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VALENCIA.El Banco de Valencia solicitó finalmente este martes un aplazamiento a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para poder presentar sus resultados trimestrales fuera del plazo que legal que finalizó a medianoche. Se cumple así uno de los escenarios que se barajaban desde que se hizo público que el banco participado por Banco Financiero y de Ahorros (BFA-Bankia)j está siendo inspeccionado por el Banco de España por un posible desfase en sus cuentas que podría alcanzar los 1.000 millones.
El consejo de administración de Banco de Valencia abordó al menos en dos ocasiones los resultados correspondientes al tercer trimestre de este año. La primera fue el pasado 28 de octubre, día en que el consejero delegado, Aurelio Izquierdo presentó un primer esbozo. Sin embargo, esa reunión acabó de forma abrupta con la dimisión de José Luis Olivas como presidente. También ese día se apuntó por primera vez en el consejo a la posibilidad de que el banco sufriese un quebranto en su balance mayor del que se había barajado hasta entonces.
El consejo volvió a analizar las cuentas el pasado viernes en una sesión maratoniana. Sin embargo tampoco se aprobaron, pese a que tres días más tarde vencía el plazo.
Oficialmente, Banco de Valencia informó ayer de que la decisión de aplazar la presentación de las cuentas persigue "incorporar el diagnóstico sobre la situación del banco y la ampliación de capital que se propondrá a la junta de accionistas". Al mismo tiempo, reconocieron las mismas fuentes oficiales, se esperará a conocer el resultado de la inspección del Banco de España.
Los resultados de los nueve primeros meses se llevaron al consejo el pasado 28 de octubre, pero no se aprobaron al dimitir por sorpresa el entonces presidente, José Luis Olivas, junto a otro consejero.
La jornada de ayer fue muy intensa en la sede del banco en la calle Pintor Sorolla de Valencia. Las fuentes consultadas por este periódico apuntan a que la entidad intentó hasta el último momento poder presentar las cuentas dentro del plazo previsto aunque ello supusiese no incluir todas las pérdidas que se puedan derivar de la inspección del Banco de España.
Sin embargo finalmente el organismo que dirige Miguel Ángel Fernández impuso su criterio y forzó la solicitud de aplazamiento a la CNMV, una vía que ya utilizó por ejemplo CAM cuando fue intervenida.
Las fuentes oficiales del banco aseguraron que con el tiempo que se gana (no hay una fecha prevista para presentar los resultados) se elaborará "el plan financiero" y se culminará el repaso al estado de las cuentas, "en paralelo a la inspección que realiza el Banco de España".
Con esta decisión se da a entender que en el momento que Banco de Valencia presente los resultados incluirá ya no solo el plan, sino también la vía elegida para cubrir el desfase en sus fondos. Una operación en la que se da por segura la participación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) que acabará por ser el accionista mayoritario de la entidad mientras se busca un comprador para el histórico banco valenciano.
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