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EL CAIRO (Reuters/EP). Miles de jóvenes manifestantes asaltaron este fin de semana la sede de la Seguridad Estatal (SS por sus siglas en inglés), una agencia de espionaje para el interior del país y símbolo de la represión durante el régimen del ex presidente Hosni Mubarak. Los manifestantes se organizaron para tomar la sede de la SS en El Cairo y otras ciudades después de los rumores de que estaban destruyendo documentación.

La SS tenía una red de espionaje muy refinada profundamente enraizada en la sociedad egipcia sostenida mediante escuchas telefónicas. "Por fin hemos triunfado sobre el opresivo sistema de seguridad de Mubarak que ha aterrorizado a la gente durante décadas", ha proclamado uno de los manifestantes Amr Magdy.

En el asalto fueron hallados archivos sobre el líder opositor Mohamed ElBaradei y sobre el activista y directivo de Google Wael Ghonim, así como información detallada sobre los Hermanos Musulmanes, el principal movimiento opositor egipcio.

Entre los documentos había transcripciones de conversaciones telefónicas de destacados miembros de la oposición e incluso un manual de métodos para la vigilancia de organizaciones islamistas. "El manual muestra la estructura de estos grupos y propone métodos de vigilancia", ha explicado otro de los asaltantes, Walid Sayid. Sin embargo, parte de los archivos habían sido ya destruidos o las dependencias habían sido abandonadas.

Algunos edificios han sido incendiados y testigos presenciales han señalado a policías como responsables de estos incendios, ya que los documentos podrían incriminar a altos cargos. Sin embargo, la Policía ha atribuido estos incidentes a los propios manifestantes.

Ya por este domingo, aproximadamente un millar de manifestantes se ha concentrado ante la sede del Ministerio del Interior para exigir la destitución de los cargos nombrados durante el régimen de Mubarak. Algunos de los manifestantes han denunciado que fueron atacados por hombres de paisano armados con cuchillos.