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O el triste final de un delirio de grandeza. 136 años de historia, los tres últimos cotizando en bolsa, directamente a la papelera. Orgullosos y cantonalistas, los directivos y consejeros de la caja alicantina nunca quisieron aprobar alianza alguna que no estuviera encabezada por ellos mismos, dando calabazas a Caja Madrid, Bancaja, Caja Murcia y al SIP de Caja Asturias. Al final no ha podido con el peso de los impagos, los vencimientos de deuda y el fruto de su mala gestión durante lustros
VALENCIA. Ni la historia, ni el Banco de España, perdonan. Desde que estallara la gran crisis financiera mundial allá en 2007 a causa de la crisis subprime de Estados Unidos, la mecha de los impagos hipotecarios recorrió el mundo. Llegó a Alicante, como a otras plazas españolas, recrecida con la crisis económica que hizo perder dos millones de empleos en todo el país, hundir sus mercados inmobiliario e hipotecario (fuente de riqueza para todo el país y para sus cajas de ahorro, que no supieron prevenir el porvenir) y dejo desnuda a la gran caja de ahorros provincial de Alicante con miles de empleados, cientos de oficinas repartidas por todo el Estado, una enorme deuda a sus espaldas y una montaña de activos inmobiliarios procedentes de los impagos de promotores y particulares.
Era la tormenta perfecta para una entidad que nunca quiso pedir ayuda, integrarse en grupos que diluyeran de algún modo su 'problema' o aceptar por las buenas ser tutelada por entidades mayores. El desenlace estaba servido a pesar de los intentos desesperados de sus gestores, especialmente Roberto López y su número dos, María Dolores Amorós, por buscar un milagro que solo se encontraba en su imaginación. El mercado no perdona y nunca se aproximaron ni siquiera de cerca a una solución válida para la situación desesperada de la entidad.
TRES AÑOS DE ESCAPADA
Hoy precísamente se cumplen los tres años desde que la CAM hiciera historia cuando salió a cotizar en bolsa anunciando su salida simultáneamente en las Bolsas de Madrid y Valencia. Había sido precisamente Rodrigo Rato quien años antes, cuando era ministro de Economía de Aznar, el que había aprobado la vía de las cuotas participativas como fórmula para intentar capitalizar a las cajas de ahorro, un modelo de entidad financiera que ni cotizaba ni podía ampliar capital como los bancos o cualquier empresa.
Tres años de travesía por los parquets en los que ha habido de todo, sonrisas y lágrimas, para finalizar abruptamente esta semana pasada con la decisión de la CAM de recomprar las acciones flotantes en el mercado contínuo para excluir de la cotización a la entidad. Un paso previo a su intervención, recapitalización con fondos públicos y posterior puesta a la venta al mejor postor. Es la segunda entidad financiera que pierde la Comunidad Valenciana en un año y puede que no la última...
HISTORIA DE UN MAL VIAJE POR LA BOLSA 
Jueves 21 de julio de 2011. 20:07 horas. La CNMV recoge un hecho relevante de Caja Mediterráneo (CAM). "El consejo de administración ha acordado proceder a la amortización de la totalidad de las cuotas participativas en circulación, al precio de 4,7714 euros por título". Así certificaban la defunción de su corta trayectoria bursátil, que este pasado sábado cumplió tres años, desde que saliera a cotizar en 2008 al son de las fanfarrias como primera caja de ahorros española que cotizaba en bolsa.
Han sido tres años marcados por la inestabilidad de lo que partió como un sueño de grandeza de sus responsables y cuyos cuotapartícipes que no se hubieran desprendido con anterioridad de las 'acciones' perderán un 18,32% por título. La diferencia entre los 5,84 euros del estreno en el Mercado Continuo y los 4,77 euros que percibirán en esta OPA de exclusión, obligada tras la entrada del FROB en el capital de la caja alicantina, tal y como lo recogió en su día el folleto informativo de salida a bolsa.
Los rumores de fusión han sido una constante durante la trayectoria bursátil de la caja presidida por Modesto Crespo. Primero con Bancaja, posteriormente con Caja Murcia y finalmente con lo que todo apuntaba a un SIP o 'fusión fría' junto a CajAstur, Caja Cantabria y Caja Extremadura, que se llegó a concretar en el llamado Banco Base.
Pero a ultimísima hora todo se fue al traste y con el que ha terminado 'fusionándose' ha sido con el Estado después de haber intentado en vano conseguir a toda costa un socio para evitar su nacionalización. Uno de los nombres que más sonaron en los últimos meses fue JC Flowers, un socio sin escrúpulos para la CAM desde los 'bajos fondos' de Wall Street.
Y llegaron los 'stress test' y con ellos un suspenso en toda regla de la caja alicantina, al presentar la peor nota de la banca española y necesitar 947 millones de euros en el peor escenario aun contando con los 2.800 millones del FROB. Pero lo peor -aunque esperado- estaba todavía por llegar: la intervención por parte del Banco de España, que fue comunicada ayer a las siete de la tarde.
La trayectoria del valor en bolsa ha venido marcado por una cierta estabilidad hasta mediados del pasado año, sin duda gracias a su escaso free float (capital flotante) y al apoyo que en todo momento ha tenido de su broker (Gesamed) y de Ahorro Corporación Financiera, la entidad con la que la caja alicantina mantiene un contrato de liquidez para la compra y venta de cuotasparticipativas.
El pasado 7 de noviembre, las 'acciones' de la CAM -acciones sin derechos políticos- marcaron la cota más alta de toda su historia (7,37 euros), mientras que de ahí hasta ahora ha dibujado una senda alcista condicionada por las incertidumbres que han venido envolviendo al banco. Al cierre de la sesión del pasado 20 de junio marcó los 4,21 euros, que hasta ahora es el precio más bajo de la corta historia bursátil del valor en bolsa.
Corta, pero intensa, y en algunos casos hasta llamativa. De hecho el pasado año se situó entre las quince cotizadas de todo el Mercado Continuo que presentaron mayores subidas -y de las pocas que acabaron en positivo-, al revalorizarse un 19,48%. De este modo fue la mejor compañía de la Comunitat Valenciana, al cerrar en los 6,99 euros, más cerca de los máximos del ejercicio (7,60), que de los mínimos (5,62). Unos números que llevaron su capitalización hasta los 349,50 millones de euros tras aumentarla en 57 millones.
Sin embargo, la cosa es bien distinta en lo que va de ejercicio, dado que se ha convertido en una de las cotizadas que peor se están comportando. Con los datos del cierre de ayer viernes (4,56 euros), se deja en el camino un 34,76%, lo que en términos de capitalización bursátil equivalen a 21,50 millones de euros. De momento, los cuotapartícipes tiene asegurados los 4,77 euros por título, casi una quinta parte de lo que pagaron en su día para acudir a la OPV. Algo es algo.
Buenas tardes: se acabo el "coto de caza" se acabó el "derecho de pernada" se acabaron las arbitrariedades con las empresas subcontratadas la pena es que Caja con identidad Valenciana¿cuantas quedan? quizas alguna Rural.Una pena pero era una "muerte anunciada" Un saludo Alejandro Pillado Valencia 2011
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