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24M: Fortalezas y debilidades de los partidos ante la recta final

GUILLERMO LÓPEZ. 17/05/2015 Miremos Andalucía y las dificultades de Susana Díaz para lograr su investidura; aquí quizás nos encontremos algo similar. El show va para largo, resígnense

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Guillermo López García

Profesor titular de Periodismo de la Universitat de València
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Foto: Eva Máñez

VALENCIA. Estamos a una semana de las elecciones, pasado el ecuador de la campaña, y probablemente todo el mundo esté ya harto de los partidos políticos y el bombardeo de consignas y propuestas que emana de la campaña electoral. A pesar de ello, en esta columna vamos a hablar... ¡de los partidos y de la campaña electoral! Es inevitable hacerlo, y no sólo en campaña, sino también después, una vez tengamos los resultados sobre la mesa y, quizás, no aparezca ninguna mayoría clara de gobierno. Miremos Andalucía y las dificultades de Susana Díaz para lograr su investidura; aquí quizás nos encontremos algo similar. El show va para largo, resígnense.

EL DEVENIR DE LA CAMPAÑA, PARTIDO A PARTIDO

PP: el Partido Popular afronta esta campaña en una situación muy diferente a la de ocasiones anteriores: tocado por el fracaso de su gestión, por la corrupción y por la crisis. Se ha producido, sin duda, la ruptura del doble eje virtuoso que el PP había logrado asentar ante una mayoría social en la Comunidad Valenciana: que su modelo económico funcionaba, y que el PP es el partido que mejor defiende a los valencianos, e incluso, en alguna medida, que mejor encarna sus aspiraciones, sus intereses y su forma de ser.

Pero, pese a todo, sigue siendo el PP: sigue siendo el partido más importante de la Comunidad Valenciana, y probablemente será el más votado, tanto en la Generalitat como en las tres capitales de provincia. Una hegemonía que ya se acerca al cuarto de siglo en la ciudad de Valencia y supera los veinte años en la Generalitat. El PP cuenta con una tupida red de intereses creados, que no va a desvanecerse como por ensalmo. La hegemonía social que tenía hace cuatro años, aunque muy debilitada, no va a desaparecer totalmente en todas partes.

PSPV: en algunos aspectos, este partido tiene problemas muy similares a los que aquejan al PP: el PSPV es visto por muchos como un partido "viejo", perteneciente a la famosa "casta". Con todo, el principal problema es que los años de gobierno de Lerma quedan muy lejos y desde entonces hasta ahora la ciudadanía no ha visto que el PSPV lograse armar un proyecto convincente desde la oposición (más bien lo contrario). Este es un problema que, sin duda, afecta a todos los partidos de la oposición, y que explica en buena medida el éxito del PP (un éxito por incomparecencia). Pero el principal responsable de ello, como principal partido de la oposición, es el PSPV.

En el lado positivo, el PSPV puede presentarse como partido de cambio "dentro de un orden"; un partido capaz de gestionar la Generalitat y los ayuntamientos (frente a las incógnitas que, en este aspecto, representan los nuevos partidos). También puede constituirse en el eje central, el partido que lidere cualquier pacto de oposición frente al PP, tanto un frente que aglutine a los partidos de izquierda como otras fórmulas más "de orden" que incorporen en la ecuación a Ciudadanos. Pero, por supuesto, para que todo ello sea posible el PSPV ha de ser el partido más votado de la oposición. Un objetivo para el que siempre ha tenido competencia: primero Compromís, después Podemos, ahora tal vez Ciudadanos.

Ximo Puig (Foto: Eva Máñez)

Compromís: la coalición valenciana cuenta con dos fortalezas: un suelo sólido, aunque modesto, que proporciona el socio mayoritario, el Bloc; y fiarse al indiscutible tirón de Mónica Oltra, explotado al máximo en una campaña presidencialista. El problema de esta estrategia es que Compromís ha visto cómo sus expectativas se iban reduciendo por factores exógenos que les han acabado ubicando en un segundo plano: la aparición de Podemos y de Ciudadanos, que probablemente aboque a Compromís a ser la quinta fuerza política. En esas condiciones es improbable que Mónica Oltra pueda aspirar a la presidencia.

Podem PV: Desde hace varias semanas, han aparecido varios síntomas preocupantes para este partido, que podrían indicar que el famoso ‘soufflé' tal vez comience a desinflarse. Hace apenas dos meses se hablaba de Podemos como firme candidato a superar al PSOE en distintas comunidades autónomas. Hoy eso parece muy difícil en casi todas partes, y también en la Comunidad Valenciana. Los errores estratégicos de la cúpula dirigente de Podemos, así como la aparición de Ciudadanos (que les ha quitado parte del "voto protesta") pueden haber desinflado las expectativas electorales de este partido. Sin embargo, esta percepción se basa en algunas encuestas y en una trayectoria muy reciente; la lucha de Podemos por, como mínimo, la tercera plaza parece más que factible.

Javier Peris, Pablo Iglesias y Antonio Montiel (Foto: Eva Máñez)

Ciudadanos: el favorito de medios y encuestas. Conforme Podemos se desinfla, Ciudadanos sube y sube; pero ya veremos cuánto. Sus votantes no provienen sólo, ni principalmente, de Podemos, es decir: no son vasos comunicantes. El mayor crecimiento pueden conseguirlo a costa del PP. Ciudadanos aspira a ser imprescindible en cualquier pacto, tanto en la Generalitat como en los principales ayuntamientos valencianos. Probablemente se dispute con Podemos la tercera plaza electoral. Su problema es que depende, en parte, de cuán elevado sea el hundimiento del PP. Si el PP resiste, Ciudadanos se estancará (es decir, no subirá tanto como auguran las encuestas). A estas alturas no es un juego de suma cero, pero casi.

Esquerra Unida: su situación es muy difícil, dado que puede quedar fuera de las Cortes por primera vez en la historia. Su principal aliado es Podemos, en un sentido negativo: la base del voto de Podemos, el que apoyó a este partido ya en las Elecciones Europeas, proviene en buena medida de IU. Si Podemos se desinfla electoralmente, tal vez vuelvan algunos de sus votantes a EU (que es de donde habrían salido en un principio). Si lo hacen en grado suficiente, EU podría entrar en Les Corts. Una entrada que, aunque cuantitativamente sea poco llamativa (4-5 escaños), puede resultar crucial en los pactos de Gobierno, sobre todo si se establecen con arreglo a un criterio ideológico: bloque de derechas vs bloque de izquierdas. Es decir, quién suma más: si PP+Ciudadanos, o un tetrapartito PSPV-Podemos-Compromís-EUPV, que quizás no sume lo suficiente si se queda en tripartito.

UPyD: Tan fulgurante como el ascenso de Ciudadanos ha sido la práctica desaparición de UPyD de la escena política. No aparece en ninguna encuesta ni en los medios de comunicación, salvo para relatar desavenencias y defecciones en el partido. Parece improbable que entre en Les Corts o en ningún ayuntamiento importante. Y no sólo en la Comunidad Valenciana. Es previsible que después del 24 de mayo, si los peores augurios se confirman, UPyD entre en un proceso de disolución.

#prayfor... No me critiques, que te denuncio

Uno de los principales elementos novedosos de la campaña respecto a anteriores comicios es la situación de precariedad social en la que el PP la está desarrollando. Las críticas, insultos y desaires de los ciudadanos se están volviendo muy habituales. El PP, acostumbrado a patrimonializar como propios, desde hace décadas, a los valencianos y a sus instituciones, no está llevándolo demasiado bien: la reacción a una crítica, incluso a un insulto, no puede ser llevar a quien critica ante los tribunales, ni amenazar con hacerlo. Es evidente que una persona, por ser político, no tiene por qué aguantar cualquier cosa.

Pero ha de ser muy consciente de las consecuencias, no todas positivas, que comporta participar en el espacio público. Y si además estamos en campaña electoral, no parece una estrategia muy acertada. Esto es algo particularmente cierto en el caso de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, cuya campaña puede resumirse en la combinación de este tipo de actitudes con sus llamativas ausencias de los medios de comunicación, para debatir con los demás candidatos o para ser entrevistada. Tal vez no debería haberse presentado, si no tiene interés en hacer campaña, ni gestionar, ni es capaz de aguantar ninguna crítica a estas alturas, una persona que lleva en política 30 años (no siempre triunfales).

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Guillermo López García

Profesor titular de Periodismo de la Universitat de València
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1 comentario

Lluís escribió
19/05/2015 17:35

Un problema añadido del PSPV es que, aunque casi nadie recuerde los tiempos en los que gobernaban, no hace tanto que lo hacían en el gobierno de la nación y todavía lo hacen en Andalucía. Vamos, que cualquier ciudadano de bien que se documente un poco leyendo El Mundo sabrá que no son precisamente una garantía de mejorar nada, por mal que lo estén haciendo Fabra o doña Rita. Añádase eso a todo lo expuesto sobre la capacidad para generar una alternativa ilusionante, o simplemente hacer oposición con un mínimo de dignidad, y lo que cuesta entender no es que no ganen, sino que logren mantener un 20 % de los votos.

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