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VALENCIA. Es habitual que en agosto los políticos abandonen la primera línea por unos días y se tomen un descanso estival. El president de la Generalitat, Ximo Puig, está de vacaciones en Morella y la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, está ocupando su lugar en funciones. El alcalde de Valencia, Joan Ribó, también dedica estos días al asueto. La alcaldesa accidental es Sandra Gómez, concejala de Seguridad Ciudadana y jefa de la Policía Local y de los Bomberos.
Quien no ha desconectado de la actividad pública es el delegado del Gobierno en la Comunitat, Juan Carlos Moragues. Fue nombrado el 3 de julio, tras el cese de Serafín Castellano por su detención en una operación contra la corrupción, y desde entonces ha mantenido una frenética agenda que le ha permitido marcar perfil político tras una gestión como conseller de Hacienda en la que destacó más su faceta de técnico. No pasa desapercibida esta 'hiperactividad' institucional a escasas semanas de la confección de candidaturas para las elecciones generales, en las que el delegado podría ocupar una posición de relevancia, incluso a la cabeza de la lista por Valencia.
Sin ir más lejos, este fin de semana Moragues estuvo presente en un simulacro de salvamento en la playa del Perellonet, acudió a la Dirección General de Tráfico (DGT) para supervisar la operación del 15 de agosto y tuvo tiempo para participar en una cena del PP en Buñol, donde compartió mesa y mantel con María José Catalá, portavoz adjunta del grupo popular en Les Corts.
La 'hiperactividad' del delegado del Gobierno, de la que da cumplida cuenta en sus redes sociales, le ha llevado a reunirse con el arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, visitar las fiestas de Elche y de Altea, y desplazarse a localidades como Pilar de la Horadada, Ayora, Nules o Burriana para comprobar in situ el desarrollo de diversas obras que cuentan con financiación estatal.
DEFENSOR DE LOS PRESUPUESTOS
Moragues también ha desempeñado cometidos más delicados. El delegado ha sido el encargado de 'vender' la inversión en territorio valenciano que recogen los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2016. Moragues también ha defendido la "mejora" de la financiación de la Comunitat por parte del Estado, que ha cifrado en 1.600 millones de euros adicionales para 2016, un aumento insuficiente para el Consell, que ha convertido esta cuestión en uno de sus caballos de batalla de la legislatura. En realidad esta 'mejora' proviene de los 1.000 millones transferidos a la Generalitat de la liquidación de 2014 -por la mayor recaudación fiscal- y los 600 millones restantes corresponden al ahorro de intereses, porque la Generalitat recibe los fondos del FLA a un tipo 0.
Ya en su toma de posesión Moragues hizo equilibrismos dialécticos para pedir una mejora de la financiación de la Comunitat y al mismo tiempo defender al ejecutivo de Mariano Rajoy. "Al igual que hice como conseller de Hacienda, hoy quiero reconocer que, aunque la correcta financiación sigue estando pendiente, el Gobierno de España no nos ha dejado solos nunca", afirmó en su primer acto como delegado. El nuevo rol del político también se hizo patente al conocerse la multa al Consell por falsear cuentas: Moragues no se mojó sobre quién debería pagarla, se limitó a anunciar que se recurriría.
Técnico de Hacienda, Moragues llegó a la Conselleria de Hacienda a mitad de legislatura, en diciembre de 2012. Al mando de las cuentas de la Generalitat tuvo que lidiar con una situación financiera límite, dependiente de las inyecciones del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) para pagar a los proveedores. Durante su paso por el Consell fue destituido su número dos, Eusebio Monzó, al ser imputado por irregularidades en la contratación con Calatrava para construir el Centro de Convenciones de Castellón.
En junio de 2014 el entonces conseller Moragues veía "imposible" cumplir con el objetivo de déficit marcado por el Gobierno (1%) si no cambiaba la financiación de la Comunitat. En julio del mismo año Moragues aseguró, al analizar las balanzas fiscales, que la Comunitat era "la autonomía peor tratada del conjunto del país". Como delegado, el 'hiperactivo' Moragues ha afirmado que la Comunitat es la segunda autonomía más favorecida en financiación.
También podría ganar visibilidad ante todos los valencianos, ahora desde su cargo de delegado del Gobierno, respondiendo a la pregunta que le hará su predecesor en el cargo de Conseller (se supone que le preguntará/consultará expediente al respecto si lo hay) sobre: “si exigió, cuando ostentaba la presidencia del Instituto Valenciano de Finanzas, al Sr. Olivas por su cargo honorífico y gratuito en Bancaja, y de acuerdo al Decreto Legislativo 1/1997, de 23 de julio, del Gobierno Valenciano, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley sobre Cajas de Ahorros, la devolución de 3,3 millones de euros percibidos como consejero dominical de diferentes empresas en representación de la citada caja de ahorros” A la sociedad valenciana nos hace mucha falta esos 3,3 millones, estén donde estén, e independientemente de quién sea o tenga la obligación de hacerlos retornar para la misma.
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