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ALICANTE/MADRID (EFECOM). El hecho de que el proyecto Banco Base no haya fructificado supone para los fondos públicos un ahorro de unos 1.000 millones de euros, ya que de los 1.493 millones pedidos inicialmente por esta "fusión fría" al FROB, unos 440 correspondían a las otras tres cajas, que no necesitan inyecciones de capital estatal.
Además, habría otros 600 millones a cubrir consecuencia de la ruptura de los contratos firmados por la CAM con la aseguradora AEGON y con la multinacional General Electric. Si se hubiese conformado el Banco Base, al producirse un "cambio de control" que afecta a estos contratos el impacto sobre los recursos propios llegaría a 600 millones.
La Caja Mediterráneo (CAM) quedará previsiblemente en manos del Estado tras pedir 2.800 millones de euros al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que necesita para poder cumplir las nuevas exigencias de solvencia fijadas por el Gobierno.
La caja alicantina, que se ha visto obligada a realizar esa solicitud tras el fracaso de su fusión con Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura en el Banco Base, se convertirá así en la entidad que más ayuda pide al Estado para cumplir con los requisitos de capital de calidad, por delante de Novacaixagalicia.
La caja debe entregar al Banco de España sus planes de futuro en diez días, mientras que los fondos que se solicitarán al FROB pueden demorarse varios meses. En este periodo, en principio hasta junio, el camino para que la CAM busque inversores "sigue abierto" y "parece asegurado sin una intervención", según fuentes financieras consultadas por Efe.
De hecho, la entidad dejó el viernes la puerta abierta en un comunicado a una alianza con otras entidades "que aporten las adecuadas sinergias y compartan con CAM la filosofía de transparencia que exigen los mercados".
"La posibilidad de sumar nuevos socios está abierta y la entidad propiciará su integración si con ella su proyecto de futuro gana en tamaño y solidez, continuando con su tradicional política de integraciones", se añade en el comunicado.
La aportación de dinero público, similar a la que en principio calculaba el Banco Base para esta entidad, permitirá a la CAM superar la barrera del 10 % de capital de máxima calidad que exige el Ejecutivo.
La petición de dinero público supondrá que el Estado se haga previsiblemente con el control de la entidad, ya que su capital actual se calcula en una horquilla de entre 2.000 y 3.000 millones.
La decisión de la CAM se produce después de que el pasado miércoles se rompiera el proyecto de Banco Base, por el rechazo del resto de las asambleas del resto de miembros (Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura) a incorporar a la entidad alicantina por el elevado volumen de ayudas que requería.
En febrero este banco informó de que el negocio bancario de CAM había sido valorado en 1.960,7 millones de euros, lo que le otorgaba una participación del 40 % en el Banco Base, que ha sido motivo de discordia con sus "socios".
La necesidad de apoyo público se debe a la delicada situación de la CAM, que se ha convertido en una víctima más del mercado inmobiliario, con una tasa de morosidad del 8,7 por ciento al cierre de 2010.
Según la agencia de medición de riesgos Fitch, que acaba de rebajar la calificación de deuda de la entidad al nivel de bono basura, el ratio de morosidad se elevaría hasta el 14,5 por ciento si se incluyen los activos embargados.
Esos activos ascendían a 1.552 millones al finalizar el año pasado, de acuerdo con el informe de auditoría de KPMG, que también da cuenta de que el volumen de activos dudosos era 4.654 millones, frente a unos créditos totales de 50.849 millones.
Según fuentes financieras consultadas por Efe, la morosidad real podría llegar al 25 por ciento, debido a que la de suelo y promociones llega al 45 por ciento.
El Banco de España no ha apostado por la intervención, entre otros motivos, porque afecta a la imagen del sistema financiero en los mercados internacionales, independientemente de su solvencia y otra intervención lastraría la confianza inversora a pesar de que podría estar justificada para garantizar la viabilidad de la entidad y evitar que se produzca una fuga de depósitos si los temores sobre la CAM se disparaban.
La reunión del Consejo de Administración de la CAM se ha realizado después de que su presidente, Modesto Crespo, mantuviese el jueves una reunión con responsables del Banco de España. Crespo ha explicado al Consejo la "hoja de ruta" hablada con el supervisor para buscar una salida a la situación.
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