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VALENCIA (FOTOS: EVA MAÑEZ). Su puesto fue uno de los más disputados en la configuración del Consell. No sólo entre los socios de gobierno PSPV y Compromís, también en el seno del Bloc. Rafael Climent, defensor de la llamada Economía del Bien Común, tiene objetivos ambiciosos. Aunque es consciente de que no será fácil marcar una política económica radicalmente opuesta a la anterior ("veinte años dan para mucho"), pretende invertir la pirámide productiva de la Comunitat para situar en la base al sector primario y secundario. Pero va más allá, aspira a recuperar un modelo de vida que, a su juicio, las grandes superficies "han matado".

El exalcalde de Muro de Alcoy y profesor de Filología Clásica defiende el "valor del colectivo sobre el individuo" y está obsesionado con la planificación: "la Comunitat tiene que saber lo que quiere ser de mayor". Considera que ha faltado control en el reparto de fondos públicos, por lo que promete rigor a la hora de evaluar el resultado de todas sus políticas, especialmente las que consumen recursos públicos.

-¿Qué planes tiene para Feria Valencia?
-Es pronto para contestar. Estamos estudiando la situación de Feria Valencia y el convenio que existe para ver las posibilidades que nos da de cara al futuro. Hablaremos con el presidente de la Feria y con el Ayuntamiento para ver si podemos modificar alguna cosa, pero no vamos a tomar una decisión de manera unilateral sino conjuntamente con el Ayuntamiento y con José Vicente González. Sabemos que la Feria no está bien, pero no podemos cuantificar la situación. Es un reto ver lo que podemos hacer con Feria Valencia. Es complejo.

-¿A qué convenio se refiere, al de financiación de las obras o al plan para convertirla en consorcio?
-Me refiero al convenio que define el funcionamiento de Feria Valencia. Tengo que verlo porque parece que hay posibilidad hasta de barra libre. Tenemos que estudiarlo.

-¿Qué quiere decir con posibilidad de barra libre?
-Que si había un gasto mayor al que correspondía, al final nos hacíamos cargo con dinero público. Pero aún no he podido leer nada de Feria Valencia y no tengo un posicionamiento claro.

-¿Qué opina del plan de viabilidad que prevé partir la Feria en dos, una parte pública con la deuda y la propiedad del edificio y otra privada para explotar el negocio?
-En la legislatura anterior se habló de que una parte fuera pública y que la gestión se externalizase. Parece que hay muchas ferias que funcionan así, pero necesitamos tiempo para ver qué podemos hacer. No hemos tomado una decisión al respecto.

-La Feria tiene prisa por definir su estructura de futuro, ¿Cuándo habrá solución?
-Esperamos poder decir qué haremos a mediados de septiembre. En la segunda mitad de septiembre me gustaría poner encima de la mesa en Les Corts las líneas de lo que queremos hacer

-Por lo que sabe ahora de ese plan, ¿qué le parece?
-Lo vamos a estudiar y a ver lo que piensan las otras partes. Yo no digo que la Feria se tenga que gestionar de forma pública ni lo contrario, pero en nuestro ADN lo público es importantísimo, lo cual no quiere decir que vayamos a hacer una gestión pública en Feria Valencia o en IFA. Nos basaremos en los estudios que nos digan cuál es la mejor solución para optimizar los recursos en este momento. A partir de ahí tomaremos las decisiones que corresponda. Como defensor de lo público, si me preguntan qué es lo que me gustaría, lo normal es que intente buscar alternativas en esa línea, pero veremos lo que la realidad nos dice.

-Lo que hay sobre la mesa es que la deuda sea pública y el negocio, privado. A priori, no encaja con su esquema...
-Claro que no. A la hora de pagar, socializamos las deudas. Creo que es uno de los problemas graves del último gobierno. Hay múltiples ejemplos, como el de la Sociedad de Garantías Recíprocas (SGR), con la que se ha hecho lo mismo. La SGR en principio nació como un ente privado de pequeños y medianos empresarios hasta que, en un momento determinado, como el dinero no se puede devolver, la Generalitat avala y ahora todos los ciudadanos y ciudadanas del País Valenciano se tienen que hacer cargo. tenemos que gestionar desde el rigor y desde la responsabilidad y ser mucho más exigentes en el control de riesgos de lo que hemos sido. No digo que la SGR no tenga valor, pero no se ha gestionado como corresponde. No me parece bien que, cuando haya problemas en el ámbito privado, se socialicen para que los paguemos todos.

-Le preguntaba por Feria Valencia...
-Eso ha pasado con Feria Valencia. Al final la deuda la pagamos entre todos y al final el monto que tenemos en la Generalitat es tremendo y nos corta las alas para sacar las políticas que nosotros consideramos importantes, las que van enfocadas a las personas. Por eso ha pasado lo que ha pasado con el anterior Consell en temas como la dependencia: por haberse hecho cargo de cosas que desde una gestión nefasta no tocaban.

-En la SGR está presente el IVF y el patronato de la Feria lo presidía la alcaldesa de Valencia...
-Con más razón entonces. La administración debía haber puesto coto a lo que no se estaba haciendo como correspondía. Esa administración fue cómplice de todo lo que estaba pasando en la feria o en la SGR.

-Ya que es la Generalitat la que paga la deuda ¿es partidario de que la Generalitat tenga derechos sobre el suelo o los edificios de la Feria?
-Lo plantearemos. Creo que si la Generalitat es la pagana, alguna cosa tendrá que exigir.

-¿En esa línea?
-Puede ir en esa línea. Pero si al final la Feria se queda como pública, dependiente del Ayuntamiento con una gestión pública, será lo mismo que si depende de la Generalitat. Si al final es así, tampoco hay que ser tan defensores de la propiedad como tal porque desde la gestión hemos de dar servicio. Da igual si es del Ayuntamiento o de la Generalitat porque al fin y al cabo sería de todos.

-La Cámara de Comercio es una corporación de derecho público. Los actuales plenos están prorrogados, ¿está cómodo con los actuales presidentes o incentivarán cambios?
-Hemos estado un par de veces con el consejo de cámaras y también queremos ver lo que hacen. Probablemente planteemos modificaciones directas al Consejo de Cámaras sobre proyectos determinados. Hay muchos proyectos concretos que a lo mejor nosotros entendemos que se pueden hacer de otra manera. Lo hablaremos con ellos y veremos cuál es la viabilidad que le podemos encontrar a las cámaras. Lo que está clarísimo es que para cualquier subvención pública ha de haber una líneas muy objetivas y proyectos muy claros. Se ha acabado ya la barra libre y muchas veces entendemos que ha habido arbitrariedad a la hora de conceder subvenciones y muy poca evaluación. Justificar una subvención símplemente con cuatro papeles creo que no es suficiente.

-¿Lo dice porque se han encontrado algo?
-Es lo que estamos viendo, entre otras cosas

-¿En las cámaras?
-No en el caso de las cámaras, sino de manera genérica. Pensamos que cualquier proyecto ha de tener un objetivo y hay que evaluar si se cumple o no. En cualquier subvención a cualquier asociación hay que evaluar. En el caso de las cámaras, si se dan subvenciones para estudios o para inserción laboral, hay que evaluar si se cumplen los objetivos.

-Vaya revuelo provocó con sus declaraciones contra Puerto Mediterráneo...
-El modelo de vida basado en las grandes superficies nos ha cambiado la vida como personas, han matado un modelo de vida y unos hábitos y no nos hemos dado cuenta. El pequeño comercio ayuda a la convivencia, a tener productos de proximidad... Y hemos convertido en nuestro modelo de vida pasar un fin de semana paseando por grandes superficies en lugar de disfrutar de la naturaleza aio la cultura.
Y por lo que se refiere a los trabajadores, les hemos roto la conciliación familiar y un modus vivendi diferenciado, Tendremos que replantearnos qué modelo queremos para el comercio. Nosotros apostamos por el pequeño y mediano comercio.

-¿Qué hay sobre las previsiones de inversión o empleo de esos proyectos?
-Después de la crisis que hemos pasado, que haya gente a la que aún le deslumbren las previsiones de creación de empleo de esas grandes superficies dice muy poco a favor de esa gente. ¿Por qué no se hace un estudio sobre la repercusión negativa de Puerto Mediterráneo en su zona de influencia? Se deberían hacer estudios de ‘desviabilidad' económica y social. Tenemos que ser rigurosos en lo que hagamos, analizar el entorno y ver si hay inflación o deflación de grandes superficies. Cualquiera con una mínima capacidad de análisis lo ve. ¿Dónde están los estudios que digan que nos hace falta oferta para la demanda que tenemos?
Después hay que ver qué tipo de empleo generan estas grandes superficies. Tendremos que analizar seriamente la precarización porque hay gente que está trabajando fines de semana incluidos por un sueldo raquítico, con el impacto que eso tiene sobre su vida... Lo tendremos que encaminar.

-¿Cómo se va a resolver la reversión en la liberalización de horarios comerciales?
-No me negaré a que en el Observatorio del Comercio podamos llegar a un acuerdo sobre que hay que abrir equis domingos y que haya un acuerdo de consenso entre pequeños y grandes. Si la norma nos dice que ha de ser entre diez y dieciséis y nos ponemos de acuerdo en catorce, yo diré catorce o incluso dieciséis, pero previo acuerdo en el observatorio por el que todos vayamos en la misma línea. Lo que no me parece bien es la machaca de abrir los 52 domingos del año porque es una carga importantísima para todas las personas que trabajan allí.

-Habla de precarización del empleo que se genera con esas aperturas, pero muchos trabajadores lamentan que para ellos sería quedarse sin su único empleo...
-Tendremos que trabajar de acuerdo con los agentes sociales para ver qué podemos hacer para que eso no pase; hacer posible que la reforma laboral sea derogada y que haya unos mínimos de sueldo para cualquier trabajador que dignifiquen su vida. No lo arreglaremos de hoy para mañana, pero si no comenzamos a trabajar en esa línea no lo cambiaremos nunca y admitiremos que con 300 euros puede vivir una persona trabajando y eso no lo podemos admitir. Espero y deseo que cambie el Gobierno en noviembre para que se legisle de otra manera porque la reforma laboral ya sabemos dónde nos ha llevado. Me parece bien que la economía macro funcione, pero mientras no llegue al día a día de la gente una mejora sustancial no hemos hecho nada.

-¿Qué va a pasar con el Ivace y con los créditos a las empresas?
-Sobre el Ivace no puedo contestar porque estamos analizando su funcionamiento y qué es lo que haremos en el futuro. La financiación a empresas es una herramienta importante para las decisiones de esta conselleria. Tenemos que cerrar sí o sí un acuerdo entre Hacienda y Economía; nos tenemos que entender. Es normal que pasen estas ‘cositas' con un pacto que se acaba de cerrar y porque hemos mezclado algunas consellerias. Hemos pasado algunas competencias de una conselleria a otra y es normal que estas cosas pasen cuando se están delimitando las competencias. Pero no hay disputas y no hay ningún problema entre los responsables de cada una de las consellerias en ese aspecto.

-La Generalitat es actualmente el socio principal de la SGR, ¿Van a cambiar el consejo?
-Hay unos acuerdos y unos avales de los que se hizo cargo la Generalitat que están presupuestados y de los que la propia Intervención nos dice que nos tenemos que hacer cargo. En el futuro tenemos que hacer un punto y aparte en lo que ha de ser la SGR. La Conselleria de Hacienda y nosotros tenemos que ver lo que hacemos. A lo mejor alguien piensa que los empresarios han de ser autosuficientes y que el riesgo lo tienen que asumir los empresarios que se prestan los avales o a lo mejor tenemos que seguir con nuestra participación en la SGR. Pero tengo claro que ha de haber en las nuevas operaciones informes de riesgo muy rigurosos.

-¿Se plantean acciones contra los exgestores de la SGR a la vista de lo que está aflorando?
-Si se demuestra que se ha actuado de manera indebida, por supuesto que sí. Claro que sí nos lo planteamos, pero no sólo en la SGR, sino en todos los sitios en los que detectemos cualquier indicio de una actuación fraudulenta, lo llevaremos a la Fiscalía. Lo tenemos muy claro, pero para eso se tiene que detectar y tener los informes pertinentes de cómo se han hecho las cosas. Y lo haremos si realmente vemos que no hay cosas claras o que las cosas no se han hecho como corresponde.

-Han detectado ya indicios de ese tipo en algún lugar...
-Sí, pero no podemos dar los detalles.

-¿Cuál es su gran proyecto de legislatura?
-Nada específico, pero nuestra ambición debería ser el cambio del modelo productivo y el económico en su conjunto. Queremos sentar las bases de un nuevo modelo de vida en el País Valenciano. Somos conscientes de que cualquier cambio de modelo implica 20 o 30 años, pero si no sentamos las bases de lo que queremos ser en el futuro, no lo conseguiremos. Me gustaría trazar las líneas de ese cambio de modelo en esta legislatura.

-¿En qué consiste ese cambio de modelo?
-Pasa por muchísimas cosas, desde cambiar un modelo educativo que prima el individualismo por encima del valor de la colectividad, al modelo energético, porque no podemos dejar de lado recursos básicos como el sol o el viento. Hemos de trabajar la economía sostenible en el sentido estricto de la palabra; cualquier proyecto que hagamos ha de ser sostenible desde el punto de vista económico, social y medioambiental. Entiendo que los empresarios puedan ganar dinero, pero ha de haber una equidistribución y se ha de tener en cuenta el valor social de cualquier proyecto. Y debemos tener mucho cuidado del medioambiente porque el mundo no se acaba en nosotros y hemos de preservarlo. No vivimos en un mundo infinito y, por tanto, el crecimiento no puede ser infinito.

-¿Cómo encaja eso en la sociedad actual?
-Tenemos que añadir el valor de la cooperación porque prima la competitividad, parece que tenemos que machacar al que tenemos al lado para progresar. Queremos marcar las líneas del nuevo modelo desde la ‘coopetición', que es la mezcla de cooperar y competir. Tenemos un tejido de pequeñas empresas al que pensamos que se le ha ayudado poco, por eso tenemos que ayudar a la pyme y a los sectores tradicionales, apoyarles para que puedan salir al mercado internacional.

-Las políticas de empleo también dependen de su conselleria, ¿qué planes tiene?
-Es un tema básico para nosotros, tanto por el elevado paro como por la precarización del empleo. De cada cien nuevos ocupados, sólo siete tienen contrato indefinido. Tenemos que darle la vuelta y procurar que la formación sea un elemento potente a favor de la inserción laboral. Se ha invertido mucho en formación, pero no se ha evaluado qué ha pasado después. Lo tenemos que revisar.

-¿Hay algún modelo, país o sistema que le sirva de referente?
-El de los países nórdicos. Dinamarca o Finlandia son países con pocas leyes que se apoyan mucho más los valores personales que han dado a sus ciudadanos teniendo en cuenta la defensa del colectivo más que la individualidad.