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VALENCIA (VP). La huerta valenciana se prepara para recibir cambios legislativos que favorezcan las empresas basadas en el negocio de la chufa. El reconocimiento del tubérculo como producto oleaginoso abrirían la puerta a la mayor comercialización de aceites basados en este producto.

La chufa tiene un 30% de materia grasa oleaginosa y un 70% de ese aceite es ácido oleico, similar al de la aceituna, y en proporciones mayores que en muchos tipos de olivas, pero los ministerios de Agricultura y Sanidad no la reconocen como especie de uso común en la confección del aceite. "Por ello que cada vez que una empresa desea producir un aceite nuevo de chufa, son obligatorias una serie de pruebas y ensayos que demuestren que es un alimento apto", explica Enric Navarro, director de Terra i Xufa.

Terra i Xufa, creada en 2008, pretende abrirse a nuevos mercados mediante la innovación en la producción de distintos derivados de la chufa como son la cerveza, el aceite, el licor y la harina de chufa o la horchata concentrada con y sin sacarosa, trabajando con la certificación ecológica y en denominación de origen. "Trabajaba en Andalucía, en una empresa alemana de producción ecológica de olivar y almendra, Rapunzel. En los años del boom urbanístico me di cuenta de que debía emprender ya mi idea en Valencia, porque si no, la huerta valenciana acabaría desapareciendo con tanta construcción y ya seria imposible conocer y aprender las técnicas de cultivo de un agrosistema tan especial", describe el empresario. El aceite de chufa es uno de los productos que produce la compañía, por lo que tienen pleno interés en el cambio legislativo.

Para este proceso, juega un papel importante el Consejo Regulador de la Denominación de Origen, especialmente desde su cambio legislativo en 2010. Anteriormente solo Lactalis, fabricante de Chufi, disponía de tal acreditación. Actualmente pueden certificarse productos como la cerveza, o la horchata concentrada que distribuye Terra i Xufa con Hijos de Salvador Costa. "Las propiedades nutrientes de la chufa son tantas que si fuésemos estadounidenses o italianos, que se saben vender, en vez de bebida de soja, la tomaríamos de chufa", asegura Navarro.

Hasta hace poco, el mercado centroeuropeo era el destino de gran parte de la producción de la firma valenciana. "En Europa se valora más el producto ecológico, y en países como Alemania se consume harina de chufa por su alto contenido en fibra y propiedades dietéticas". Francia, Holanda, Reino Unido, EE. UU y Japón son los principales mercados de Terra i Xufa. Sin embargo, en un movimiento contrario al de las empresas actuales, el mercado interno de producto ecológico empieza a despuntar en España. De esta forma, la compañía ha aumentado la proporción de sus ventas en el ámbito nacional, hasta alcanzar el 80% del grueso.

LA RECETA DE LA HORCHATA

En Japón, una firma catalana comenzó a distribuir el producto valenciano hace un par de años, y actualmente se puede encontrar en lugares como el restaurante de Carme Ruscalleda en Tokio. Precisamente, debido a la demanda en este país, la compañía, que dispone de 8 hectáreas de plantación en barbecho en  la zona de producción amparada por la D.O. en l'Horta Nord y está investigando nuevas formas de edulcorantes naturales para sus formulaciones de horchata.

Según destaca el empresario agrónomo, la compañía no sólo trata de reivindicar la importancia del trabajo en el campo, además, intenta aplicar la ética en cada aspecto de la empresa. Por ello, recientemente realizaron un proceso de financiación mediante Triodos Bank, "la banca ética". Según explica Navarro, decidieron trabajar con la entidad "por compartir filosofía y objetivos en cuanto a conciencia alimentaria, consumo responsable y defensa del medio ambiente. Además, Triodos provienen de la antroposofía, la agricultura biodinámica, nuestro próximo objetivo. Además, el agricultor valenciano destaca el papel del campo como fuente de financiación. "Los agricultores se avalaban mediante las cosechas".

Sobre el futuro de la agricultura como opción de negocio, el empresario no tiene duda: "La huerta tiene mucho futuro". Como profesor de Formación Profesional, Navarro advierte de que "en la agricultura sobran técnicos y faltan agricultores del siglo XXI, con calidad emprendedora. Se terminó la visión de nuestros abuelos, que tenían magníficas cosechas cuyos beneficios se perdían en intermediarios. La clave para el éxito de la huerta valenciana es especialización y profesionalización.