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VALENCIA. El anuncio del cambio de modelo de gestión sanitaria ha puesto en pie de guerra a las organizaciones sindicales. Las incógnitas que se desprenden de la privatización agrupada de servicios ha provocado un terremoto en la sanidad valenciana que los sindicatos están dispuestos a alimentar. Ayer, ‘plantaron' a la conselleria en la mesa sectorial que abordaría este asunto como un punto del día más y a partir de hoy, se iniciarán asambleas informativas en los departamentos para explicar la postura de las fuerzas sindicales ante los cambios que se avecinan. 

Los cinco sindicatos pertenecientes a la mesa, Cemsatse, UGT, CCOO, CSI·F y USAE, declinaron asistir a la reunión ante la "falta de información concreta" remitida a estas organizaciones. Entre los puntos del día figuraba el nuevo modelo de gestión sanitaria compartida, así como la modificación del sistema de productividad y el plan de empleo del Hospital Militar.

A juicio del secretario de Salud de la FSP-UGTPV, Miguel Usó, estos asuntos "tan trascendentales" requieren, según el principio de buena fe en la negociación del Estatuto Básico del Empleado Público, de la convocatoria previa de mesas técnicas independientes para ser negociados. Una situación que la conselleria ha obviado amparándose en que son decisiones de carácter "autoorganizativo que no afectan a los derechos del personal".

Los sindicatos desconfían y critican la ausencia de documentación concreta previa a la reunión que clarifque hacia dónde va el nuevo modelo. Desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI·F), coincidían en lamentar que el cambio de modelo sanitario fuera tratado incluido como "un punto del día más" dentro de la mesa sectorial sin una negociación previa y anunciaban movilizaciones frente a la reforma prevista por el Consell.

De hecho, según informaron fuentes sindicales, este martes comienzan a celebrarse las citadas asambleas y a partir de la semana que viene se programarán movilizaciones.

2.300 MILLONES DE EUROS PARA LOS OPERADORES PRIVADOS

Desde otro de los sindicatos integrados en la mesa, Cemsatse, se apuntó ayer que los beneficios que obtendrán los operadores privados serán de unos 2.300 millones de euros. "Se podrían construir entre 10 y 15 hospitales y casi 100 centros de salud", afirmaron.

Desde este sindicato lamentaron que la Comunitat Valenciana fuera el "conejillo de indias" del PP para probar este nuevo modelo de gestión privada y pronosticaron que se extenderá al resto de comunidades donde gobierna el PP una vez se haya probado aquí, "tal y como ha ocurrido con el modelo Alzira".

Para Cemsatse, a pesar de que la Conselleria de Sanidad afirma que los empleados públicos seguirán dependiendo de la AVS, "ya está planteando que los operadores privados participen en los sistemas retributivos de los empleados públicos a través del complemento de productividad, lo que supone una dependencia funcional en la práctica", apostillaron.

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