximo gran reto, pero quieren tomarlo con prudencia, sin intentar alargar más el brazo que la manga. Por el momento, avanzan en la adaptación de la web a otros idiomas y aunque ya tienen un método para facilitar la transacción, es un aspecto para el que siguen trabajando. "Se trata de obras de arte y sólo en el transporte hay que contar con las máximas garantías de control", reconoce Irisarri.

LA HORA DE RENDIR CUENTAS

Por otra parte, al igual que les ocurre a otros muchos emprendedores, tener que rendir cuentas a los inversores es uno de los aspectos más destacados. "Teníamos experiencia empresarial por el despacho de arquitectura del que veníamos"; apunta Bernal, "pero en este caso ha sido distinto". "Los inversores valoraron la implicación de las dos en el proyecto, pero después te ayudan a distanciarse y tomar perspectiva", añade Irisarri .

Desde el consejo de administración, el responsable de Busines Booster (que también aporta inversión a los proyectos acelerados) y los otros tres business angels que les respaldan les han ofrecido una perspectiva distinta, además de obligar a un estudio muy detenido y justificado de cada ajuste que creen que les ha beneficiado mucho para seguri creciendo y poder presumir de que la 'tropa del arte' aún tiene mucho que decir.

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