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VALENCIA. El pleno de la Cámara de Comercio de Valencia aprobó este lunes su presupuesto para 2012 en el que se recoge por primera vez la desaparición de la cuota obligatoria que pagaban las empresas. Esta nueva situación ha provocado un recorte sustancial en la previsión tanto de gastos como de ingresos.

En concreto, el presupuesto de la Cámara de Valencia para el próximo ejercicio asciende a 10,28 millones de euros, frente a los 15,84 millones del año pasado. Esto supone una rebaja del 36%. El mayor recorte en los gastos llega por la vía del personal, tras el despido de 59 empleados de la institución, obligada a plantear un ERE en su plantilla de 151 empleados ante las dificultades para mantener la estructura actual. Por la de los ingresos, en las cuotas que pagan los asociados, que llegan a reducirse hasta un 65%, según las fuentes consultadas por este periódico.

El balance final arroja un resultado negativo para el año que viene de 132.302 euros, un hecho inusual para una institución que tradicionalmente ha tenido sus cuentas saneadas.

Pese a la rebaja obligada de los ingresos y la previsión de pérdidas, el pleno de la Cámara, a propuesta de la comisión ejecutiva que preside José Vicente Morata, aprobó acudir a la emisión de deuda que está realizando la Generalitat Valenciana, suscribiendo ‘bonos patriótico' por valor de un millón de euros.

Esta decesión causó malestar entre parte de los asambleístas que criticaron que la Cámara use sus fondos "para acudir en ayuda de la Generalitat en lugar de apoyar a las pymes", explicaron las mismas fuentes, que añadieron que el Consell adeuda cerca de cinco millones y medio de euros a la entidad.

Morata defendió la compra de bonos por el interés de la inversión.