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MADRID. El presidente de Globalia, Juan José Hidalgo, aborda una semana frenética que le puede convertir en líder turístico nacional después de la caída de su gran rival, el conglomerado Marsans. El lunes se hizo público que se había colado con un clamoroso éxito en la subasta de Orizonia y que ganaba la partida a Barceló al ofertar 60 millones, hasta 20 más que los que pagaba la cadena hotelera y hacerse con el apoyo del consejo de Orizonia que preside Fernando Conte.

Y ayer mismo anunció un acuerdo con los sindicatos para establecer un Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) para unos 2.200 empleados de Halcón Viajes, Globalia Travel Club y Globalia Business, con una reducción de jornada y salario del 25% desde el 19 de diciembre hasta el 31 de mayo de 2013.

El citado ERTE se firmó a última hora del lunes en las empresas donde los sindicatos tienen representación, Halcón Viajes, Globalia Travel club y Globalia Business, siendo suscrito por todas las organizaciones sindicales presentes, CC.OO., UGT y SPV.

¿AJUSTE Y CRECIMIENTO A LA VEZ?

Aunque se trata de un expediente temporal, algunas fuentes sindicales han denunciado que las autoridades competentes puedan permitir un ajuste laboral del tipo que sea en medio de una operación de compra como la de Orizonia. Aseguran que es insólito este proceso de ajuste laboral y crecimiento a la vez, por lo que han manifestado su preocupación por ello de cara al futuro del grupo.

La cuestión es que acuerdo laboral se estaba firmando mientras Juan José Hidalgo informaba de la compra de Orizonia a las principales autoridades turísticas españolas, según ha sabido este diario. Se trata de un golpe de mano audaz del presidente de Globalia, que en apenas 24 horas ha cerrado la compra del 100% del capital de Orizonia, además poner en marcha un ajuste laboral de acuerdo con los sindicatos.

BARCELÓ NO SE RESIGNA

Como se recordará, desde hace una semana parecía que la adquisición de Orizonia estaba hecha por parte del grupo hotelero Barceló, que parece no resignarse a ser el perdedor y ya ha declarado que piensa seguir haciendo valer su acuerdo y que no descarta acudir a los tribunales.

Hidalgo ha sido capaz de colarse en la subasta de Orizonia tras el rechazo a la compra de Barceló por parte de la entidad financiera británica Intermediate Capital Group (ICG), uno de los mayores acreedores de los 600 millones que debe Orizonia, además de accionista del grupo turístico.

La oferta exclusiva y vinculante de Globalia, que ya cuenta con la aprobación de los consejos de administración de ambos grupos, incluye una aceptación de deuda no especificada todavía (se habla de unos 80 millones), y una inyección de capital de hasta 60 millones de euros, una parte para desembolsar de forma inmediata, Los acreedores, entre los que se encuentran ICG, Bankia, Societe Generale, Santander, Banesto, La Caixa y Sabadell, deberán aprobar todavía la operación con una mayoría superior al 75% de la deuda, lo que podría suceder hoy mismo o en los próximos días.

CAPITAL 100% ESPAÑOL

Con esta adquisición, Hidalgo consolida el que será de mucho el mayor conglomerado turístico nacional y uno de los primeros de Europa, capaz de tutearse directamente con grupos como Neckerman o Tui y con un capital 100% español y unas ventas de 6.400 millones de euros.

Las ventas anuales de Globalia se aproximan a los 4.000 millones de euros, integrando a la aerolínea Air Europa, la red minorita Halcón Viajes y Ecuador, el turoperador Travelplan, la compañía hotelera Belive y la empresa de handling Groundforce. Por su parte, el Grupo Orizonia posee la red de agencias de viajes Vibo (unas 950 oficinas), además de siete turoperadores -Iberojet, Solplan, Viva Tours, Condor, Kirunna y Orizonia Life-, la aerolínea Orbest, el receptivo Smilo y la cadena hotelera Luabay, aparte del negocio de cajas de regalo Kaleidoscopio.

No obstante, Barcelo parece tener ganas de seguir en esta batalla y la compañía presidida por Simón Pedro Barceló ha dicho en un comunicado que "defenderemos los derechos que nos asisten en virtud del acuerdo firmado con Orizonia" y ha matizado que solo un acreedor, aunque importante, vetó su oferta. Asimismo alertó que la opción de Globalia puede llevar mucho más ajuste laboral que la suya.

Se trata, sin ninguna duda, de la mayor operación de los últimos años en el sector turístico español, que seguro que todavía dará mucho de qué hablar.