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VALENCIA. La Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), a través de su presidenta Elena Bastidas, denunció públicamente meses atrás la deuda de unos 1.000 millones de euros que mantenía la Generalitat Valenciana con los municipios de la Comunitat. A día de hoy, tras varios encuentros con altos cargos del Consell incluido el vicepresidente de la Generalitat, José Ciscar, todavía no se ha enjugado esta deuda.

Bastidas, preguntada por ValenciaPlaza.com, señaló este miércoles que los últimos encuentros han ido dirigidos a establecer un calendario de pagos que, a su juicio, verá pronto la luz. "Hay que ser razonables. El Consell está a la espera de que el Ministerio de Hacienda concrete los datos del Fondo de Liquidez Autonómico y tenemos el compromiso de una reunión posterior con carácter inmediato para detallar el calendario", recalca la presidenta de la FVMP, quien señala además que a final de año la Generalitat hizo un pago de 60 millones de euros.

Mientras esto sucede, la gran mayoría de los 542 municipios que existen en la Comunitat Valenciana siguen a la espera de cobrar por parte de la Generalitat. Los alcaldes, en especial los de los municipios más pequeños, subsisten a base de imaginación y austeridad mientras asisten con desánimo a las críticas generalizadas sobre la clase política a causa de la corrupción o de los privlegios. Sea cual sea su signo político, sus quejas son similares y su sueldo, el mismo: poco o ninguno.

En este contexto, no resulta extraño que las direcciones de los partidos, especialmente la del PP, hayan recibido protestas de sus propios alcaldes, que en muchos casos desesperados, han transmitido su deseo de no continuar con la vara de mando en algunos municipios: "Si esto sigue así, no me presento".

ValenciaPlaza.com se ha acercado a cuatro alcaldes de la Comunitat Valenciana para preguntarles por la realidad de su día a día. Dirigentes municipales que se debaten entre la devoción a sus municipios y las propias renuncias personales que en ocasiones deben asumir en aras del bien común.

PATRICIO GÓMEZ, ALCALDE DE VIVER: "VENGO DE LA BANCA: ESTOY ACOSTUMBRADO A LIDIAR CON LEONES"

El alcalde de Viver, Patricio Gómez, aceptó la propuesta del PSPV de presentarse a la alcaldía de este municipio de unos 1.700 habitantes tras superar un cáncer. Este prejubilado de Bankia estuvo 35 años en la entidad, siendo director de la sucursal de Viver durante 11 años.

No tiene sueldo asignado, más allá de unos pocos cientos de euros en concepto de dietas. La Generalitat le debe al municipio unos 300.000 euros y el alcalde lo asume tirando de "mucho trabajo y mucha imaginación". Todos los días es un examen: Gómez explicaba ayer a este diario que en Viver tienen una casa tutelada en la que residen ancianos. "Como las familias están tan apuradas, los hijos vienen a llevarse a los ancianos a casa para poder vivir de la pensión. Si los ancianos se van, ya no pagan y tenemos problemas para mantener a los empleados", explica el alcalde en referencia a un problema que ha debido abordar este mismo miércoles.

Patricio Gómez se muestra "orgulloso" de haber mantenido hasta ahora la brigada municipal, con una decena de trabajadores y de haber conseguido que se ponga en marcha el arreglo para el convento San Francisco de Paula del siglo XVII. "Son cosas que la gente valora", subraya.

Aunque asegura que sabía donde se metía y, por ello, su programa no era descabellado, lamenta los impagos de la Generalitat porque dejan a los ayuntamientos en una situación de "inmovilidad", si bien se muestra motivado para la alcaldía: "Esto me ha dado la vida. Vengo de la banca y estoy acostumbrado a lidiar con leones", subraya.

ALEJANDRO PORTERO, ALCALDE DE CHERA: "COMO TODO EL EQUIPO GOBIERNO TRABAJA EN OTRA COSA, ESTAMOS CONECTADOS POR UN GRUPO DE WHATSAPP"

Otro ejemplo de alcalde por vocación es el de Chera, el socialista Alejandro Portero. Este funcionario del Instituto Nacional de la Seguridad Social, dejó de cobrar una pequeña cantidad tras la primera legislatura para ingresar solo un dinero en concepto de dieta como alcalde de este municipio de unos 600 habitantes.

El primer edil cifra la deuda de la Generalitat con el municipio en 400.000 euros, la mitad del montante de 2005. "Lo peor es que pagamos los intereses por una deuda que no ha sido generada por el consistorio. El pago del préstamo del ministerio de Cristóbal Montoro nos obliga a abonar el 6%, cuando es una deuda que no tendríamos si la Generalitat hubiera pagado en su momento", explica.

En cualquier caso, Portero expresa su satisfacción: "Soy alcalde por vocación de ayudar y estoy orgulloso de lo que hemos podido ir haciendo y modernizando. Esa satisfacción es el único pago que tienes. Y con el resto de concejales pasa lo mismo, puesto que nadie cobra un sueldo de esto, tenemos un grupo de whatsapp con los ediles porque el resto del equipo también trabaja en otra cosa", explica.

El alcalde admite que los inicios fueron especialmente duros. "Cuando entré no tenía secretario-interventor. Ni siquiera teníamos para hacer una auditoría, ni para saber casi ni el dinero que había. Aunque es dificil generar actividad económica y fuentes de ingresos, poco a poco se van haciendo cosas: ahora queremos potenciar el turismo de interior gracias al parque natural y geológico que tenemos", explica.

Portero recalca que no prolongará su mandato. "En esto debes estar por tiempo limitado, yo me puse el 'tope' para el final de esta legislatura", comenta, para incidir de nuevo en la necesidad de cobrar por parte de los consistorios. "Esperemos que la Generalitat devuelva pronto lo que debe, si no, tendremos un problema de verdad y veremos suspensiones de pagos de municipios", sentencia.

JUAN ANTONIO PUCHADES, ALCALDE DE BENIGÀNIM: "COBRAS CON LA SATISFACCIÓN DE HABER HECHO COSAS QUE QUEDARÁN PARA TODA LA VIDA"

El alcalde de Benigànim, Juan Antonio Puchades, profesor de instituto ya jubilado, ingresa unos 200 euros al mes por ocupar su cargo en esta localidad de 6.500 habitantes. "Estuve liberado cuando entré hace seis años. Compaginé a media jornada la enseñanza y la alcaldía. Cuando las cosas no iban bien, me reincorporé al instituto hasta que me jubilé hace siete meses y ahora estoy dedicado al ayuntamiento al 100%", explica.

Puchades, del Partido Popular, admite con naturalidad que la deuda con la Generalitat les ha creado "un desajuste presupuestario". "La Conselleria de Cultura nos adeuda un millón de euros, pero tenemos un convenio y cada año nos va pagando una parte, además tenemos otros dos millones del auditorio y de otros servicios como el taller de empleo", explica. "Si se nos hubiera pagado solo el taller, que son unos 240.000 euros, no deberíamos ni una factura", subraya.

Aunque pagar intereses no satisface a nadie, Puchades entiende que es "un sacrificio" que hay que hacer. "No teníamos ni un triste cine y el auditorio lo necesitábamos. Nos ha dado una vida enorme", puntualiza.

El alcalde tampoco continuará dentro de dos años. "Habrá 'supermanes' que lo hagan pero yo creo que ocho años es suficiente y llevo seis". "El 90% de alcaldes entramos por vocación de servicio: hemos construido un polideportivo, campo de césped artificial, contenedores soterrados, la casa de la Juventud con sala de ordenadores, ludoteca, salas para asociaciones... Voy a dejar muchas cosas hechas, cosas para toda la vida, y ese es el orgullo. Cobras solo con satisfacción".

JOSÉ JAVIER CERVERA, ALCALDE DE LORIGUILLA: "NO HAY NINGÚN SUELDO QUE COMPENSE ESCUCHAR PROBLEMAS A DIARIO: LO HACES POR VOCACIÓN"

José Javier Cervera es ingeniero de Obras Públicas y alcalde de Loriguilla, un municipio valenciano de 1.800 habitantes. Miembro del Partido Popular, tuvo una empresa promotora hasta que llegó la crisis y la disolvió. Cobra a media jornada en el Ayuntamiento de Loriguilla y otra media del Consorcio Valencia Interior, además de poseer una pequeña empresa de ingeniería.

El alcalde de Loriguilla admite que tienen "bastantes ingresos pendientes". La Generalitat nos debe 1,2 millones de euros, y la Red Eléctrica Española cerca de un millón, algo con lo que estamos litigando. Cervera recalca la importancia de ser "sensibles con la gente y gestionar con atención hasta el último céntimo". "Las personas nos manifiestan sus necesidades todos los días. No hay ningún sueldo que compense escuchar problemas a diario: lo haces por vocación", explica el primer edil, quien destaca sus intentos para que el 100% de la gente que trabaje en las obras sea de Loriguilla.

"Tampoco puedes hacer mucho: apretarte el cinturón todo lo que puedas, utilizar por ejemplo el superávit de alquileres de viviendas y naves industriales que construimos en el pasado para pagar la limpieza municipal",comenta.

Cervera lamenta que la existencia de unos pocos derrochadores o la mancha de dirigentes corruptos salpique a todos. "Se nos critica a todos pero hay que entender que la gente lo está pasando mal. Es duro, pero no hay que quejarse", comenta.