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VALENCIA. La portavoz del Consell y consellera de Cultura, Lola Johnson (Valencia, 1969), hizo célebre una frase, con envidiable sentido del humor, durante su etapa al frente de Canal 9. "Como soy negra, me caen todos los marrones". La frase hizo fortuna y muchos fueron los medios que la recogieron al describir su personalidad cuando fue elegida por Francisco Camps para ser la cara visible del Consell.

A buen seguro, Johnson habrá recordado en más de una ocasión esta frase en su todavía corta etapa en el Gobierno valenciano. La situación económica de la Generalitat y la revolución interna a causa de la dimisión del anterior presidente, han producido situaciones harto complicadas de explicar incluso para esta experta en comunicación y licenciada en Derecho.

El puesto de la portavocía del Consell ejerce, en muchas ocasiones, una misión de ‘pararrayos' que en el caso de Lola Johnson, se ha redoblado por acontecimientos coyunturales como la situación económica o la propia renovación -todavía no iniciada- en RTVV, donde la ahora portavoz ejercía de directora de Canal 9 en su anterior etapa laboral. No obstante, los problemas con los que tiene que lidiar  Johnson en sus comparecencias semanales son unos cuantos: además de los propios asuntos relacionados con su conselleria, que engloba Cultura, Turismo y Deportes, debe defender unas políticas del Ejecutivo que amenazan con convertirse en decisiones altamente impopulares.

Por si fuera poco, Johnson -afiliada al PP desde mediados de los 90- se encuentra muy atada a la etiqueta de ser una apuesta personal de Francisco Camps, por lo que los cambios en Comunicación habidos en Presidencia la han desprovisto de la vitola de relevancia con la que alcanzó el puesto.

LAS 'PATATAS CALIENTES' DEL CARGO

La crisis económica. Sin duda, el primer problema para Lola Johnson en la rueda de prensa de los viernes está siendo la economía y las anunciadas medidas de recorte. La portavoz, que no es "una experta" en cuestiones económicas, como ella misma reconoció en rueda de prensa, tiene que dar la cara ante los medios para dar cuenta de las medidas de ajuste que acomete el Consell ante la crisis. Sin embargo, el retraso en planes como el de reducción de empresas públicas obligan a Johnson a enfrentarse a los periodistas sin ninguna novedad más allá del "estamos trabajando en ello".

Radio Televisión Valenciana. Otro de los asuntos que pone a prueba la capacidad de Lola Johnson en las ruedas de prensa tras el pleno del Consell son las que aluden a RTVV. La exdirectora de Canal 9 está obligada a responder al todavía no presentado plan de ajuste en el ente público en el que ella ostentó un cargo directivo. Además, también le llegan cuestiones incómodas en referencia al caso por presunto acoso sobre tres empleadas mientras estuvo al mando de la televisión valenciana. Se le ha pedido que comparezca en Les Corts para hablar del asunto pero el grupo parlamentario 'popular' lo ha rechazado.

Caso Brugal. Tampoco se libra Johnson de otros temas relacionados con procesos judiciales abiertos. La supuesta implicación de la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, en el caso Brugal amenaza en convertirse en un tema ‘estrella' de las próximas comparecencias de la portavoz. Las informaciones aparecidas, que vinculan también al hermano de la alcaldesa en la tramitación del PGOU, dejan a Sonia Castedo -y a sus defensores- en una posición delicada.

Eventos deportivos. La portavoz también debe añadir a sus preocupaciones la poca influencia de su conselleria respecto a los grandes eventos deportivos, que ha defendido vehemente en múltiples ocasiones pese a que se ha encontrado matices desde el empresariado o, incluso, desde la propia conselleria de Hacienda, cuando José Manuel Vela replanteó la posibilidad de eliminar el concurso de hípica o el open de tenis.

Descontento turístico. A ello hay que unirle el descontento inicial de los empresarios del sector turístico por la fusión de las competencias de esta cartera con Cultura y Deporte, un malestar que no ha terminado de mitigarse en los primeros meses de gestión de Johnson.

Nombramientos. Además de estos asuntos, Johnson debe dar la cara respecto a ceses y nombramientos del Consell -si es que vienen reflejados en el dossier- y, por la ya tradicional confusión entre Ejecutivo y PP, también en ocasiones a cuestiones de partido. Este capítulo resulta especialmente delicado cuando los nombramientos o destituciones están vinculados al exjefe del Consell, Francisco Camps.

Fuego amigo. A estas piedras en el camino hay que sumar los propios sinsabores de la portavocía del Consell, que en ocasiones propicia disparos del ‘fuego amigo'. Un ejemplo reciente fue la rueda de prensa del pleno celebrada en Castellón donde las fechas de apertura del aeropuerto mentadas por Johnson obtuvieron una rápida réplica del presidente de Aerocas y líder del PP provincial, Carlos Fabra.

Muchos frentes abiertos para la portavoz valenciana que gozó de la plena confianza de Francisco Camps para acumular dos áreas de máxima responsabilidad y que, ahora, debe cumplir con la misión de adaptarse, no sólo a las carteras entregadas, sino también al nuevo orden de poder establecido en la Generalitat.

La dimisión de su valedor, Francisco Camps, ha puesto en duda de su continuidad en la portavocía tras el 20-N, ya que un puesto de esas características suele ser ocupado por una persona de máxima confianza del presidente, en este caso Alberto Fabra. Por tanto, Lola Johnson deberá dar lo mejor de sí en la gestión de las múltiples papeletas -además de las que ya están encima de la mesa- en las próximas semanas para garantizarse la continuidad tras las elecciones generales.