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VALENCIA. En ocasiones, un gesto suple con creces decenas de maniobras políticas soterradas. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, asumió ayer la propuesta de Alberto Fabra de celebrar una cumbre de máximos responsables autonómicos en Valencia con el objetivo de diseñar un nuevo mapa de competencias y actualizar el modelo de administración actual.
El primer encuentro en La Moncloa entre Rajoy y Fabra se prolongó casi dos horas. De la reunión salió el compromiso de la citada cumbre, que por primera vez se celebrará fuera de Madrid, y que deberá servir para "fijar los compromisos de las comunidades autónomas" y "establecer una mayor colaboración con el gobierno para cumplir los objetivos que tenemos marcados", explicó el presidente valenciano, quien recalcó la necesidad de revisar el papel de las autonomías dado que la realidad "ha cambiado".
El gesto de Mariano Rajoy implica un nuevo espaldarazo para Alberto Fabra, por quien apostó el presidente nacional del PP como sucesor de Francisco Camps tras su dimisión por el juicio de los trajes. No es el primero. En las últimas semanas, con la absolución del expresidente y algunos conatos de rebelión dentro del PPCV, es precisamente cuando más pronunciado se ha percibido el apoyo de Rajoy a Fabra.
El líder del PPCV ya fue designado como uno de los redactores de la ponencia de Estatutos del partido, en la que dibujó unas condiciones de transparencia y medidas disciplinarias muy férreas para los cargos ‘populares' imputados que agradaron a Rajoy, aunque el texto suscitó un importante número de enmiendas en el Congreso Nacional del PP.
En el cónclave del partido, Fabra también recibió otro ‘guiño' del líder nacional del PP. La cuota valenciana en el Comité Ejecutivo Nacional se elevó con la inclusión de peticiones expresas del líder autonómico como la de su mano derecha, el vicepresidente del Consell, José Císcar, dentro de este órgano de dirección.
La comunicación entre Fabra y Rajoy ha sido continua en los últimos meses. La pasada semana, el presidente de la Generalitat anunció la destitución fulminante de dos altos cargos, Josep Maria Felip y Alexandre Catalá, por su imputación en el caso de presuntas irregularidades en la gestión de fondos que debían ser destinados al Tercer Mundo.
Curiosamente, desde la calle Génova -donde se ubica la dirección nacional del PP-, se emitió a las pocas horas un comunicado en el que elogiaba la actuación "contundente" del presidente regional, una reacción poco habitual desde el aparato orgánico que reforzaba la autoridad del presidente y que refrendaba su aviso para navegantes: tolerancia cero con la corrupción.
Ahora, la interpretación político-orgánica de la concesión de esta cumbre es inevitable. Rajoy refuerza a Fabra con una cita de ámbito nacional que, además, está relacionada directamente con la gestión autonómica y el debate sobre el modelo que propone el presidente de la Generalitat. Un encuentro que, además, está previsto para antes de verano, fechas que coincidirían a priori con los congresos del PP regional y provinciales.
CORREDOR MEDITERRÁNEO, FINANCIACIÓN, AGRICULTURA Y AGUA
En el encuentro, también se abordaron diversas reivindicaciones que Fabra llevaba bajo el brazo. Según afirmó el presidente valenciano tras la reunión, Rajoy se comprometió a gestionar "cuanto antes" una estructura "fundamental" como el Corredor Mediterráneo.
En cuanto a la financiación autonómica, el presidente de la Generalitat solicitó a Rajoy la revisión de un modelo que es "injusto" y "maltrata" a la Comunitat Valenciana. "Si hubiera percibido lo que le correspondía, ahora tendría un 60% menos de deuda", subrayó Fabra, aunque no anunció la existencia de un compromiso concreto por parte del presidente del Gobierno respecto a la reforma del modelo existente.
Sobre la agricultura, Fabra abordó el acuerdo de Marruecos con la UE, que, según dijo, dejará en "peores condiciones de competitividad" a los productos agrícolas españoles, mientras que en lo relativo al agua insistió en la necesidad de "llevar el agua de donde sobra a donde falta".
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