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VALENCIA (VP). Aunque el oficio de broker ha sido tradicionalmente una ocupación de hombres, las mujeres comienzan a ganar protagonismo en este área. La inversionista y presidente de LBRGroup, Linda Bradford Raschke, desmitificaba una vez la figura del clásico señor trajeado que comercia con valores: "La especulación, más que ninguna otra actividad, es un negocio sin vuelta de hoja. Se examina tu desempeño en cifras. No importa si eres hombre o mujer. Si operas bien, recibes respaldo financiero".

Aunque señalaba una posible diferencia entre la forma de operar de mujeres y hombres: "Una ventaja que probablemente podamos tener las mujeres es el menor uso del trading como proyección del ego. No somos propensas a tomar una gran posición con la intención de sentir el poder de mover el mercado. Incluso las traders más importantes suelen ser mesuradas y reservadas. Las mujeres quizás seamos más intuitivas. Ciertamente, siento que puedo ver patrones que otros no consiguen pero no sé si es por ser mujer."

Todo ello queda de manifiesto en la I edición internacional del torneo de trading que organiza desde esta semana, y hasta el 27 de mayo, la operadora XTB. El concurso busca el mejor inversor o inversora de Europa, por un premio de un millón de euros. El campeonato, que cuenta con decenas miles de participantes por todo el continente, tiene una participación femenina del 10%, según el portavoz de la organización. De hecho, dos mujeres se hicieron con el primer y segundo premio de uno de los torneos de la compañía, el Trading Cup 2009.

EJECUTIVA AGRESIVA VS. AMA DE CASA

Existen dos perfiles diferentes de mujeres traders. Según la experiencia de XTB con sus clientas, hay un marcado prototipo de "ejecutiva agresiva. Se encuentra entre los 30 y los 40 años. Con traje de chaqueta, hábitos masculinos, con alta formación, una carrera". Describe el portavoz de la empresa. "Son mujeres que responden a una típica actitud de los ejecutivos de bolsa, tienen mucha cultura y son muy trabajadoras. En definitiva, un perfil que encaja perfectamente con la inversión cortoplacista."

Por otra parte, hay un segundo modelo bien distinto, según señala el especialista de la operadora. El de la ama de casa de entre 40 y 60 años "con mucho tiempo libre e ideas despiertas, una inversora muy buena porque para invertir bien y analizar las posibilidades, porque hace falta tener tiempo para poder invertir bien. Es un perfil no tal alto como el anterior".

Este estereotipo encaja a la perfección con un fenómeno de los últimos años en Japón. En el imperio del sol naciente ha crecido la 'Forex wife', amas de casa que aprovechan su mayor disponibilidad de tiempo libre para realizar inversiones en el mercado de divisas, superando incluso al número de inversores varones. "Para invertir hay que ser metódico frío y calmado, y esta característica casa con la idiosincrasia nipona", apuntan los especialistas de XTB. Se trata de inversores que "no se dejan llevar por el afán de venganza cuando tienen un mal día, tienen una visión más objetiva y una metodología en la que implican en la menor medida su estado personal".

Con este nuevo auge de la mujer broker, se diluye el aspecto cultural "de los caballeros y gentlemen con maletín y gomina, que es una tontería". Aunque desde la operadora reconocen cierta característica que favorece la inversión femenina. "Al igual que ocurre en el juego, a niveles altos de testosterona, mayor es la atracción por el riesgo. La mujer, con menor recuento de esta hormona masculina, tiene a ser más precavida".

INVERSORA NATA

Diana Ariza tiene 31 años y es trader desde hace más de 12. Su experiencia se encuentra justo entre los dos modelos establecidos de mujer broker. No es una "ejecutiva agresiva" ni una "ama de casa con mucho tiempo".

Ariza es funcionaria y desde su infancia ha vivido rodeada de "negocios, empresas y un entorno familiar muy vinculado a la economía". Es funcionaria y aunque no ha cursado una licenciatura específica en Económicas, a lo largo de los años ha realizado diversos cursos para mejorar sus estrategias de inversión. Empezó a jugar en los mercados para conseguir "un extra" a su trabajo fijo.

Su dedicación al trading ha variado según temporadas. "Había veces que sólo ojeaba un poco las pantallas o el estado de los activos, mientras que en otra ocasiones, pasaba muchas horas en ello, dependiendo de la ocasión".

Desde su experiencia personal, no cree en estereotipos ni diferencias de sexos a la hora de invertir. "Yo me siento muy mujer, y como mujer, invierto. Pero he conocido hombres que se han frenado mucho en sus estrategias y mujeres que tomaban muchos riesgos, y viceversa".

Opina que las características para el oficio, son algo estándar. "Hay que ser fuerte, constante, perseverante y tener un control muy bueno de las emociones, no dejarse llevar por ningún impulso, y sobre todo, analizar, pensar y actuar".