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VALENCIA. "Por supuesto que hay lleno", aseguraban fuentes ‘populares' a los periodistas a la entrada del mitin del PP en la Plaza de Toros de Valencia. La frase, después de tantas exhibiciones históricas de la formación ‘popular' en este escenario, se asumía como verdad irrefutable.

Sin embargo, a falta de hora y media para el inicio del mitin, el aspecto del recinto se quedaba en aceptable. La música de verbena -no de las buenas- animaba al gentío que, en su mayoría, permanecía de pie en sus localidades. A primera vista, podía parecer que la plaza estaba llena o lo estaría, pero generalmente, en los buenos tiempos del PPCV, la sensación al entrar en la arena no ofrecía ninguna duda.

Pero este jueves las cosas no terminaban de arrancar. A falta de media hora los anillos superiores de la plaza estaban prácticamente despoblados y todavía faltaban algunos pequeños huecos por cubrir en el grueso de las gradas. La organización había incluido dos pantallas gigantes que restaban cierto aforo al coliseo aunque, como es costumbre en la formación ‘popular', el escenario era más bien reducido para aprovechar al máximo la plaza y se utilizaba la llamada grada joven a la espalda de los protagonistas para dar color y volumen a la tarima.

Nada que se saliera especialmente del guión de otras ediciones y, sin embargo, el PP no reventó ayer la Plaza de Toros. De hecho, cuando los candidatos iniciaron la vuelta de honor al coso a las ocho menos cuarto, se evidenció que la parte superior -las andanadas- no se llenarían ni de lejos. Así, y aunque cualquier fotografía aérea invite a considerar que el PP llenó este jueves holgadamente la Plaza de Toros, la amplitud de los pasillos y la propia separación de las filas en la arena, concluyen que la imagen ofrecida distó notablemente de las últimas visitas del partido a su escenario ‘fetiche'. Todo ello en un día de examen, clave, con la presencia de Mariano Rajoy y las elecciones autonómicas y locales el próximo domingo.

"Yo temía que nos iría peor", comentó a la salida un dirigente ‘popular' que daba por bueno el resultado. Y es que cayeron autobuses -la organización afirmó que se habían contratado 250- pero algunos finalmente se anularon por falta de asistentes y, como suele ocurrir en estos casos, muchos llegaron a Valencia a la mitad -o menos- de su aforo.

Así, las cifra oficial de más de 14.000 personas que desde el PP se vendía resultó dudosa. El mitin central de la formación ‘popular' se asemejó más bien al ofrecido por los socialistas valencianos el pasado sábado que contó con la participación de Pedro Sánchez. Atrás quedaron los tiempos en los que el PP ‘reventaba' el coliseo bajo la lluvia (2007), instalaba en el exterior pantallas gigantes por falta de aforo (2008) o, directamente, tenían que impedir la entrada a decenas de personas por lleno absoluto (2011). Se hablaba entonces de cifras estratosféticas -y probablemente inciertas- de en torno a 20.000 asistentes.

Si el mitin de la Plaza de Toros se considera un termómetro de la situación de un partido político, los ‘populares' evidenciaron este jueves que, aunque siguen siendo una organización muy potente, se han vuelto mortales. Es cierto que la coyuntura política no es la mejor para el PP: fuerte caída en las encuestas, escándalos de corrupción y pérdida de referentes del partido. Aún así pudieron llenar -aunque sin brillo- el coliseo, pero no evitaron que se retratara el adelgazamiento muscular sufrido por la formación 'popular' tras años de gloriosas exhibiciones.