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VALENCIA. La Comunitat Valenciana suspende todos los aspectos que analiza el primer informe de Situación de la Comunitat Valenciana de BBVA Research, el servicio de estudios de la entidad. En una escala del verde al rojo, la entidad considera que ninguno de los doce indicadores han alcanzado un nivel adecuado para dar garantía de superación de la crisis ni a corto ni a largo plazo.

El director territorial Este de BBVA, Javier Pérez Cardete, ha reconocido que la Comunitat está "sufriendo empresarialmente", pero desde la entidad se plantean ampliar su presencia entre las pymes y autónomos, ya que "otras entidades que lideraban hasta ahora ese sector no pueden seguir haciéndolo".

El sector público valenciano se encuentra a la cabeza de los problemas que acosan a la economía valenciana. Concretamente, la deuda autonómica por cápita es la principal rémora para su recuperación a corto plazo, seguida del exceso de oferta en vivienda, el apalancamiento del sector privado, el desempleo y el Producto Interior Bruto (PIB) per cápita.

GENERACIONES PARA SALIR ADELANTE 

En todo caso, la Comunitat necesitará "generaciones" para dotarse de un capital humano con la formación necesaria para afrontar el futuro con ciertas garantías de competitividad.

Y es que el escenario a largo queda obstaculizado por el capital humano disponible y las infraestructuras. Aunque cinco autonomías obtienen datos peores en la media de sus indicadores, todas ellas cuentan con dos o hasta tres aspectos adecuados para salir adelante.

"La Comunitat Valenciana será una de las autonomías más beneficiadas por las reformas estructurales", asegura el economista jefe de Economías Desarrolladas de BBVA Research, Rafael Doménech. Cualquier cambio se considera que beneficios para la situación de las empresas.

Las estimaciones del servicio de estudios de la prevé que la economía valenciana se contraerá un 2,2% en 2012, después de cerrar el pasado año con un crecimiento mínimo: un 0,6%. Para intentar hacer frente a esta situación, Domenech estima que deberá hacerse en la valenciana los mayores esfuerzos para salir adelante.

Domenech aboga por mejoras que afecten a la competitividad, que permitan aumentar la cuota de las empresas españolas en la demanda interior y reducir las importaciones un 10%, lo que significaría un aumento del PIB del 2%. En ese sentido, marca como objetivos prioritarios liberar potencial de crecimiento, incentivar la inversión extranjera directa y eliminar las "barreras que impiden una reasignación y un empleo eficiente de recursos".

Entre los principales ajustes, se deberá acometer una consolidación fiscal "rigurosa y gradual", dentro de un programa detallado con objetivos claros para los próximos años. Además, esta salida hacia delante no podrá contar con el anhelado flujo del crédito, ya que "incluso en un escenario relativamente optimista, el crédito va a recortarse porque la economía viene de unos niveles excesivos de endeudamiento familiar y empresarial".

Según BBVA, el cambio en el sistema de financiación ha traído una mejora respecto al sistema anterior pero no compensa la caída de ingresos que se ha producido como consecuencia de la crisis.

Sobre el paro, en la Comunitat se paga el hecho de ser más sensible a los cambios de ciclo por su bajo nivel de formación. La reforma laboral "sustantiva, muy bien orientada e integral", debería permitir una mayor flexibilidad interna en las empresas para evitar en el futuro escaladas del desempleo como la actual.