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VALENCIA. "La inmobiliaria Quabit está más necesitada que nunca de llevar a cabo un contrasplit cuanto antes para evitar ser pasto de la especulación y emprender un nuevo camino". Así de claro lo tienen en una mesa de contratación bursátil madrileña contactada ayer por este diario. "Por mucho que sus responsables hayan logrado reestructurar la deuda, ampliar capital y acometer nuevas compras si no reagrupa sus títulos será más de lo mismo y cuanto menos es sorprendente que nunca lo hayan hecho pese al desplome que sufren sus títulos en el parqué", añaden.

Y no les falta razón porque actualmente la cotizada presidida y controlada por Félix Abánades presenta actualmente el segundo precio más bajo -no confundir con valor-, dado que ayer cerró en los 0,082 euros frente a los 0,018 euros de Urbas. "El centimeo en este tipo de compañías es una constante y de ahí que el contrasplit sea una buena medida para reducir la volatilidad, aumentar la liquidez, ganar visibilidad y lograr nuevos inversores", apuntan desde la misma mesa de bolsa.

ELIMINAR LA VOLATILIDAD

Conviene recordar que el contrasplit -lo contrario del split- es un agrupamiento de acciones que consiste en reducir el número de acciones aumentando su valor nominal en la misma proporción, sin que por ello varíe el capital social. Esta operación hace que aumente la cotización del valor, de manera proporcional a la agrupación realizada.

El fin de esta operación es intentar eliminar la volatilidad que se produce cuando la variación de una única unidad en el precio implica variaciones porcentuales muy elevadas sobre el precio de la acción. A modo de ejemplo, un contrasplit 100 x 1 sería multiplicar por cien el precio actual, pero a su vez los inversores tendrían cien acciones menos por cada una que tienen ahora, es decir, el capital social no se modificaría.

Quabit Inmobiliaria, la antigua Afirma y anteriormente Astroc -que llegó a tocar los 72,35 euros en febrero de 2007 bajo la presidencia del celebérrimo Enrique Bañuelos para desplomarse hasta el precio actual-, aprobó ayer en junta de accionistas ampliar su capital social en unos 70 millones de euros con el fin de lograr recursos para abordar nuevos proyectos inmobiliarios.

La inmobiliaria madrileña logró 'luz verde' de sus socios a esta operación tras lograr ayer un acuerdo con Sareb para reestructurar deuda de unos 240 millones de euros, el 72% del total de pasivo de la empresa. Con estas dos operaciones, Quabit liberará terrenos y comprará otros para volver a gestionar suelos y construir viviendas en línea con su estrategia de retomar la actividad de promoción inmobiliaria.

EN BUSCA DE OPORTUNIDADES

"En Quabit estamos preparados para aprovechar las oportunidades de la nueva etapa" de recuperación del sector inmobiliario español,  destacó Abánades en su intervención ante la junta. "Durante todo este tiempo hemos estado trabajando en la estabilización de la estructura financiera de la compañía y nos hemos posicionado en la exclusiva y reducida lista de inmobiliarias que no han sucumbido a la crisis del sector", subrayó el presidente de Quabit.

"Hemos sentado las bases para potenciar el futuro de Quabit y para desarrollar nuevas inversiones y proyectos inmobiliarios", añadió para marcar así la nueva etapa que emprende la compañía. Abánades también destacó el potencial y el "sólido" refuerzo patrimonial que supone para la empresa contar con créditos fiscales sin activos por importe de 189 millones de euros. En este sentido, avanzó que se activarán una vez que se cierre la ampliación de capital con el fin de reforzar sus fondos propios.