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El nuevo hospital La Fe se convierte en el primero de los grandes proyectos finalizado sin sobrecostes

JORDI FERRER. 29/05/2010 El contrato firmado con las empresas constructoras en 2003 (Dragados, Edifesa y Lubasa) fue el primero de estas características que estipulaba unos precios cerrados de adjudicación y entrega

VALENCIA (VP). El proyecto de construcción del nuevo hospital La Fe inició su andadura el 16 de diciembre de 2003 y fue la entonces ministra de Sanidad, Ana Pastor, la encargada de poner la primera piedra en uno de sus últimos cargos como representante del Gobierno presidido por José María Aznar.

La titular de Sanidad estuvo acompañada por el president de la Generalitat, Francisco Camps, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y otros representantes del Ejecutivo central, dado que en 2003 el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana era el ahora vicepresidente del Consell, Juan Cotino.

Aquella imagen de cooperación institucional entre el Gobierno estatal y el valenciano que se vio en el solar de Malilla donde hoy se ubica el nuevo hospital de La Fe sería una de las últimas que se verían en la Comunitat hasta hoy mismo, quizá con la única excepción de la reciente visita del ministro de Fomento, José Blanco, presidida por la buena sintonía y las buenas noticias sobre la llegada del AVE a Valencia.

En comparación con el resto de mega construcciones que se han proyectado y ejecutado en los últimos años a lo largo y ancho de la Comunitat Valenciana, léase Terra Mítica, Ciudad de las Artes y las Ciencias o la Ciudad de la Luz, el nuevo hospital La Fe tiene con sobrada diferencia el expediente más blanco de todos, tanto por la exactitud presupuestaria con la que se diseñó y ha sido concluido, como por el prácticamente insignificante retraso que han sufrido las obras (la conclusión estaba prevista para diciembre de 2009).

Y es que a finales de 2003, cuando el proyecto empezó a fraguarse, también fue noticia la modalidad del contrato que la Generalitat Valenciana suscribió con las empresas Dragados, Edifesa y Lubasa (UTE encargada de construir este centro sanitario) por comprometer a todas estas firmas a que el precio de adjudicación fuese igual al precio final de la obra. O lo que es lo mismo, que no hubiese sobrecoste alguno para las arcas públicas.

De hecho, es fácil comprobar que las cifras que presentó la Generalitat el 21 de noviembre de 2003 son las mismas difundidas estos días con motivos de la finalización de las obras. El coste definitivo ha sido de 383 millones de euros, 216,2 se han gastado en la construcción, 53 en equipamientos y tecnología y 114 en la remodelación del viejo hospital.

UNA NUEVA EXCUSA PARA EL ENFRENTAMIENTO POLÍTICO

La presencia en Valencia de la ministra Ana Pastor fue aprovechada por Francisco Camps para alabar el modelo vigente entonces de financiación autonómica. "Es un modelo de financiación que garantiza las prestaciones de políticas sociales en la Comunidad. Es un modelo solidario que permite que todos los españoles tengan un mínimo de calidad de prestación de servicios", dijo, aunque meses más tarde, tras la victoria socialista en marzo de 2004, este discurso dio un giro radical no sólo en la figura de Camps, sino en todos los presidentes autonómicos del PP, encabezados por Esperanza Aguirre.

De hecho, el Consell valenciano ha hecho de la reivindicación económica al Gobierno su bandera, y no han faltado referencias a este asunto en lo que debería haber sido una jornada triunfal, la de la finalización de las obras del nuevo La Fe.

"Aunque este hospital lo podría haber construido un Estado grande, ha sido un gobierno autonómico" el que lo ha hecho posible, dijo Camps. Pero también Rita Barberá se sumó al carro de las críticas al denunciar la "falta de financiación estatal en los presupuestos de 2010", con la que según afirmó, "sí han contado otros centros hospitalarios de diversas autonomías españolas".

Y claro, de inmediato se activaron los resortes del PSOE en la Comunitat. El delegado del Gobierno, Ricardo Peralta, recordó que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, en los Presupuestos Generales del Estado de los años 2007 y 2008, había aportado para la construcción del hospital de La Fe un total de 31.794.630 euros.

Más vehemente fue la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Valencia, Carmen Alborch, al señalar que "no hay una ciudad con tantas inversiones del Gobierno de España ninguneadas sistemáticamente por su alcaldesa". "Los presupuestos de 2009 y 2010 contemplaban 1.300.000 y 1.500.000 euros para la construcción del colector Sur-La Fe, infraestructura necesaria para funcionamiento del nuevo servicio sanitario", añadió.

CARATERÍSTICAS TÉCNICAS

Este recinto sanitario tendrá las mismas características que el viejo La Fe, es decir, que no será un hospital de gestión privada, sino que atenderá las necesidades sanitarias de su departamento de salud y estará abierto a las demandas de otros departamentos y comunidades.

Todos los pacientes actuales de La Fe seguirán siendo atendidos por sus equipos médicos habituales en el nuevo hospital. Además, pasarán a pertenecer a La Fe los pacientes adscritos a los centros de salud Ingeniero Joaquín Benlloch y Ruzafa.

En las viejas instalaciones de Campanar se habilitará un área de hospitalización de crónicos y un centro de salud integrado, que incluirá consultas de atención primaria y específicas, un punto de atención sanitaria 24 horas y servicios de soporte (toma de muestras, radiodiagnóstico, etc).

Hasta el próximo mes de julio se procederá a la instalación de los equipamientos tecnológicos necesarios y en julio está previsto que se realicen las pruebas necesarias para certificar su correcto funcionamiento.

En el último cuatrimestre del año se iniciará el traslado escalonado de la actividad asistencial, de menor a mayor complejidad, empezando por la parte ambulatoria, es decir, consultas externas, de modo que en octubre podría recibir los primeros pacientes y a lo largo de 2011 el hospital funcionará a pleno rendimiento.

LOS NÚMEROS

El nuevo Hospital, ubicado en el barrio de Malilla y con una superficie construida de mas de 260.000 metros cuadrados, dará cobertura a 1.275.000 personas, tendrá asignada una población de 360.000 usuarios y constará con casi 7.000 trabajadores.

Será un hospital terciario de referencia que contará con mil camas en habitaciones individuales y 39 quirófanos, uno de ellos robotizado, atenderá a cerca de 4.000 pacientes diarios (tres mil en consultas externas y mil en áreas de hospitalización) y contará con la tecnología más avanzada.

El complejo hospitalarios se ha planteado como un único edificio, ya que aunque consta de cuatro bloques está atravesado por dos ejes longitudinales de circulación que recorren en dirección este-oeste la totalidad del edificio en los tres niveles inferiores.

El área de Urgencias del nuevo Hospital La Fe, en la que se prevé se atenderán 240.000 urgencias al año, estará separada en cuatro áreas, una para adultos, otra pediátrica con entrada independiente, una tercera para quemados y una cuarta para urgencias obstétricas-ginecológicas.

Seis TAC, tres aceleradores lineales, seis equipos de resonancia magnética nuclear, tres equipos de diagnóstico vascular y tres equipos de hemodinámica son algunos de los equipos tecnológicos de los que se dotará al Hospital, que también contará con red inalámbrica en todos sus edificios, 12.000 puntos de conexión a la red informática y más de 3.500 puestos de trabajo informatizados.

PROBLEMAS CON EL TRANSPORTE

A la espera de las opiniones de los pacientes y más de 8.000 empleados que trabajarán diariamente en estas instalaciones, parece que el principal problema al que se enfrentarán quienes se vean obligados a acudir a este hospital será el transporte público, dado que la Consellería de Infraestructuras no tendrá listo la prolongación de la línea 1 de metro ni tampoco el tranvía orbital, de modo que los autobuses de la EMT serán la única opción.

La falta de presupuesto impedirá que el citado proyecto del tranvía, que se anunció en 2006 y se presentó en 2007, vea la luz en las fechas previstas, e incluso se ha hecho público que el Consell busca un socio privado para las obras de prolongación de la línea 1 de metro.

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