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conferencia del exministro en forinvest

Jordi Sevilla, sobre Rajoy: "Si queremos que las cosas cambien, hay que hacerlas de otra manera"

ÁLVARO MOHORTE. 18/02/2012 El exministro afirma que el actual Gobierno está siguiendo la línea iniciada en 2010 por Zapatero y "éste es el principal motivo de desconfianza sobre sus efectos en la economía española"

VALENCIA. Innovación, también en la gestión política de la crisis económica. Esta ha sido la reivindicación de Jordi Sevilla, exministro de Administraciones públicas (2004-2007) y actual asesor de PwC, en su conferencias 'Cambio de modelo de la economía española: mercado o Estado' con la que se ha clausurado el Forum Forinvest y el IV Foro Internacional del Seguro.

Ante al situación de las administraciones autonómicas, Sevilla confía en que los 10.000 millones que va a conceder el ICO en créditos para pagar a los proveedores tenga una segunda edición después des verano, si las circunstancias lo permiten. Además augura una dura lucha por el reparto de esta primera cantidad, "a todas luces insuficiente".

Sobre la situación económica actual, el exministro demanda una nueva conexión entre los políticos y la sociedad. Para conseguirlo, demandó que se reduzca "el trecho entre lo dicho y los hechos", por parte de los responsables públicos.

En ese sentido, propuso la puesta en marcha de planes específicos de reactivación para la automoción, el turismo y, "por supuesto, la construcción", con dotación presupuestaria. A su vez, calificó la reforma del sistema financiero de demasiado lenta y demasiado a largo plazo. Con ella, "la mayoría de las empresas y familias nos podemos quedar por el camino"

En lugar de la actual reforma laboral, que reduce los costes de despido y crea modelos de contratos más inestables para el trabajador, Sevilla defendió una reducción de las cotizaciones sociales a las empresas de cuatro o cinco puntos, "asumible para el Estado".

REFORMAS CONTINUISTAS Y PARA MAL

"Las principales reformas en materia financiera, laboral o sobre el déficit público que ha hecho el Gobierno actual siguen la línea iniciada en 2010 por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero". Para Jordi Sevilla, éste es el principal motivo de desconfianza sobre sus efectos positivos en la economía española.

Lejos de acusar a Rajoy de plagio o copia, Sevilla criticó la actitud del Ejecutivo citando a Albert Einstein: "Si queremos que las cosas cambien, tenemos que empezar por hacerlas de otra manera".

En su opinión, la filosofía que impulsa la acción política y económica de los sucesivos gobiernos españoles lleva una misma línea que esta crisis ha demostrado equivocadas o erróneas en el escenario actual. Sin embargo, lamentó que "ni Izquierda Unida" las ponga realmente en duda.

DESCONEXIÓN ENTRE LA SOCIEDAD Y LOS POLÍTICOS

Esta situación se suma a la devaluación pública de la política y la desconexión entre la sociedad y sus políticos. El 15M es sólo un síntoma de algo mucho más profundo. "La realidad de la política va por un lado y la de la sociedad y las empresas, por otro", aseguró.

Uno de los motivos principales de esta situación es la incoherencia entre los políticos dicen y lo que hacen. Como ejemplo, ha puesto la reforma de la ley de pagos de las Administraciones publicas. "Si antes no podía cumplir con los plazos establecidos, por mucho que los recortes por ley, seguirá sin poder cumplirlos".

La manera de hacer política tiene que cambiar para que se establezca una nueva relación entre la sociedad, las empresas y los políticos, desde la modestia y la honestidad.

CURAR LA 'OBSESIÓN' POR EL DÉFICIT

Sevilla aseguró que las teorías económicas que se están aplicado en los últimos años en España están entrando en barrena y no son seguidas ya en otros países. "Si todo se está haciendo bien según los manuales, ¿por qué no funciona?".

Para el exministro, las propias medias han agudizado la situación: la reducción del déficit dificulta la acción dinamizadora del Estado; la recapitalización y reestructuración de entidades refuerza al banco más fuerte; por último, la inseguridad laboral incrementa el paro, rebaja sueldos y reduce el consumo. Con estos mimbres, la recesión está servida.

Los informes de las agencia de calificación le dan la razón, según Sevilla. Las recortes y las medidas de ajuste están produciendo una desaceleración económica que las agencias detectan y lo traducen como nuevos factores de riesgo, devaluando la calificación.

La llamada barra libre actual del Banco Central Europeo, concediendo créditos a las entidades directamente o a los estados por medio del Fondo Monetario Internacional, demuestran que Bruselas ha tomado nota de esta advertencia y está cambiando de actitud. Lo mismo considera que están haciendo Angela Merkel y Nicolás Sarkozy, tanto en sus respectivos países como al definir la estrategia europea.

JULIO 2012: FIN DE LA CRISIS DE LA PRIMA DE RIESGO

Sobre los vaivenes de la prima de riesgo, a pesar de las medias de austeridad tomadas, Sevilla las calificó como un problema del diseño del sistema. "Actualmente el problema de España no es la deuda soberana (que sufre estos golpes), sino la deuda privada".

La puesta en marcha el próximo mes de julio del Fondo Europeo de Estabilización permitirá a Europa comprar deuda soberana a los estados, ahorrando las comisiones que actualmente cargan las entidades financieras que actúan de intermediarias. "Éste era un problema del sistema actual que se podrá empezar a resolver".

De este modo, el Estado español ahorrará "uno cuantos millones de euros" que podrá destinar a otro destino que, en su opinión, no debe ser tampoco la reducción del déficit.

Igualmente, Sevilla confía en que se produzca un cambio en los planes de estabilidad para adaptar los calendario de cumplimiento a la situación actual. "No podemos seguir trabajando con unas previsiones que se hicieron en tiempo de bonanza. Hoy hay otras prioridades".

Con la hoja de ruta actual, hay que recortar en España 40.000 millones de euros de gasto público, pero el exministro entiende que sería "muy difícil y contraproducente" en un periodo de retraimiento económico.

Para que un recorte tenga un efecto expansivo en la economía, se tiene que cumplir tres condiciones: que el grueso de la deuda sea pública y no privada; que los tipos de interés estén altos y que haya crédito privado. Ninguna de estas condiciones se cumple hoy.

PLANES SECTORIALES Y REFORMA FINANCIERA

De cara a las empresas, Sevilla ha propuesto la creación de planes sectoriales específicos de reactivación "muy medidos y muy estudiados" entre las administraciones y las empresas.

Los principales destinatarios de este tipo de herramientas serían la automoción, el turismo y, "por supuesto, la construcción". Habría que ver hasta dónde se podría llegar, pero no duda que se debería incluir este tipo de políticas en los presupuestos.

Para las entidades financieras, consideró que el sistema actual de provisiones, fusiones y reestructuraciones puede ser adecuado, pero muy lento. "No tenemos dos o tres años para sanear en sistema. La mayoría de empresas y familias nos podemos quedar por el camino".

La mejor solución sería la creación de un 'banco malo' que permita concentrar los activos tóxicos y sanear al resto, "aunque esta solución no sea la que le conviene al banco más grande", en referencia a las declaraciones contrarias a esta posibilidad realizadas por el presidente del Santander, Emilio Botín. Sevilla apuntó que eso es lo que se ha hecho en Alemania o Irlanda con buenos resultados.

LOS ERRORES DE LA DEVALUACIÓN INTERNA

Hasta la creación del euro, la posibilidad de devaluar la moneda aumentaba la competitividad al reducir los costes. Sin embargo, actualmente hay dos alternativas: reducir los costes salariales (como ha hecho la reforma laboral) o reducir los no salariales.

Sevilla apoyó esta segunda posibilidad y propuso una bajada de las cotizaciones de cuatro o cinco puntos. Sobre el efecto que esta medida podría tener sobre las pensiones, el exministro de Administraciones públicas aseguró que "ya es hora de plantearse otras alternativas a la financiación de estas por otra vía que no sea sólo las cotizaciones sociales".

Con las medidas aplicadas hasta ahora, se va a tardar diez años en asumir el volumen actual de desempleados, ya que con esos moldes se crearon algo más de cuatro millones de empleos en la bonanza comprendida entre 2000 y 2007, aseguró.

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