X AVISO DE COOKIES: Este sitio web hace uso de cookies con la finalidad de recopilar datos estadísticos anónimos de uso de la web, así como la mejora del funcionamiento y personalización de la experiencia de navegación del usuario. Aceptar Más información
GRUPO PLAZA
LA VUELTA A javier andrés EN 10 PREGUNTAS

Javier Andrés
"No creo que el Estado
esté para poder venir en rescate de las comunidades autonomías"

03/10/2011

El académico valenciano explica las bases sobre las que apoyar la lucha contra la crisis y alude a "nuestra incapacidad para acometer reformas de fondo" 

VALENCIA (CRUZ SIERRA). Publica sus artículos de macroeconomía en los medios especializados más prestigiosos internacionalmente;  ha colaborado con diversas instituciones públicas en trabajos de investigación y asesoría, y está vinculado a universidades extranjeras. Desde su puesto en la cátedra de Análisis Económico de la Facultad de Economía de la Universidad de Valencia ha formado a un grupo relevante de competentes académicos y generaciones de economistas valencianos, fomentando la existencia de un escuela de investigación económica en la ciudad. Javier Andrés es un académico prestigioso y seguramente, como no es infrecuente, más conocido fuera que dentro de nuestras fronteras...

1. Hipotecas subprime, Lehman Brothers, pinchazo de burbuja inmobiliaria, crisis de la deuda... llevamos años con sucesos graves y la economía no acaba de ‘resetearse'... ¿a qué cree usted que se debe?
-Hay muchas razones pero todas se pueden resumir en una: esta es una crisis financiera que tiene lugar tras un largo periodo de tipos de interés (reales) muy bajos y facilidad de acceso al crédito. Eso ha pillado a familias, empresas, bancos y administraciones de algunos países desarrollados tremendamente endeudados. En estas condiciones los estímulos de política económica habituales tienen poco recorrido porque no pueden mantenerse mucho tiempo, en especial los fiscales, y porque su efecto sobre la actividad económica es limitado. Todo el mundo trata de reducir su endeudamiento rápidamente lo que conduce a un frenazo en el gasto, la actividad económica y el crecimiento, lo que a su vez agrava el peso de la deuda. Es un círculo difícil de romper por lo que la recuperación será más lenta de lo normal y con recaídas.

2. Entonces díganos la verdad, por muy duro que sea: ¿Esta crisis es tan grave o más que la del 29, de la que la mayoría guardamos escalofriantes imágenes en nuestro imaginario? ¿Puede durar tanto? ¿Cambiará algo de verdad?
-Aquella crisis fue más profunda pero más localizada, aunque acabo teniendo efectos de segunda ronda en bastantes países. Tuvo lugar en un momento en el que el estado del bienestar estaba menos desarrollado y las sociedades eran más desiguales. Además había menos conocimiento acumulado sobre cómo afrontar una crisis de este tipo mediante el uso de los instrumentos macroeconómicos. Hoy tenemos ventajas en esos aspectos, aunque la afrontamos con muy poca capacidad de gasto público ya que los países más desarrollados tienen unos niveles de deuda pública muy elevados. Por otra parte, a diferencia de lo que sucedió entonces, hoy hay países importantes, como los emergentes y algunos desarrollados, en los que la crisis ha hecho menos mella y que tienen capacidad para tirar de la demanda mundial.  

3. Al final resulta que los gobiernos, o sea, todos nosotros, vamos a tener que volver a recapitalizar de nuevo a los grandes bancos. ¿Cómo se puede haber llegado a esta situación de tal debilidad de la banca? ¿Qué ha fallado?
-El sistema bancario es intrínsecamente inestable porque nos presta a todos a largo plazo pero obtiene los recursos para ello de nuestros depósitos o de otros préstamos a corto plazo. En cuanto se desata la incertidumbre los bancos tienen que atender a sus obligaciones pero no pueden exigir que sus préstamos les sean devueltos con la misma rapidez. Dicho eso, y sin olvidar algunos comportamientos que se pueden considerar directamente delictivos pero que fueron muy localizados, en los años anteriores la banca en general cometió errores causados por una incorrecta percepción del riesgo. Con un riesgo bajo y con mecanismos de seguro en los que se confiaba ciegamente los bancos se lanzaron a aumentar sus balances –e incluso operaciones fuera de balance en muchos bancos americanos- con préstamos de dudosa calidad. Si la crisis se alarga, los depósitos disminuyen y la morosidad aumenta se reducirá aún más su capacidad de maniobra. Por ello es precisa una recapitalización. Por el momento eso sólo es necesario en algunas cajas pequeñas o medianas, ya que las entidades más grandes están resistiendo, pero hay que seguir muy atentos porque otras entidades pueden entrar en problemas si el crecimiento económico tarda en llegar.

4. ¿Realmente somos tan PIIGS todos los PIIGS? Es decir, ¿somos tan iguales Grecia, Portugal España, Italia e Irlanda, o nos diferenciamos, los españoles, en algo de los demás?
-Nuestros problemas son diferentes, pero todos tenemos algo en común: economías poco productivas con elevados déficits exteriores y un ciclo económico muy volátil debido a (salvo en el caso de Italia) una insuficiente diversificación de nuestra actividad productiva. Todo eso hace que  los potenciales inversores no confíen demasiado en nuestra capacidad de crecer en y por ello no nos presten con la facilidad con que lo hacían antes. En el caso de España hay que añadir un mercado de trabajo muy ineficiente que no favorece la acumulación de capital humano ni unas relaciones laborales estables, pero que al mismo tiempo tiene una extraordinaria rigidez en algunos segmentos de contratos indefinidos y de negociación colectiva. Eso hace que cuando las cosas van mal el ajuste tenga lugar vía despidos en vez de ajuste salarial, horas, etc, como en otros países.

5. ¿Cree usted que realmente Grecia puede suspender pagos de su deuda, total o parcialmente? ¿Cuáles serían las consecuencias previsibles para la zona euro?
-Si, es previsible que haya una reestructuración parcial. Si ésta es ordenada el efecto fundamental será sobre los bancos, que tendrán que asumir pérdidas y requerir una cierta recapitalización, aunque la deuda griega no es demasiada comparada con el PIB de la Eurozona. Creo que los fondos de estabilidad Europea están preparados para esta eventualidad y el contagio a otras economías no debe ser muy intenso. Si el impago es desordenado puede ser mucho peor, la incertidumbre sobre la resistencia de los bancos y sobre la magnitud del problema puede retraer el crédito en general y el contagio estaría asegurado.  

6. ¿Le parece viable la emisión de eurobonos? ¿Quién los emitiría y pagaría sus intereses? ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene su creación y emisión? ¿Y qué opina de sus hipotéticos hermanos pequeños, los tan deseados hispabonos?
-Las ventajas son evidentes. Se trataría de promediar de alguna forma el coste de la deuda de forma que los nuevos bonos estarían respaldados por el conjunto de los países emisores o por una agencia financiada por ellos, además de por un mercado mucho más líquido. Se han propuesto muchas formulas pero todas topan con un problema esencial. De una forma directa o indirecta los países con menos problemas de financiación hoy podrían verse afectados bien por un incremento en el coste o por la necesidad de cubrir posibles impagos de otros países en el futuro.

Creo que los Eurobonos pueden ser un instrumento útil de financiación en el futuro de una Europa con países más homogéneos y saneados fiscalmente, pero no una solución de urgencia para la crisis actual. Además parece que el Tribunal Constitucional Alemán ha dictaminado (sin mencionarlos) contra la participación de Alemania en este tipo de instrumento.  

Con los Hispabonos pasa algo parecido. Dudo que sean legales, pero en cualquier caso si el Estado asume directamente la deuda de las comunidades el encarecimiento de la deuda soberana puede ser significativo. Tanto por lo que supone de endeudamiento como por la asunción por parte del Estado de deuda de administraciones sobre las que no tiene un control adecuado.

7. ¿Qué nos pasa en España, que ni con pactos entre los dos grandes partidos mejora la confianza exterior en nuestra economía. ¿Cuáles son las causas principales de la desconfianza de los inversores internacionales en la economía española?
-Los problemas políticos de desacuerdo son evidentes y no favorecen a la economía, aunque vemos que en la mayoría de los países pasa lo mismo. Creo que la desconfianza en la economía española tiene tres causas de fondo: el elevado desempleo y la baja productividad, las dudas sobre los problemas del sector financiero si la crisis se prolonga y nuestra incapacidad para acometer reformas de fondo que pongan a la economía en una senda de crecimiento más estable.  

8. Muchas comunidades autónomas parece que no van a cumplir el objetivo de déficit fijado para este año. ¿Podría alguna suspender pagos? ¿Cuáles serian sus consecuencias? Si la Administración central acudiera en auxilio de la CCAA que pudiera encontrarse en esa tesitura ¿no se estaría emitiendo la señal de que el incumplimiento no se penaliza?
-No creo que el estado pueda acudir al rescate de las comunidades. No habrá más remedio que asumir recortes significativos a corto plazo y una redefinición de las políticas de gasto estructural a medio plazo en las partidas más importantes en los presupuesto las CCAA y que tienden a crecer más rápidamente que el PIB (sanidad, enseñanza, etc.). 

9. La tormenta perfecta: recorte de gasto público, reducción de ingresos por recaudación fiscal y cierre de mercados de deuda. ¿No es esto la peor pesadilla que podría imaginarse para la evolución de nuestra economía? ¿Cómo despertar de ella y recuperar cierta normalidad?
-Hacen falta varias condiciones. En el plano internacional una política de estímulo monetario y, en la medida de lo posible, fiscal coordinado como la que intentó el G20 en 2009 en la que los países con capacidad de gasto (con financiación más barata y menos problemas de deuda exterior) lleven la voz cantante. En Europa es necesario acertar con la resolución de la crisis de deuda y de crecimiento en las líneas diseñadas en el Pacto del Euro acompañado de un estímulo fiscal para grandes infraestructuras físicas, tecnológicas y de capital humano (enseñanza, sanidad) que favorezcan la convergencia y en la que los países con más problemas contribuyan con los sacrificios necesarios para llevar a cabo reformas impopulares pero necesarias que les impidan volver a caer en la situación de endeudamiento actual. Y en el plano nacional es necesaria una reordenación fiscal de las distintas administraciones en el marco de una regla fiscal bien diseñada, el seguimiento de las entidades financieras por si son necesarias algunas recapitalizaciones adicionales y unas reformas, entre ellas la laboral y de la negociación colectiva, más ambiciosas de las emprendidas hasta ahora. 

10. Releyendo la historia podemos extraer conclusiones desastrosas de la crisis anterior. ¿Cuál podría ser hoy la moraleja de la actual crisis?
-No es posible acabar con las recesiones y expansiones, es decir con el ciclo económico, en economías de mercado sin ahogar el crecimiento. Y en cuanto a las crisis financieras, la actual no será la última sino que habrá una próxima cuando hayamos olvidado los errores que nos llevaron a esta. Por eso si hubiera que resumirla en una única moraleja yo diría que desconfiemos de los periodos de crecimiento rápido que no estén basados en la mejora de la productividad. Detrás de ellos suele haber un boom del consumo que acaba en crisis de deuda. Y para España, debemos olvidar nuestras pequeñas disputas domésticas y darnos cuenta de que tenemos que encontrar nuestro sitio en un contexto global cada vez más exigente. Eso a medio plazo requiere mejor educación, incentivos a la innovación y la empresa, un estado del bienestar y una administración más modernos y eficientes, etc. A corto plazo no obstante va a ser necesario aceptar sacrificios para recuperar una competitividad que hemos dejado deteriorar rápidamente porque no podemos esperar mucho para reducir sustancialmente el desempleo.

comentarios

Actualmente no hay comentarios para esta noticia.

Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.

Escribe un comentario

Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.

publicidad